Epílogo

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Will

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Will

Cinco años después…

Y la vida te regala un nuevo día para comenzar de nuevo a diario, siempre tienes una oportunidad de vivir nuevamente si despiertas al amanecer.  Una mañana hace cinco años, tuve la oportunidad de comenzar de nuevo con la mujer más maravillosa del mundo. Todos apostaron a nosotros, muy a pesar de los trece años de diferencia, del pasado y de todo lo que vivimos al comienzo de nuestra relación, pocos sabían la verdad, Abby pasó del odio al amor, cuando se dio cuenta de que mi amor por Stella es de aquí a luna infinitamente las veces que pudiera ir y venir.

No es fácil llevar nuestra relación, pues todas las mañanas me despierto luchando contra mi adicción, llevo seis años limpio, después de que todo lo que se secó dentro de mí pude florecer, no diré que soy un nuevo William, tampoco un mejor hombre, soy uno que lucha por hacer feliz a dos mujeres, que aprendió a perdonarse y a amarse de nuevo, porque comprendí que hasta los hombres somos capaces de perder el amor propio.
Sigo siendo un criminal.

Tengo una empresa clandestina de tráfico de armas, bajo la fachada de una empresa de seguridad. Atrás quedaron mis días de ser el dueño de un bar o un traficante menor de drogas, mis lazos con la mafia italoamericana se rompieron la misma noche que asesiné a Vitelio Gambino. Sin embargo, Carlos Rodríguez, el capo del cartel mexicano sigue siendo un gran amigo y aliado.
Una noche hablando con Stella descubrimos que lucho entre la oscuridad y la luz, no sé si es cierto, sin embargo, pienso que ella y mi hija son la expiación de mis pecados, iré al infierno, pero todos los días a su lado vivo el cielo.

Stacie cada día crece un poco más, se parece a Leah, pero también tiene algo de mí, creo que hasta de Stella, sigue siendo la niña disciplinada que quiere lograr ser la mejor bailarina de todos los tiempos, a su lado hemos crecido como padres. Hace tres años, adoptamos a un pequeño, Nicholas, era todo lo que nos hacía falta para completar nuestra familia. Aquella tormenta le quitó la oportunidad a mi Muñeca de ser madre, sin embargo, la vida la había convertido en la madre de mi hija mucho antes.
Ya no es mi Muñeca de porcelana, porque me demostró que era más fuerte que yo, todos los días y durante aquellos en que trató salvarme, solo que en casos como los míos, solo puedes salvar a alguien que desea ser rescatado, intentarlo te llevará al más profundo hoyo. Estar solo y sintiéndome culpable, me hicieron darme cuenta de lo que estaba perdiendo, un drogadicto pierde el amor propio, pierde el miedo a morir, las adicciones te llevan a cometer actos que no tienen justificación. El adicto no sufre solo, sufren todas las personas que están a su alrededor, es como un enfermo en etapa terminal que espera el día de su muerte y las personas que lo aman lo acompañan.

El amor es sanador.

El amor es paciente.

El amor es amable.

Hoy es el retiro como primera bailarina de Stella, se convirtió en lo que tanto soñó, pisó los escenarios más grandes del mundo, la he visto brillar. Mi ángel desplegó sus alas, hoy será por última vez Odette en El Lago de los Cisnes, siempre tuve curiosidad de la razón por la cual es la obra más montada por las compañías de ballet, me explicó que desde que Tchaikovski compuso la música en el siglo XIX, la historia de amor entre Sigfrido y Odette ha sido la obra más popular.

Para mi dulce esposa tiene un significado especial retirarse el día mundial del ballet, justo antes de la temporada de invierno, ya que volverá como coreógrafa de la compañía y pronto abrirá las puertas de su propio estudio.
Stacie sonríe al verme entrar junto al pequeño Nick con dos ramos de rosas, uno para ella y otro para su madre, como familia tenemos la tradición de darles un presente justo antes de la presentación.

—Papá… —murmura dándome un beso—. Mamá está nerviosa…

Imagino que es así, retirarse a los treinta porque creen que es vieja, pero para mí es lo más sexy del mundo.

—Imagino —contesto sonriendo, Nick sale corriendo al ver a Stella, un amor inexplicable hay entre los dos. Por el rabillo del ojo observo llegar a Tessa y Andrew que siguen velando por mi hija como el primer día, a pesar de que los milagros existen y tienen dos hermosos hijos. Nunca tendré con qué pagarle a mi amiga todo lo que hizo por mí, tengo una deuda de por vida y espero que en el fondo Leah también aprecie lo que su hermana ha hecho.

Sé que en mi mente trastornada y en la suya había muchas realidades, a veces hablo con ella, le pido el perdón por lo que hice, ese peso siempre lo llevaré sobre mis hombros, Stella se acerca con nuestro hijo y me besa en los labios apasionadamente.

—¡Ay, por Dios! —murmura Stacie—. ¡Consíganse un cuarto!

Nos separamos riéndonos y la veo irse con sus compañeras, baila como parte del nuevo sistema juvenil de la compañía, se ha ganado cada papel audicionando. Hace tres años, Stella se convirtió en su madre legalmente, al mismo tiempo que adoptábamos a Nick. Alejo a mi esposa de todo, ella sonríe sabiendo que solo necesito un poco de tiempo a solas y por primera vez en cinco años juntos, le hago una pregunta:

—¿Eres feliz?

Ella acaricia mi rostro, sigo llevando barba y no hay espacios libres en mi cuerpo lleno de tatuajes.

—Lo soy, ¿por qué lo preguntas? —averigua.

Exhalo cansado.

—A veces te sigo odiando por sentirme que no te merezco, aún quiero esnifar cocaína de vientre, tal vez marcarte. —Se sonroja—. En el fondo sé que ese lado oscuro te gusta, pero a veces me pregunto si he logrado hacerte feliz, si de verdad te quedas a mi lado por amarme.

—Te amo, pero si no fuera feliz, sabes que me iría. —Toma mi mano—. Aquella noche que aseguraste que no deseabas ser salvado, supe que lo mejor que podía hacer era irme de tu lado, me dolió, el año que estuvimos separados fue la muerte, pero me tocó aprender a vivir con tu ausencia.

—Muñeca…

—Te amo, Will, aprendí a amar hasta lo que escondes, cuando sales porque te tiemblan las manos, sé que estás luchando con tu adicción, sé que por las noches muchas veces te despiertas asustado por los terrores nocturnos y te quedas en el salón temiendo que me harás daño.

Niego sonriendo.

—Me tienes, muñeca…

—Y tú a mí, vikingo, puede que no seamos un matrimonio perfecto, que nuestro amor comenzó entre el caos más oscuro, pero era lo real de nuestros sentimientos lo que lo hacía hermoso, como Doug y Dumadi nos definieron con aquella palabra, Ramé, nuestro amor comenzó hermoso, pero caótico.

—Nunca lo digo, pero estoy orgulloso de ti, de lo te convertiste y lo excelente madre que eres. —Saco de mi bolsillo una pequeña cajita—. Te amo, hace seis años te entregué mi vida, hoy te prometo que estaré a tu lado hasta mi último aliento.

—Will…

—Muñeca, te amo, porque supe desde que entraste a mi bar que nunca podría sacarte de mi alma…
Stella me besa, puede que no sea el hombre perfecto, pero intento cada día hacerla feliz hasta que exhale mi último aliento y hasta el final de las estrellas.

Fin…

RaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora