Porquería Adolescente // Kokonui

Capítulo 10: Poder, dinero e ilusión

Ya era lunes otra vez, lo que significaba levantarse temprano para alistarse, desayunar e ir a clases. Lo bueno de todo eso, era que él salón estaba a sólo unos pocos minutos de las habitaciones donde dormían los estudiantes.

Esa mañana, Seishu, Chifuyu y Takemichi salieron juntos hacia el edificio principal para asistir a la primera clase que tenían juntos. Mientras caminaban hablaron de lo que hicieron ese fin de semana. Inui dejó de escuchar cuando empezaron a hablar de viajes y sus vidas de malditos ricos. Debía admitirlo, le tenía algo de envidia a sus amigos por venir de familias adineradas.

Entre todo el bullicio que había por la mañana, pudo percibir ciertas miradas sobre él, ya estaba acostumbrado a eso, siempre era lo mismo, pero aquella vez era diferente. Todos miraban sus celulares y luego a él, susurrando cosas y mirándolo de mala forma y no con ese deje de burla que siempre tenían, lo miraban como su hubiera cometido el peor de los crímenes.

— Oye Sei ¿saliste este fin de semana?— Preguntó Takemichi que ya se encontraba sentado a su lado. Habían entrado al salón y faltaban algunos minutos para que la campana sonara.

— ¿eh? ¿Por qué?— Responder una pregunta con otra pregunta era de mala educación, pero Seishu nunca fue alguien educado.

— Bueno... en la página de Facebook de la preparatoria hay algunos post, también en Nistagram.— El rubio le pasó su celular, mostrándole la cuenta de Nistagram de la que hablaba.

— No me jodas...— Murmuró viendo el vídeo que habían grabado de la discusión que habían tenido Koko e Izana.

— ¿quién es él? Te defendió y hasta te fuiste con él.— Esta vez fue Chifuyu quien habló, se había dado la vuelta para hablar con el par que se sentaba detrás de él.

— Es... alguien que conocí.— No quiso decir mucho sobre Izana, más que nada porque no quería pensar mucho en él e ilusionarse.

— Vamos, dinos ¿quien es? Es extraño, hasta el domingo por la noche volviste con un suéter que no era tuyo ¿lo conociste en la fiesta?— Inui se moría de ganas por contar su noche, pero no, no podía contársela a sus amigos, no entenderían que le traía ganas a un chico jodidamente guapo con el cual sólo conversó y bailó una noche. Eso debía contárselo a alguien más.

Al final, Inui se las arregló para poder pasar del tema y que sus amigos dejaran de preguntar al respecto.

Todos los alumnos estuvieron esperando algunos minutos más al profesor, el cual por lo que habían oído, era uno nuevo. Al parecer, estaba llegando algo tarde, habían pasado unos veinte o treinta minutos y el profesor aun no aparecía en el salón. Para ese punto, ya todo era un caos: gritos, gente parada, cosas volando por las aires, una pelota de fútbol pasando de un lado a otro, etcétera.

— ¡Todo el mundo basta! La puerta se abrió de repente sin previo aviso. Todos los alumnos quedaron estáticos en su lugar, mirando al docente parado en la puerta.— Bueno, no esperaba menos de un par de adolescentes.— Su tono era tranquilo y sereno, como si no le importara que el salón fuera un desastre.

— ¿ese es el nuevo profesor?— Susurró Chifuyu para Takemichi que estaba sentado detrás de él.

— Al parecer.— Respondió de la misma forma.

Inui lo analizó con la mirada y sin mucha importancia apoyó su cabeza entre sus brazos sobre el escritorio y se dispuso a dormir un rato mientras aquella aburrida clase de filosofía pasaba. De todas formas, la materia no le importaba una mierda.

Todos lentamente trataron de volver a sus lugares, como si alguien los hubiera regañado. Pero no, fue algo peor que eso, hirió el orgullo de cada estudiante con simples palabras. Ese profesor sabía como manejarlos.