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"¿Esa es mi camiseta?"

Mierda, mierda, mierda.

Izuku sintió un frío recorrerle la espalda al escucharle. No podía ser mas patético.

¿Estaba loco? ¿Cómo se le había ocurrido un tan absurdo plan? Katsuki le nubla el juicio, y sin ya poder hacer nada sólo atinó a maldecirse en su propia mente.

No quería voltear a mirar al rubio, pero se lo hacía imposible.

"Estúpido, mírame cuando te hablo. ¿Acabas de sacar mi camiseta mientras me duchaba?"

Izuku tragó saliva, y se volteó con la prenda arrugada en sus manos esperando su merecido.

Ni siquiera supo interpretar el tono de voz en el que el rubio le hablaba; ¿era enojo? No. 

Ahora que lo podía ver bien definitivamente sabía que sensación transmitían esos ojos rojos, era incredulidad.

Quizás estaba sorprendido, nunca antes había sorprendido a Izuku con las manos en la masa; quizás ahora entendía por qué un par de veces sentía que algo le faltaba; un lápiz, una botella de agua, un borrador...

Levantó una de sus cejas y poco a poco al notar la situación una sonrisa burlona apareció en su rostro.

"Eres un puto acosador, no lo puedo creer" rio Bakugo ante la alocada situación que le tocaba vivir con el chico extraño que conocía desde su niñez.

Es decir, Izuku siempre le pareció un chico extraño, y siempre notó como es que de alguna u otra forma siempre se le aparecía en cada puto lugar donde él se encontraba, pero nunca le prestó la suficiente atención; el chico era raro, no gastaría su valioso tiempo en intentar analizarlo. Es inofensivo, sólo un estorbo más en su vida; así merecía ser tratado.

A pesar de saber lo inusual de Izuku seguía sorprendiéndole el nivel de extrañeza en sus acciones; le parecía cómico. La sola existencia de Izuku se le hacía graciosa desde ahora.

Izuku deseó ser tragado por la tierra; Katsuki se reía en su rostro al pillarlo en flagrancia.

Se sentía patético; el amor de su vida burlándose en su rostro, mientras él se aferraba a esa estúpida prenda que lo había hecho armar el ridículo de su vida.

Hubo un momento donde Katsuki cesó su incansable risa burlona, y secándo un par de lágrimas de las comisuras de sus ojos se quedó en silencio, recuperando el aliento.

Izuku sólo en ese momento en que la habitación quedó en silencio volvió a levantar la vista; antes la humillación se lo impedía.

Al elevar la cabeza se topó con la intensa mirada del rubio sobre él, analizándolo.

El ambiente estaba increíblemente tenso. 

No puedo evitar pero contener la respiración un par de segundos; de todo corazón esperaba ser el único en la habitación capaz de escuchar los acelerados latidos de su corazón.

Katsuki mantenía aquella toalla en sus caderas, su trabajado abdomen desnudo desviaba la atención de Izuku inevitablemente; y aquellas pequeñas gotas de agua que caían de sus rubias hebras mojadas humedecían la pálida piel perfecta a su paso.

Kacchan no podía ser más atractivo, pero no podía estar pensando en eso en esta situación.

Izuku, concéntrate. 

"¿Tanto te gusto?" La voz del hombre de sus sueños lo despertó una vez más del intermitente trance, y como si fuese un tomate sus mejillas ardieron al escucharle.

Chico Bonito // BKDKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora