Inui lleva una vida algo tediosa en la preparatoria, ya que, estando en una escuela de élite, entre tanta gente con dinero y de clase alta, él está totalmente al fondo del frasco, siendo discriminado por muchos.
Por otro lado, Koko lleva la mejor vi...
Los minutos que aquellos dos chicos pasaron en el salón de música, se convirtieron en horas, en las cuales sólo hablaron de cualquier cosa como solían hacer, con Ken tocando la guitarra y algunas veces Inui tarareando la canción si es que la conocía.
Al llegar cerca de las seis y media de la tarde, se dieron cuenta de que habían pasado demasiado tiempo juntos, tanto que incluso ambos se habían saltado la hora del almuerzo y no habían comido absolutamente nada. Seishu tenía muchísima hambre, hasta sus tripas empezaban a hacer ese extraño ruido pidiendo algo para llenarse.
El toque de queda empezaría en una hora, así que debían irse. Inui se fijó que tuviera todo antes de irse junto con Ken y de paso revisó su celular, en el cual tenía algunos mensajes de su amigo Takemichi. Al parecer, sus clases extra que tomaba con Chifuyu habían terminado y si él aún no estaba en las habitaciones, le ofreció volver juntos. Seishu aceptó, se verían en el pasillo del ala tres.
— Oye, debes escribir una canción, quiero escuchar qué podría salir de ti.— Dijo el rubio más bajo mientras guardaba su celular y oía a Ken tararear levemente una canción.
— ¿bromeas? Lo único que puede salir de mi es...— Ken se calló, pensando en si debería terminar esa frase o no.
— Que asco, ni se te ocurra terminar esa oración.— Rió Seishu, dándole un pequeño empujón a su amigo.
— ¿qué? Ni siquiera dije nada.— Reprochó cruzándose de brazos y también soltando una pequeña risa.
— ¡Seeei!— Al final del pasillo, podía verse un chico rubio agitando su mano de un lado a otro, llamando la atención de ambos chicos que iban caminando hacia él.
— Oh, es Takemichi, tengo que irme, te veo luego grandulón.— Inui chocó puños con el más alto y se despidió, corriendo hacia el otro chico al final del pasillo.
Ryuguji suspiró, sin entender porque a Seishu no le gustaba que los vieran juntos. Aunque nunca se lo dijo directamente, sabía que odiaba que otros los vieran pasando el tiempo, por eso siempre se juntaban en algún sitio solitario y apartado. Por un lado le gustaba, porque estaban sólos, sin interrupciones, pero por otro, también quería que todos supieran que él y Seishu Inui, eran amigos, le importaba una mierda lo que pudieran llegar a decir los demás.
Después de todo, todos allí eran unos simples clasistas de mierda.
— Sei, hola.— Saludó Takemichi.— ¿Ese de allá es Draken?— Preguntó para sí mismo mirando sobre el hombro del rubio a aquél chico que antes venía con Inui.
— Hey, Takemichi.— Saludó Seishu acercándose al chico.— ¿donde está Chifuyu?— Preguntó mirando para todos lados en busca del chico rubio.
— Fue a buscar un libro que se olvidó, y encima está tardando mucho.— Dijo cruzándose de brazos.— Es extraño, me pregunto que estará haciendo.
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