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ADVERTENCIA: Contenido sensible. 

Katsuki sostiene el rostro de Izuku con una de sus manos disfrutando del doloroso placer que las uñas clavadas en su espalda le provocan. El rojo se perdió en el verde y sin despegar de esas lagrimeantes esmeraldas libera su semilla inevitablemente en su interior.

No lo planeó, solo pasa. Siempre le ocurre, siempre se va dentro al dejarse llevar; pero no importa, Izuku le ha dicho que se siente bien.

Aún ve borroso cuándo Izuku se contrae en su segundo climax. El chico tiembla irresistiblemente en cada espasmo, sus interiores le aprietan como si quisiera más de él; las uñas se clavan aún más en sus omóplatos y las lágrimas no dejan de caer por las mejillas cubiertas de pecas.

"¡Ka- ngh Kacchan! Te amo, ¡te amo!"

Katsuki escucha entre gemidos la debilitada voz.

No atina a hacer otra cosa que cubrir la boca de Izuku con su palma, como si deseara no escucharle. No sabe bien qué fue lo que escuchó, o mas bien desea haber escuchado mal. Aún todo es confuso, todo esta nublado, escucha mal, siente de más.

Izuku tiembla bajo su cuerpo mientras lágrimas empapan la palma sobre sus labios. Katsuki se retira despacio, con cuidado y el peliverde siente los fluídos escapando de su trasero, manchando el cobertor debajo a su paso y parte de las bragas que siguen hechas a un costado.

El rubio no habla, aún cubre la boca de Izuku con su palma y sin quitarla de ahí se estira hasta su mesa de noche, sacando como puede un par de pañuelos para asear el desastre que ha dejado entre los muslos del pequeño peliverde que aún no se repone del fuerte climax.

No lo culpa, el también siente como si se fuese a desvanecer. Pero está intranquilo, una amarga sensación le molesta en el estómago; no sabe que es.

Se hace el desentendido y le limpia con cuidado sólo con una mano. Lanza los pañuelos sucios a el basurero de su habitación desde ahí y sólo cuándo devuelve la pequeña braga a su lugar cubriéndole quita la mano de sobre sus labios.

Izuku está color rojo y aún no deja de llorar. Ni siquiera se siente capaz de juntar sus muslos, sus músculos se contraen involuntariamente, siente las rodillas débiles.

"Izuku" Katsuki habla algo preocupado, asustado de lo que creyó escuchar en pleno orgasmo.

Quizás había sido su imaginación, la intensidad del momento a ratos te hace hablar sin sentido.

Eso debe ser, Izuku no es tonto.

"Te amo" Izuku solloza y cubre sus ojos con sus puños. No sabe bien por qué llora tanto, se supone tenía que ser un momento feliz, sólo que no quería que fuese de este modo. Se siente avergonzado, pero ya lo dijo; de todas formas, Katsuki ya lo sabía.

Es mutuo después de todo, ¿No?

Katsuki se ve perplejo e Izuku no entiende bien esa expresión.

Katsuki de pronto siente que hizo algo horrible.

"¿Hablas en serio?" el rubio se atreve a preguntar después de su sepulcral silencio e Izuku logra juntar sus piernas. Mientras seca sus lágrimas asiente.

Katsuki de pronto quiere saltar por la ventana, todo ha sido un gran malentendido. O quizás Izuku llora por eso, porque sabe que ha incumplido su trato, sabe que no debía enamorarse; Katsuki le dijo que sólo sería sexo, Izuku es consciente de que él no le ama.

"Por eso tenemos sexo, ¿No es así? Porque nos amamos." Izuku habla en un hilo de voz con una fea sensación atacándole de la nada.

El rostro de Katsuki se desfigura, Izuku no comprende. Él no está loco, está en lo cierto; Katsuki lleva meses teniendo sexo con él, Katsuki le acaricia y lo besa, lo cuida y le hace obsequios. Se aman, se aman, se aman.

Chico Bonito // BKDKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora