Capítulo 28: Me haces débil

373 57 31
                                    

— ¿por qué te pones así?— Preguntó Seishu sin entender la reacción de Koko.

— Mierda ¿acaso no lo entiendes?— Hajime pasó una mano por sus cabellos azabache, conteniendo su enfado.— Si tú no me diste el dinero, alguien más lo hizo, pero yo jamás le conté a nadie sobre eso.— Seishu ladeó la cabeza, tratando de entender.— Alguien más me lo dio, alguien que escuchó lo que te dije o...— Koko lo pensó un poco más, como si se estuviera dando cuenta de algo.— ¿tú le contaste a alguien sobre nosotros?— Preguntó con cierta frialdad.

Las mejillas de Seishu se tiñeron de rojo en un breve instante, no sabía si porque Koko usó la palabra "nosotros" para referirse a su extraña relación, o porque había sido atrapado. Seishu nunca fue bueno para guardarse las cosas que le pasaba, siempre se las terminaba contando a alguien, y lo que tenía con Koko no era la excepción.

Cuando había empezado a conocer a Koko, Seishu no tenía algún amigo al cual contarle su vida, pero tiempo después, conoció a alguien más, un chico que creyó que era igual a todos los patanes de esa preparatoria, pero sorprendentemente resultó ser diferente.

Al poco tiempo de conocerse, Seishu y Ken ya tenían mucha confianza entre ellos, Seishu lo tomaba como un hermano mayor, ya que Ryuguji era un año mayor que él. En ese tiempo, Seishu iba a primer año, recién ingresando, y Ken iba en segundo año. Desde que le tomó confianza, Seishu le contó muchas cosas, incluso todo lo que vivía con Koko.

Y hasta no hace mucho, le había contado incluso que Koko necesitaba dinero. Pero... ¿era capaz Ken de darle dinero a Koko? ¿Por qué? ¿Y para qué?

— Carajo, no me jodas Inupi ¿le contaste a alguien?— Koko se acercó a Seishu, intimidándolo y haciendo que el rubio se aleje un poco.

— N-No, no lo hice.— Su voz no salió segura, mentirle a Koko no era algo a lo que estaba acostumbrado, más bien solía desviar el tema para no responder a las demandas de Hajime.

— No me mientas, lo hiciste ¿verdad? ¿A quien le contaste? ¿Quién sabe sobre esta mierda en que nos metimos?— La insistencia de Koko le ponía nervioso.

— A nadie, me dijiste que no dijera una sola palabra, así que no lo hice.— Koko lo miró fijamente por largos segundos, tratando de descifrar si estaba diciendo la verdad realmente.

— ¿lo juras?— Seishu tragó salíba.

— Claro...— Respondió lentamente, cruzando sus dedos detrás de su espalda, al menos eso le sacaba un pequeño peso de encima.

— Mierda ¿Quien sabe de esto entonces?— Preguntó volviendo a alejarse de Seishu, suspirando con pesadez.

Seishu lo miró por unos segundos, viendo lo estresado que parecía Koko. Por lo general y como siempre lo había visto, Koko era tranquilo, sereno la mayoría de veces. Solía ser bromista y burlista, siempre sacando a Seishu de sus casillas, claro, pero siempre estando de buen humor, todo bajo esa fachada de chico al que todo le importaba una mierda.

Pero... últimamente, había visto otras caras de Koko, fuertes emociones en el que incluso llegaron a asustarle, como esa parte vengativa y perversa que vio la vez que su madre lo conoció y almorzó con su familia, también varias veces en las que se había enojado y había sido tan agresivo con él, como cuando ignoró sus mensajes por algunas horas, y ahora, podía ver una faceta más ansiosa, estresado, donde las cosas se salían de su control.

Seishu jamás se dio cuenta de su buena habilidad para leer a las personas y entender su lenguaje corporal, pero ahora mismo, podía notar la debilidad de Koko que siempre escondía bajo su impenetrable muralla de arrogancia: tenía miedo de perder el control de las cosas, de su entorno. Esa era la debilidad de Hajime.

Porquería Adolescente // KokonuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora