Will Grant
La muñeca de papá, eso es Stacie, mi princesa, lo único que realmente me importa en esta vida. Llegó a nuestras vidas cuando todo parecía imposible, todo se iba al carajo, es la única persona a la que amo, que me importa realmente.
Mi hija es todo.
Ella salta bailando por la casa diciéndome que será como su profesora de baile, la rubia resultó ser algo sorprendente. Mirarla bailar fue como un hechizo, una ninfa que danzaba y que demostraba lo hermosa que es. Tuve una maldita erección durante la presentación, pensar que estaba molesto por tener que ir a esa mierda y fue toda una sorpresa, encontrarla ahí.
—Papá, quiero zapatillas de ballet de regalo de navidad —me pide Stacie.Sonrío.
—Todavía no puedes usar esas zapatillas, pero te compraré las más hermosas que encuentre.
Mi niña sonríe, sabe que no hago promesas en vano. Mi amor por ella ha hecho que demuestre lados de mí que están muertos, he hecho tutus para sus presentaciones.
—No conocía a esta profesora de ballet, ¿es nueva? —pregunto tratando de averiguar.
—Sí, está dando clases a las de mi año, ella estudia en Julliard, además parece una princesa, Stella es hermosa, ¿verdad, papi?
Se me queda mirando con sonrisa, esa de las que usa cuando estoy tratando de saber. Mi princesa puede ser pequeña en edad, pero madura de mente y estoy seguro de que intuye que su profesora de ballet me llama la atención. Camino hasta la cocina y la escucho seguirme, saco todo para cocinarle una comida decente algo que normalmente no hago. Cenamos en silencio, mi hija es lo más importante, es lo que me mantiene con vida cuando podría quitármela.
*****
Explosiones, disparos, gritos, niños en el piso, esto es todo lo que conoces como guerra. El dolor, la devastación. Camino sobre cadáveres, observo una niña con sus ojos de color miel mirándome fijamente, esto lo hicimos nosotros.
Nosotros que supuestamente ayudamos.
Más adelante una mujer sosteniendo a su bebé, sus ojos vacíos nos observan mientras mi tropa y yo tratamos de encontrar a alguien con vida. No lo hay, lo sé, camino unos pasos más y me paralizo.
Leah y Stacie.
Las dos me observan sin vida, corro hacia ellas y algo me detiene, no puedo moverme. Bajo la mirada a mis pies, estoy dentro de arena movediza que va absorbiendo, que me succiona evitando que me acerque a ellas. Mi bebé y la mujer que amo, escucho el silbido de misiles.
—¡Ayuda! —grito.
Mis hombres se burlan, no puedo creerlo, ellos están burlándose de mí. Trato de salir, pero no puedo lograrlo, alzo mi mirada y diviso un mísil que se dirige aquí.
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Ramé
Romance¿Qué haces cuando tienes tu vida planeada y el destino te cruza con el amor y el caos? Todo lo prohibido es deseado. Will Grant es un hombre atormentado, un criminal de guerra y un traficante que lucha con demonios que lo obligan a dejar la luz atrá...