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Kaminari había acompañado a Izuku unos minutos antes de marcharse. El pecoso noto la amabilidad a flor de piel del agradable chico, le había intentado tranquilizar diciéndole que en realidad Eijiro no era un mal chico, que solo es estupido y se deja influenciar fácil; que lo único que desea es la aprobación y admiración de Katsuki pero que a menudo desacertaba con escenas como la de hoy.

Aun así Izuku no pudo calmar su ansiedad, se sentía demasiado humillado como para siquiera mirarle el rostro a Kaminari. Solo asintió en silencio hasta que el chico de cabello color caramelo le dejó sólo en la bodega.

Izuku sintió sus manos temblar, no podía contener el malestar y poco a poco su estómago se contraía mientras su respiración se agitaba. Estaba hiperventilando, ad portas de un ataque de panico.

Los pensamientos intrusivos atacaron su pequeña cabeza mientras que de pronto el cuello de su poleron se hacía más ajustado. Le costaba respirar y de pronto sudaba helado.

¿Por que tenía que ser así? ¿Por que era tan inútil? ¿Por que no podía ser como uno de los amigos de Katsuki? Desearía haber muerto junto a su padre... no; desearía no haber nacido.

En un patético intento por sentir la contención de alguien se entrometió entre las cajas de la bodega, entrando a una de las cajas vacías de cartón solo para sentir el cartón abrazarle por la espalda. Abrazo sus rodillas y escondiendo su cabeza entre ellas sollozó sintiendo el dolor en su pecho estrujando su corazoncito.

Patético, estupido, inútil, fenómeno.

Desea subir al último piso de la facultad y lanzarse al vacío; abandonar a su deprimida madre, dejas atrás a sus acosadores, a sus fantasías, a sus obsesiones, a Katsuki.

No merece ser feliz.

La vida lo ha intentado convencer incansablemente de que no lo merece. No merece nada bueno, no merece tener amigos, amores ni una familia.

Quizás debería dejar de intentarlo; hacerle caso al destino y rendirse.

Quizás así descansará, necesita un descanso.

...

No quiere llorar mas, pero su dolor le aprieta tan fuerte del cuello que necesita gritar hasta deshacer ese nudo.

Es débil, los débiles se quedan en el olvido y los ágiles avanzan; es selección natural.

Hecho una especie de bolita en aquella caja de cartón Izuku lloro incansablemente mientras la sensación de no recibir suficiente oxígeno para respirar le hacía desesperar. Los hipidos llenaban la habitación, pero ni siquiera la caja que abrazaba sus costados lo hacían sentir mejor.

Quiere desaparecer, no quiere sentir mas la angustia que lo acongoja.

"¡Quiero morir!" Logró articular entre sollozos y suspiros desesperados por aire. "Quiero morir, quiero morir, quiero morir" repitió como una mantra cerrando sus ojos con fuerza.

Solo cuándo sintió una mano posarse en su cabello notó que no estaba solo.

Ni siquiera notó en que momento katsuki había entrado a la bodega, pero ahí estaba sentado en el suelo, Justo a un costado de la caja de cartón que fracasadamente abrazaba su espalda.

Izuku intento mirarle entre las lagrimas, pero se le hacía difícil.

De pronto Katsuki sentía el llanto intensificarse, quizás la había cagado al tocarle. En realidad no sabe bien que hacer.

Sero le había dicho que era mejor que fuese a echarle un ojo a Izuku después de lo ocurrido y no sabe bien por qué, pero así lo hizo.

No sabría explicar bien cuál es la sensación que hizo que su estómago se volteara al ver la escena. El pequeño chico de rizos y contextura delgada abrazaba sus rodillas mientras sus manos temblaban incesablemente. No alcanzaba a verle el rostro, pero la mata de cabellos verdes se escondía entre las rodillas. El pecoso estaba dentro de una caja, como si desesperadamente hubiese buscado una zona de de confort para deshacerse de ese dolor que le causaba malestar.

Chico Bonito // BKDKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora