En el momento en que sucedió, Ana se asustó, su mente se desubicó de lo que estaba pasando, porque simplemente no podía ser cierto.
Pero sí lo era.
Se alejo de sus labios, cortando así el pequeño beso rápido que su mayor le había proporcionado y la observo con sus ojos levemente abiertos en sorpresa. No pudo decir nada, sentía que no había necesidad de decir algo. A este punto, ambas eran conscientes de lo que pasaba.
—Ana, l-lo siento, esto...—la Miss Vero pareció reaccionar y se levantó rápidamente del sillón, pero Ana fue rápida y la detuvo.
—No...—la miro a los ojos y lentamente fue haciéndola sentarse de nuevo en el sillón.—...ya no más, por favor.
Vero puso una expresión de extrañeza en si rostro y volvió a sentarse, tragando saliva en el momento en que su alumna fue poco a poco abriendo sus piernas y colocándolas a los costados de su cuerpo para lograr sentarse sobre su regazo.
—Ya no más que?—fue lo único que se le ocurrió preguntar ante la situación.
—Que ya no quiero que me haga sufrir más.—Ana su ubicó correctamente sobre su regazo, cruzando sus brazos al rededor del cuello de su maestra.—Quiero que vuelva a besarme porque eso es lo que usted y yo queremos desde hace un tiempo.
Ana ni siquiera sabía de dónde estába sacando tanto valor para hablar así. Sólo sabía una cosa, y es que esta vez no pararía hasta co seguir lo que quería.
—¿Por qué no me besas tu?—retó Vero, con una picara sonrisa en su rostro.—Ya lo hice yo una vez, si tanto lo quieres de nuevo, pues búscalo tú.
La menor entrecerro sus ojos y soltó una pequeña risa nasal, mirando fijamente los labios de la Miss Vero. ¿Deveria hacerlo?
Tomo un poco de aire para su nerviosismo y lentamente, observando la pequeña sonrisa de su maestra, se fue acercando a su rostro . A cada segundo que pasaba se encontraba más cerca de ese lugar que tanto había anhelado probar, hasta que sintió la proximidad de su aliento y supo que era el momento.
El mínimo roce que ocurrió sobre sus labios y las mariposas que golpeaban en estomago de Ana, hicieron que, cerrando sus ojos, finalmente uniera sus labios con los de su maestra, quien inmediatamente tomó la cintura de la menor y comenzó a pasear sus dedos por la tela de su camisa.
Sus labios comenzaron un suave y lento beso. Todo sucediendo sin prisa, pero sin intenciones de parar.
Ana sentía que estaba probando el cielo en estos momentos. Poder sentir la calidez de los labios contrarios y las manos que no dejaban de acariciar su cuerpo la estaban llenando de deseo por más, no quería que ese beso acabará nunca.
No había habido lengua por parte de ninguna de la dos, hasta que la experiencia de la Miss Castro se manifestó y decidió poco a poco ir convirtiendo ese beso en uno un poco más apasionado. Apretó con una mano la cintura de Ana y subió la otra, apartando su cabello para poder tomar la parte de atrás de su cabello y presionó más sus labios, buscando profundizar el beso.
Ana gimio un poco ante la presión repentina que su maestra había aplicado para que sus rostros estuvieran aún más cerca. Al escucharla, la Miss Vero habría sus ojos y se alejo solo un poco para observar con duda a la menor. No es como si la hubiese tocado en algún otro lado que no fiera su nuca o cintura. Es más, ni siquiera debía pensar en hacer eso.
La pelinegra volvió a buscar los labios de su maestra al momento en que estos la abandonaron, ignorando completamente la mirada extrañada que está le había brindado. Vero decidió ignorar dicho acontecimiento y volvió también a besar a la menor, esta vez posicionando ambas manos sobre las caderas que se encontraban sobre ella.
Luego de unos segundos de más besos y caricias, decidió levantarse, llevando el cuerpo de Ana consigo. Con mucho cuidado, posiciono a la menor boca arriba sobre la superficie acolchada del sillón, seguidamente de ella colocándose entre sus piernas abiertas, con el espacio justo para su cuerpo.
Intento buscar sus labios de nuevo, pero esta vez pudo sentir la respiración agitada de la menor, observándola con sus ojos brillantes en expectación. Noto como sus labios se encontraban un poco más hinchados y sus mejillas marcadas con un ligero rojizo. Le sonrió y acaricio el costado de uno de sus muslos.
Prontamente volvieron a besarse, Vero teniendo cuidado de no incomodar a la menor con ligero peso sobre ella. Su mano acariciaba suavementebla piel de su mejilla, a la vez que no podía dejar de debatirse entre sí podía tocar otro lugar o no. Por fuera se notaba muy segura de lo que hacía, incluso si expresión revelaba esto. Sin embargo su mente estaba confundida y no sabía mucho cómo proseguir.
Ana puso sus manos sobre los brazos cubiertos por el suéter de la Miss Vero, los cuales se encontraban a cada lado de su cuerpo luego de que había dejado de acariciar su rostro, acariciando estos con sus inexpertas y temblorosas manos. Sintió a su Maestra rozar contra su entrepierna y ahogó un pequeño jadea en los labios adversos.
La Miss Vero, al escuchar, pareció recién haber caído en cuenta de lo que estaba pasando y rápidamente se separó, salió de entre sus piernas y se levantó. Se quedó unos segundos observando a Ana, quien también laveia a ella mientras se reincorporaba de manera nerviosa sobre el sillón y arreglaba su ropa.
Vero aclaro su carganta y empezó a caminar hacia el comedor.—Debo irme. Si necesitas algo puedes llamarme de nuevo.—Tomo sus llaves que había dejado sobre la mesa y Ana se levanto lo más rápido que pudo para ir a abrirle la puerta.—ve a descansar.
Ya en el umbral de la puerta, Ana asintió, sin decir nada. Sabía que sus mejillas seguían rojas y su torpe accionar la delataba también.
Antes de que la Miss Vero se fuera, se fijo si había algún vecino fuera de su casa o alguien que pudiera verlas, pero al comprobar que no era así, dio un paso más y se acercó nuevamente a Ana, la tomó por la cintura y planto un beso corto cerca de sus labios.
—Buenas noches, Ana.—dijo cerca de su oído, antes de separarse y comenzar a caminar hacia su auto.
—B-Buenas noches, Miss Vero...—susurró sin que ella pudiera escucharla realmente.
.
.
.
.
Buenas noches, se que esperaban esto, pero aun no pasara así que sean pacientes por favor 🙈💋...