Capítulo 8

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Stella

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Stella

Navidad, navidad, blanca navidad...

Extraño la nieve de Salt Lake, aquí es sucia y contaminada, el sonido de los claxon me recuerda que esta era mi sueño. Salí a caminar cerca, porque la soledad me mata, siento que el pequeño apartamento comienza a reducirse, que las paredes se mueven y me ahogo.

Es la primera Navidad que paso lejos de mi padre después de la muerte de mi mamá, la última función fue hace tres días y terminé muerta, la verdad estaba en un estado comatoso que me hizo despertar hoy, cuando vi la fecha me sentí realmente deprimida y ahora estoy vagando por Nueva York, como si soy Kevin en Home Alone. Cuando entro a Central Park, camino hasta sentarme en el primer banco. Me acurruco en mi abrigo y me concentro en el silencio.

Mirar con mis propios ojos lo que Tess muchas veces me contó como confidencias, fue una decepción, sabía que William Grant no es material para nada, pero después de su declaración que sería suya, me pareció una excelente idea ir en Uber hasta su bar, por supuesto que el conductor me preguntó si estaba segura de bajarme ahí. El hombre que estaba aquella noche, que me impactó por no tener dientes, contaba con esa noche con una dentadura postiza y me dio un sonrisa que fue capaz de calmar, pero al llevarme a la oficina y ver que el padre de Stacie estaba a punto de drogarse, me recordó que no es lo que estoy buscando.

Prefiero seguir siendo solamente yo, Stella, pero sin estar atormentándome, las pocas amigas que tengo todas tienen novio, quisiera saber qué se siente que te tomen de la mano y te lleven a caminar, que te inviten a tomar un café y sonreírse tontamente. Siempre estuve enfocada en la danza, no tenía tiempo para nada más y debería seguir así.

Exhalo cansada, recordando los momentos felices, imaginando que estamos en dónde mi abuela en Colorado, compartiendo en familia y siendo la niña consentida. Una mañana como esta en cualquier lugar donde pasáramos las fiestas, nos reuníamos bajo el árbol para abrir los regalos.

Comienza a nevar y me levanto para mirar el cielo, alzo mi rostro al cielo observando como los copos caen, algunos están mi cara, pienso en mi madre y por un segundo creo sentir su presencia a mi lado. Decido volver a casa y tratar de descansar, para prepararme para mi primera temporada, la primera como bailarina principal.

Me tengo que despedir de muchas cosas, hasta de dar clases en los centros comunitarios, además en primavera estaré graduada oficialmente. Así que tengo lo que deseo.¿Pero por qué siento que falta algo?

Trato de alejar todos esos pensamientos y caminar, las personas comienzan a salir e imagino que irán a casa de sus familiares, con el corazón triste regreso a casa.

***** 

El timbre suena como si están a punto de quemarlo, me levanto desorientada.

—¡Voy, voy! —grito saliendo al pasillo.

Cuando estoy pasando por el mueble, por arte de magia me golpeo el dedo pequeño del pie, salto maldiciendo y trato de llegar a la puerta. Me asomo por la mirilla y reconozco al hombre, pero no me viene de donde lo conozco.

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora