Porquería Adolescente // Kokonui

Capítulo 51: Futuros problemas

— ¡WUJUUU!— El grito del chico se escuchó por toda la calle, muchos voltearon a verlo.

— ¡Ten cuidado, idiota!— Le gritó el otro desde el interior del auto.

— Pasear en tu auto es genial, Ken.— Dijo Seishu metiéndose dentro del auto otra vez.

— Pero no saques tu cabezota por la ventana que me pondrán una multa, tarado.— Lo regañó sin quitar la mirada del camino.

— Es que cuando vas rápido es genial.— Rió. Ryuguji lo miró de reojo, viendo sus cabellos rubios despeinados.

— Tu cabello crece rápido ¿eh?— Comentó al notar lo largo que estaba el cabello de Seishu.

— No lo corto desde principio de año.— Dijo tomando un mechón que llegaba hasta su hombro.— ¿Debería cortarlo?

— Pues así te ves más gay.— Seishu sonrió golpeando su brazo por la broma.

— Cállate y conduce más rápido.— Ordenó poniendo su brazo sobre la ventana. Ken hizo lo pedido.

— Y pensar que la primera vez que aparecí con mi auto no querías ni subirte.— Seishu rodó los ojos.

— Eso es porque no tenías licencia.— Se excusó mirando al chico a su lado.

— Da igual la licencia, sé conducir.— Seishu hizo un ruido parecido a una risa.

— Ni siquiera sabes estacionar al lado de la vereda.— Se burló el rubio.

— Me soba los huevos, puedo estacionar perfectamente en un aparcamiento.— Seishu arqueó una ceja.— No me mires así.— A pesar de que Ryuguji no estaba mirándo a Seishu, sabía perfectamente la expresión que estaba haciendo.

— Oye ¿qué hora es?— Preguntó Seishu sacando su celular de su bolsillo.

— Tendrías que comprarte un celular nuevo.— Dijo Ryuguji al ver el celular del chico, ahora tenía un golpe nuevo y otra línea negra en la pantalla.

— Mierda, son las 12:00, volvamos.— Seishu sonaba preocupado, Ryuguji no entendió el porqué.

— Podemos almorzar en un restaurante, da igual la escuela.— Se encogió de brazos para restarle importancia.

— No puedo, quedé con Izana para almorzar en la cafetería, tengo que volver.—Ken lo miró de reojo otra vez.

— Oh...— Fue todo lo que pudo responder al respecto. Seishu ignoró lo decepcionado que sonó.— ¿Qué tal las cosas con Izana?— Preguntó doblando en una calle para dar la vuelta e ir al campus otra vez.

— Pues bien, estamos avanzando, ya dijimos lo que sentimos por el otro.— Confesó sintiendo sus mejillas levemente calientes.

— ¿Empezarán a salir?— Seishu se encogió de hombros.

— Supongo que si, cuando alguno haga la pregunta.— Ken apretó sus labios al imaginarse aquella romántica escena.

Sin querer, aceleró.

— ¿Qué hay de Koko?— Seishu se quedó callado por largos segundos.

— No lo sé... y creo que es mejor no saberlo.— Ryuguji frunció el ceño.

— ¿Aún no te ha hablado desde las vacaciones de invierno?— Seishu no respondió.— Joder, pasaron varios meses ¿qué mierda le sucede?— Seishu relamió sus labios secos al pensar en Hajime.

— No importa, es mejor así, estoy con Izana y todo va de maravilla entre nosotros, no lo necesito.— Seishu quiso sonar relajado, pero su tono sonó algo resentido y herido.