Inui lleva una vida algo tediosa en la preparatoria, ya que, estando en una escuela de élite, entre tanta gente con dinero y de clase alta, él está totalmente al fondo del frasco, siendo discriminado por muchos.
Por otro lado, Koko lleva la mejor vi...
Todos los chicos allí parados en grupos veían al entrenador hablar con los demás miembros del equipo, quienes no eran tantos como los años anteriores. A la mayoría le pareció raro, sobretodo a los chicos nuevos de primer año que habían ingresado la semana pasada, quienes no sabían nada sobre lo que había pasado hace un tiempo.
— Oye, yo nunca supe mucho de fútbol, pero... ¿no se supone que deben ser más en un equipo?— Preguntó Ryusei murmurando a Chifuyu que estaba a su lado.
— Si, se supone que si...— Respondió en el mismo tono bajo que él.— Espera ¿no sabes de fútbol?— Preguntó mirando entre sorprendido y confundido al chico a su lado.
— Bueno... jugaba en la secundaria, pero jamás fui fanático del juego.— Respondió encogiéndose de hombros.
— ¿Por qué estás aquí entonces?— Ahora parecía estar molesto.
— Bueno... quería acompañarte.— Chifuyu suspiró por la respuesta.
— ¡Bueno, escuchen todos!— Dijo el entrenador mientras se acercaba al pequeño grupo de chicos nuevos.— ¡Vamos a empezar con la práctica¡ ¡se evaluará resistencia, agilidad y velocidad!— Informó en un tono alto.— Den diez vueltas a la cancha para entrar en calor.— Dijo para luego darse la vuelta y volver con los demás miembros del equipo.
— No tengo la mejor resistencia física, pero espero aguantar diez vueltas.— Chifuyu soltó una pequeña risa por el comentario de Ryusei.
— Si no quieres cansarte rápido cierra la boca y empieza a correr.— Sin poder responder al regaño, Chifuyu dejó a Ryusei atrás, empezando a trotar.
— Ya me está dando pereza.— Se quejó empezando a correr a regañadientes para alcanzar a Chifuyu.
Los nuevos postulantes corrieron las diez vueltas a la cancha, mientras que el entrenador hablaba con los miembros del equipo, explicándole qué harían y como evaluarían a los postulantes. En general ellos sólo debían ayudar y explicar, también apoyar a los chicos nuevos y al final jugarían un breve partido para determinar en qué posiciones podrían jugar mejor.
Entre toda la explicación de un par de minutos, dos chicos no pudieron poner atención alguna. Baji y Kazutora estaban muy entretenidos viendo a ese chico de cabello rubio correr junto con quien era su compañero de habitación.
— Si vamos a tener estas vistas, no quiero perderme ningún entrenamiento.— Dijo Kazutora para que sólo Baji lo escuchara.
— Amigo, juro que ninguna chica con la que me acosté tiene un culo tan bueno como ese.— Dijo cruzándose de brazos, sin apartar la mirada de Chifuyu.
— ¡Ustedes dos, pongan atención!— Los regañó el profesor, a lo que no tuvieron alternativa más que apartar la mirada.
Desde lejos, Chifuyu miró por unos segundos hacia donde estaba el equipo de fútbol. Baji y Kazutora estaban allí, miraban al profesor con una expresión algo molesta, pero esa expresión se borró cuando sus ojos se encontraron. Paró un segundo de correr y apartó la mirada, a lo que Ryusei pareció preocuparse.
— ¿Estás bien?— Preguntó parando de correr. Pequeñas gotas de sudor ya bajaban por las frentes de ambos.
— Si, lo estoy, sólo quería tomar un poco de aire.— Dijo con su respiración algo agitada, aunque no lo estaba tanto como la de Ryusei.
Luego de tomar todo el aire que pudo en sus pulmones, siguió corriendo junto con Ryusei, evitando pensar en esos ojos color miel y color avellana.
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