Capítulo 56: Nuestros sentimientos

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Seishu salió al exterior luego de pasar entre tanta gente, el patio del lugar estaba vacío, aunque bien decorado, con luces, muchas plantas, flores y árboles altos al rededor de la piscina. Buscó con su mirada al chico pelinegro que había seguido, pero no había nadie allí, todo estaba en un perfecto y tranquilo silencio.

Se sentó en un pequeño banco bajo el árbol, pasando sus manos por sus brazos al sentir una brisa fresca recorrer su cuerpo. Tembló ligeramente y se sorprendió al sentir algo caer sobre su espalda. Al mirar, se encontró con una sudadera, y no cualquiera, era la sudadera de color azul y blanco del equipo de fútbol. Al sentirse intrigado, levantó la cabeza, encontrándose con un chico alto mirándolo con esos profundos ojos oscuros que tanto extrañaba.

— ¿Me buscabas?— Preguntó el pelinegro con una sonrisa.

— No, sólo salí a tomar aire.— Respondió el rubio apartando la mirada de la suya.— ¿Por qué? ¿Querías que lo hiciera?— La pregunta puso algo tenso a Hajime, pues sabía que tenía un doble significado.

No sólo hablaba de ese preciso momento, estaba seguro de que también hablaba de todo el tiempo que había pasado desde la última vez que estuvieron juntos. Hacía casi siete meses de cuando se abrió a Seishu, cuando se entregó totalmente a él, e hicieron el amor. En todo el tiempo que pasaron distanciados, Seishu jamás le mandó algún mensaje, no como solía ser antes, cuando Seishu le hablaba siempre primero, como si no tuviera orgullo.

A pesar de que Hajime solía ignorar sus mensajes y clavarle el visto, Seishu aún así solía hablarle después para acordar un lugar de encuentro, sin pensar en que "está perdiendo la dignidad". Hajime, muy, muy en el fondo, solía admirar esa parte de Seishu, porque él jamás podría hacer algo así. Y ciertamente, le decepcionó que esa parte de Seishu se haya perdido, así como también le llegó a decepcionar que no le escribiera en todo ese tiempo.

Aunque tampoco podía culparlo, él jamás había hecho nada por Seishu.

— No, nunca lo esperé.— Mentira, ambos sabían que lo era.

— Alcancé a ver que me hiciste una seña para que te siguiera.— Respondió con un tono burlón y una pequeña sonrisa.

A ambos les parecía extraño estar hablando tan bien y con tanta normalidad después de todo lo que pasó, aunque en realidad no haya pasado nada. Pero ese era precisamente el problema: no había pasado nada. Era extraño hacer como si todo fuera normal, pero de alguna forma, también se sentía bien.

— ¿Quieres algo de mi?— Preguntó Seishu arqueando una ceja, pero sin borrar su sonrisa.— ¿Y qué hay de esto?— Señaló la sudadera sobre sus hombros.

— Parecías tener frío.— Respondió Hajime encogiéndose de hombros para luego sentarse al lado de Seishu.

Para su cuerpo fue un alivio sentarte, pues se sentía muy cansado. Durante el día había estado entrenando, luego tuvo una cita con Yuzuha, luego fueron a la fiesta, y para acabar con todo, hasta hace unos minutos, había estado follando con ella en la planta de arriba. Su cuerpo estaba cansado y destruido, al igual que su mente.

Demasiada presión había recibido por parte de su padre para mejorar en las prácticas de fútbol, Yuzuha a pesar de ser una chica independiente, le solía pedir tiempo a Koko, ya que eran una pareja, Hajime no podía vivir metido en el fútbol, y se lo había dicho varias veces y por más que pelearan algunas veces, Koko sabía que ella tenía razón.

— ¿Por qué querías que viniera contigo aquí?— Finalmente, Seishu hizo la pregunta que tan tenso los tenía.

— Extraño pasar tiempo contigo.— Dijo Koko sin ninguna pisca de orgullo o burla, sólo simple sinceridad.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora