Porquería Adolescente // Kokonui

Capítulo 75 (T2): Atrapado en este sentimiento

Las clases habían terminado por el día de hoy, los alumnos lentamente salían de sus salones en dirección a sus clubes, clases extras o a sus habitaciones. Seishu se había dormido las últimas dos clases por lo que no había puesto atención, pero se fue apenas Takemichi lo despertó para ir a su cuarto a seguir durmiendo.

Su compañero de escritorio guardó sus cosas rápidamente y se fue dejando a Ryusei y Chifuyu atrás, pues debía ir al club de periodismo donde había sido recientemente aceptado. En el salón quedaron pocas personas que de a poco se iban. Ryusei había terminado de guardar todo, mientras que Chifuyu aún seguía escribiendo algo de la actividad que había dejado el profesor como tarea.

— ¿Vas a terminar eso aquí?— Preguntó Ryusei apuntando a la hoja donde Chifuyu escribía.

— Ajum.— Respondió afirmativamente sin quitar la mirada de su hoja.— Las actividades del equipo empiezan en una hora, así que tengo tiempo.— Finalmente, dejó su lápiz a un lado para mirar a Ryusei.— Puedes adelantarte si quieres.

— Bueno... no quiero dejarte solo, pero quería ir al baño.— Dijo Ryusei rascando su mejilla algo nervioso.

— No tienes que estar conmigo todo el tiempo, Ryusei, ve, te veré en el entrenamiento.— Sonrió Chifuyu, tranquilizando a Ryusei.

— Bien, si necesitas algo mándame un mensaje.— Chifuyu asintió, recordando cuando ayer habían intercambiado números.

Ryusei acomodó su mochila al hombro y salió del salón, dejando a Chifuyu con dos chicos más que, en realidad, conocía, pero no les prestó mucha atención al cerrar la puerta del salón tras su espalda.

El ambiente estaba casi en completo silencio, sólo se oían los murmuros casi incomprensibles de los dos chicos sentados al fondo del salón, a los que Chifuyu no le prestaba atención por estar terminando su tarea. Una vez puso el punto final a su redacción, decidió guardar sus cosas para alcanzar a Ryusei, pero los murmuros a sus espaldas se oyeron más altos en cuanto empezó a ordenar sus cosas.

— Vamos, hay que hablarle.— Oyó a uno de los chicos y rápidamente pudo identificar de quienes se trataban.

— Sigue enojado con nosotros, amigo, se va a enojar más si lo hacemos.— Le respondió el otro.

— Baji, si no le hablamos, nunca va a pasar nada.— Chifuyu apretó sus labios al oírlos, empezando a guardar todo más rápido para irse.— Es ahora o nunca, ese estúpido chico moreno no está con él y está completamente solo.— Oh, no, Chifuyu realmente no quería tener que hablar con ellos.

Se apresuró a guardar todo mientras sus manos temblaban, se sentía nervioso y ansioso al imaginarse una conversación con ellos, miles de recuerdos pasaban por su mente cada vez que los veía y, a pesar de que no la pasaba tan mal, no quería que ellos pudieran destrozarlo como le había sucedido a Seishu, sabía que Baji y Kazutora podrían llegar a ser incluso más crueles que Izana... ¿o no?

Una vez todas sus cosas estaban dentro de su mochila, Chifuyu se levantó de su lugar y caminó lo más rápido que pudo hacia la puerta, pero antes de que pudiera deslizarla para abrirla, escuchó a uno de los chicos levantarse rápidamente de su asiento, casi tirando su silla al suelo.

— ¡Chifuyu!— Sus piel se erizó al oír su nombre saliendo de la boca de Kazutora. Nada de cucaracha, le había dicho Chifuyu, por su nombre.

No respondió a la llamada de Kazutora, pero escuchó a ambos acercarse a él. No se movió, su mano seguía sobre la puerta, lista para deslizarla y abrirla, pero no lo hizo, esperó a que ellos se acercaran. ¿Por qué lo hizo si deseaba correr de allí lo más rápido posible? Ni él lo sabía, pero algo le hacía entregarse completamente a ellos.