La estricta y tímida profesora Veronica.
Quien logrará pasar siquiera una de sus pruebas de mes, sabrá Cristo que tipo de pacto habrá hecho con el demonio.
Estricta, Exigente y demasiada observadora.
Sus alumnos reprobaban la mayoría del tiempo, pero ella jamas evaluaba algo que no hubiesen aprendido en clase .
Así que, quedaban a total responsabilidad del alumno o alumna de sus terribles calificaciones.
Con una de sus piernas cruzadas sobre la otra, un lapicero jugueteando entre sus dedos y la vista totalmente fija en las filas de alumnos frente a ella.
Una chica de cabello color castaño se levantó de su asiento, se acercó a su escritorio y nerviosamente poso su hoja de evaluación sobre este. Con la cabeza gacha, tomó su mochila y abandono el salón de clases aumentando su nerviosismo al escuchar una pequeña y casi anaudible risa de parte de la profesora.
Una hora más tarde, se encontraba Ana aún dentro del salón de clases, resolviendo la última parte de su examen, siendo observada con total interés por la profesora Vero.
Subió su mirada para notar como la última persona entregaba su examen, y su nerviosismo no hizo más que aumentar. Ella lo sabía, recordaba haber estudiado ese tema, pero algo pasaba.
La profunda mirada de su profesora no le permitía concentrarse.
Debe estar pensando que soy una tonta. Pensó.
— ¿terminaras pronto, cariño?—Decidió preguntar a su última alumna en tono directo, levantándose de su asiento para ir hacia ella— Tengo cosas importantes que hacer y, no es por presionarte más, pero te quedan diez minutos .
El corazón de Ana latió fuerte en su pecho, sintiendo la clara presión que le había dicho que no pretendía ejercerle. Pero es que era imposible e inevitable.
Su simple presencia hacia a cualquier intimidadarse.
—- s-si, yo...solo necesito revordar la respuesta de las últimas dos preguntas—su voz salió tan bajita que Verónica, rió despacio y se alejo se dirjio de nuevo a su escritorio negando con la cabeza.
Empezó a guardar sus libros y lapiceros dentro de su bolso de trabajo, revisando la hora. Aún le quedaban cinco minutos a su alumna, no sería desconsiderada y le dejaría esos cinco minutos .
Justo cuando tomo su bolso y lo coloco en su hombro, la chica de cabello negro corto llegó a ella con la mochila ya en su espalda y el examen en sus manos. Sonriente .
—¿pudiste con ellas?—Tomo las páginas con una expresión casi burlona.
Ana asintió despacio, aún sonriente— hasta luego, señorita vero.— se despidió haciendo una pequeña inclinación y salió del salón de clases.
Corrió hacia la cafetería, en donde siempre la esperaba su mejor amiga luego de los exámenes.
Esta vez, Daniela estaba recostada sobre la mesa, con los auriculares puestos y jugueteando con sus dedos sobre la mesa.
—¡Boo!—se apareció Ana por detrás, quitando uno de sus auriculares en el acto.
—¡Ah, Ana! Al fin llegas. Dime que no fui la única que sintió la prueba más difícil de lo normal .
—Dani, tu siempre sientes las pruebas de la Miss vero "más difícil de lo normal".
Dani se limito a hacer un pequeño puchero y terminó asintiendo ante las palabras de la peli negra.
—pero si, tiens razón. Estuvo un poco peor que la anterior.—hizo una pequeña mueca de desagrado y se planteo seriamente en expresar lo que había estado pensando a su amiga.
Hubo silencio durante varios minutos, antes de que Ana se decidiera a plantearle a su mejor amiga la "grandiosa" idea que se le había ocurrido antes de entregar el examen a la profesora y por la cual se encontraba un tanto sonriente .
—Dani...
La mencionada levantó su rostro de la pantalla de su celular para prestarle atención a su amiga.
—Antes de entregar mi examen, yo...-apretó sus labios y no supo si lo que estaba a punto de decir iría a sonar demasiado absurdo.—Yo pensé en algo que podría funcionar .
—¿A que te refieres?— cuestiono la castaña.
—Tal vez suene tonto y...casi imposible, pero, ¿crees que habría, no lo se, alguna posibilidad de que yo pueda seducir de alguna manera a la Miss Castro? –Ana mordió su labio inferior de manera nerviosa luego de soltar aquello.
Dani apago su celular y empezó a reírse. Trato de buscar alguna señal en el rostro contrario que le indicara que lo estaba diciendo en broma.
—A ver, ¿qué estas diciendo? Ana, ¿vas en serio? No, yo...no estoy entendiendo, ¿por qué o para qué harías eso?
—¿Que no la has visto? Se nota que necesita un poco de diversión en su vida. Y no me digas que tu no necesitas que deje de ser tan cruel en las pruebas.
—¿Que piensas hacer exactamente?
—traerle rosas y un gatito mañana.
Dani la observo con los ojos muy abiertos y luego frunció el ceño. ¿Estaba hablando enserió? Volvió a revisar su rostro, buscando otra vez alguna expresión de que lo que dijo fuera en broma. Y si, esta vez si lo era.
Ambas empezaron a reír y Dani le dio un pequeño empujoncito en el hombro a la chica frente suyo.
—No lo se, supongo que bastará con un poco de mi encanto y palabras bonitas para caerle bien y que empiece a dejar de ser tan cruda en los exámenes con nosotros. Invitarla a casa, hacernos ¿amigas? algo así.
—Dani, me estas confundiendo, ya no sé cuándo hablas en serio y cuando no, pero no puedo creer que acabas de decir eso.
—¿Que? ¿Porque?
—Dios, Ana.—Dani se levantó de la mesa un tanto incrédula y queriendo abofetear a su amiga por la tremenda estupidez que acababa de soltar .
—¡Oye!— Ana corrió detrás de Dani, quien ahora salía de la cafetería .
La castaña se volteo hacia ella y parpadeo despacio.—bebé...—tomó su rostro con una mano y acaricio, para luego dar una pequeña palmadita en su mejilla.—Si ese es tu plan, entonces creo que necesitarás más que tu carita bonita y tu personalidad para hacer que esa mujer caiga.
Su amiga volvió a darse la vuelta y siguió caminando, dejando otra vez a Ana con la duda .
—¿pero q-qué? Oye...—se planteo al lado de ella al llegar a la salida del instituto y siguió pidiendo explicaciones.— Dime a que te refieres .
Dani rió divertida.—¿No lo captas?—Ana negó.—Mira, yo no seré experta, pero te puedo asegurar que lo que debes conseguir con la Miss vero es sexo. Do you know that word? Seeexo.
Al principio no creyó mucho en lo que acaba de escuchar, pero de repente fue tomando sentido y no pudo creer como no lo pensó antes.
Claro. Era eso.
Debía Debía dejar que su profesora la tomara e hiciera con ella lo que quisiera.
De cualquier forma, no es como si no lo fuese a disfrutar .
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