-No, no, al contrario, es solo que no se si para usted sea apropiado escuchar esto, pienso que yo me extendí mucho ante su pregunta.-Ana soltó una pequeña risa nerviosa y miro a la mayor.
-Para nada, tu puedes decidir si contarlo o no, yo lo respetare.
Ana mordió ligeramente su labio inferior y tomo aire antes de continuar, pero fue interrumpida por el mesero, quien llego con las copas y la botella de champagne en sus manos.
Vero le sonrió del otro lado de la mesa a la menor, tratando de aliviar la tensión del momento mientras esperaban que el mesero colocara sobre la mesa las copas y el balde transparente con hielo en el que se encontraban la botella.
-¿Necesitan algo mas antes de servir la comida?-pregunto amablemente el hombre que las atendía.
-Agua, por favor.-respondió Vero.
-Enseguida, con permiso.
La mirada de ambas se encontraron nuevamente y se sonrieron, evitando que el momento anterior se volviera incomodo, por lo que Ana se vio decidida a seguir hablando.
-Como decia; referente a ese suceso con el amigo de mis padres, por suerte no pasó nada grave, pero el tipo tocó insistentemente mi puerta por la madrugada, y yo, pensaba que se trataba de alguno de mis papás, abrí sin preguntar. Estaba cegado por el alcohol, así que intento entrar a mi habitación mientras que yo estaba medio dormida aún, pero cuando note que no se trataba de nadie conocido para mí me altere, peor aún cuando me tomó por los hombros y me dijo unas palabras que no recuerdo, el hombre apenas podía hablar.
El mesero llegó de nuevo con el agua que había pedido la mayor, pero Ana no dejobde hablar está vez, el se iría rápido.
-En ese momento, busque la manera de escapar, pero sentía su peso sobre mi cada vez más, hasta que me golpeé sobre una de mis mesas de noche. Fue en ese momento que se pasó por mi mente la manera de salir de ahí.-Ana rió cortamente para quitar tanta seriedad del momento y luego continuo.-Recordé que tenía un jarrón con flores que decoraban mi habitación en ese entonces, así que extendí mi mano hacia atrás y lo tomé, para después traerlo hacia el frente y golpear su cabeza con el.
La expresión de su maestra hizo reír de nuevo s la menor, quien también noto que estaba conteniendo sus ganas de reír para no verse imprudente.
-El jarrón se rompió en mil pedacitos sobre su cabeza y cayó al suelo, entonces yo salí corriendo fuera de mi habitación para a mis padres. Y bueno, eso fue lo que colmó mi paciencia y tuve una pelea muy fuerte con ellos al respecto. Mi tía fue quien me obsequió su casa, la cual es mía ahora debido a esto, y mis padres se sintieron culpables al final por todo y aceptaron encargarse de todo lo legal.
-¿Y que hay de ella? Tu tía.-pregunto con curiosidad la mayor.
-Ella, me dio la casa porque se mudaria a otra más grande con su esposo.
-¿Era lo que necesitabas o piensas que se pudo haber arreglado de otra manera?
-Realmente no tenía eso en mente, no lo esperaba, pero pienso que no pudo existir mejor opción. Me siento en paz ahora, y pues, la relación con mis padres la llevo con pinzas, pero estoy segura de que eso ha evitado muchos conflictos más.-Ana se encogió de hombros y bebió del vaso de agua que había aparecido a su lado cuando el mesero llegó.
La expresión de su maestra denotaba una evidente sorpresa y se quedó por unos segundos procesando toda la información que había recibido.
-Es...increíble. Tienes valor para haber hecho eso y para desligarte de tus padres tan pronto. Digo, ka situación definitivamente lo ameritaba, pero no cualquiera estaría dispuesto a hacerlo.-la observo aún sin poder quitar la admiración de su rostro.
Ana asintió, estando de acuerdo con ella y terminando su vaso con agua, se sentía ahora en un espacio más abierto y de confianza con la mayor.
La comida llego finalmente y fue ubicada a cada una en su lado correspondiente y pronto empezaron a comer. Ambas hicieron comentarios respecto a sus platillos y continuaron una conversación trivial mientras terminaban.
Al llevar cierto tiempo de haber terminado sus respectivas cenas, Ana pensó que sería buena idea sacar el tema de lo sucedido esta mañana.
-Creo que ahora es mi turno de pedir permiso para hacer una pregunta.-habló, dejando a un lado su plato vacío.
Vero alzó una ceja y la miro con expresión insegura.-Hmm, a ver. Abriré el champagne mientras.
-Bien, aplica lo mismo que usted me dijo a mi, que si no se siente cómoda contestando, puede no hacerlo.-empezó a jugar con sus manos sobre la mesa h vio a su maestra asentir.-Es respecto a algo que sucedió esta mañana.
Dejo su oración hasta ahí para observar alguna reacción de su parte, pero no consiguió nada, ya que la mayor estaba con su atención puesta en la botella de champagne que intentaba abrir sin causar un desastre. Aún así, hizo un sonido afirmativo, indicando que seguía escuchándola.
-Yo... quisiera saber si le sucedía algo esta mañana en el instituto.-Vero frunció el ceño luego de abrir con éxito dicha botella.-Lo digo por la manera un poco... cortante, si, en la que me saludo en los baños.
-¿Te parece si primero brindamos?-levantó su mirada hacia Ana por primera vez en un largo rato.
La menor desvío su mirada y suspiro antes de asentir con la cabeza, sintiendo la necesidad de replicar, pero siendo consciente de que al menos recibiera una respuesta luego. Tomó una copa y la coloco frente a la mayor, esperando a ser servida.
Las burbujas subían a medida que la copa se llenaba, llegando a no más de la mitad de esta y luego se esparcieron formando una base arriba.
-Por permitirme estar contigo hoy y porque seas muy feliz siempre.-Vero alzó su copa primero, a lo que Ana la siguió y sonrio cómplice para aprobar sus palabras.
Luego de esto ambas chocaron cuidadosamente sus copas y bebieron del contenido en ellas. Terminaron con una sonrisa y la mayor se dedico a llenarlas de nuevamente.
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Holis, ¿como están? Espero y estén bien, perdón por andar bien ausente, mis exámenes "ASHHH" no me dejan tiempo para actualizar, estoy bien, muy buen diría, JSJSJSJSJS gracias por leer 💋
