Capítulo 28

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Vitelio

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Vitelio

Sé que estoy luchando solo, que hasta mi hermano piensa que estoy loco, ninguno de ellos fue capaz de reprocharme el que asesinara a nuestra madre. Esa tarde en el restaurante de Vicenzo perdí los papeles y me encontré con un Vitelio que había estado encerrado por mucho tiempo en los calabozos de un traje hecho a la medida.

Mi obsesión por Stella saca lo peor de mí, ya que podría conseguir a cualquier mujer que esté dispuesta a abrirse de piernas para que la folle, que la llene de ropa cara y joyas, sin embargo, ella me dejó en claro que no le importa nada de eso, que podría vivir en la pobreza extrema y sería feliz. Eso me hizo interesarme más en su forma de ser, en la manera tan especial con la que se entrega a los desamparados y a su familia, en un mundo como el mío encontrar una joya como ella es imposible, las mujeres que están a mi alrededor solo necesitan un poco de lo que les doy para sentirse conformes. Harto de lo banal, de lo sexual y de la violencia que reina a mi alrededor, pensaba conquistarla poco a poco, sin embargo, hay personas que son capaces de leerte sin siquiera conocerte y eso hizo Stella Carter conmigo.

Traté de acercarme miles de veces, de ser paciente, de mostrarle el caballero que soy, solo que parecía conocerme desde hace mucho tiempo y no se creyó todas mis mentiras. Besarla fue narcótico, fue cómo quedar al borde de un abismo y necesito ser salvado, esa imperiosa y salvaje necesidad de hundirme dentro de su coño y poseerla, de arrebatarle todo para después devolvérselo.

Saber que otro había disfrutado lo que me pertenece, provocó que mis pensamientos se enajenaran y perdí la razón. Asesiné a Helen hace pocos minutos, su cuerpo yace en un charco de sangre.

Mis hombres la violaron frente a su esposo, era el pago que necesitaba por haberme traicionado y por hacerme esperar por algo que es mío. Disfruté de sus gritos de dolor, sus ruegos de que se detuvieran mientras Steve observaba horrorizado lo que le hacían a su mujer.

Le recordé que tenía una hija y que podía pagar de la misma manera si no colaboraba conmigo por última vez y fue así como encontré la dirección de la abuela de la mujer que me obsesiona.Carmine se acerca ajustándose la americana de su traje y mirando el desastre que tenemos dentro de uno de los galpones que poseemos a lo largo del muelle. Mi Underboss, está cuestionando cada una de mis decisiones, se lo he dejado pasar solo porque llevamos la misma sangre, si mi hermano lograra entender lo humillado que me siento por el rechazo, porque Stella escogió a William Grant y no a mí, porque soy un hombre acostumbrado a tener todo.Prefirió escoger a la basura y no la riqueza, además de que, en quince días, el maldito asesinó a una veintena de mis soldados sin ayuda de nadie.

Sé que me enfrento a un hombre que no tiene nada que perder o tal vez lo tiene ya todo perdido, pero William Grant ha sido la piedra en el zapato desde el mismo momento en que comenzó a distribuir las drogas del cártel de Sinaloa y ahora con el apoyo de ellos quieren joderme hasta el punto de destruirme. Sé que las familias están en mi contra, voy asesinando a aquellos que creen que pueden alzar su voz y recriminarme mis acciones.

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora