Chico Bonito // BKDK

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"Estoy enamorándome tan rápido de ti..." 

La emoción que invadió a Izuku al escuchar la intrépida confesión de amor de Katsuki fue simplemente indescriptible. Una alegría tan intensa y profunda se apoderó de él que no pudo evitar que un par de lágrimas corrieran por sus mejillas. Sabía que no estaba solo en este momento, que el hombre que tenía entre sus brazos estaba allí con él, sintiendo lo mismo, al fin y al cabo era recíproco, o al menos; comenzaba a sentirlo así.

La felicidad que sentía era abrumadora, casi como si estuviera flotando en una nube de pura felicidad. Sus sentimientos, que habían sido rechazados durante tanto tiempo, finalmente habían encontrado un camino hacia la luz. Ahora se sentía completo, más entero que nunca.

Y Katsuki, quien siempre ha sido un hombre de pocas palabras, estaba igualmente sorprendido por la oleada de emociones que lo abrumaban. Le costaba asimilar aún sus sentimientos, pero no porque no quisiera asumirlos, sino porque es primera vez que se siente así; enamorado. Una sensación increíblemente nueva y emocionante, algo que nunca había experimentado.

Tiempo suficiente ha pasado soñando con esa brillante mirada cubierta de lágrimas que siempre le mira entre tupidas y curvas pestañas. Ambos han recorrido un camino lo suficientemente largo como para conocerse y aceptarse mutuamente. Si bien al comienzo de su extraña relación y acuerdo sexual Katsuki se cuestionaba seriamente el por qué comenzaba a preocuparse por alguien con esas extrañas conductas en la actualidad no podría importarle menos como el chico se comporta. Ya lo ha aceptado, ya lo conoce, ya le quiere, ya comienza a amarle.

Y quien sea que se cruce en su camino diciéndole algo malintencionado al respecto será aplastado, no tiene dudas al respecto.

El futuro es algo aterrador para ambos, están llenos de incertidumbre y con ningún plan entre manos, pero están seguros del presente y eso les sirve de momento.

...

A la mañana siguiente Izuku abrió los ojos y se sorprendió al ver la habitación iluminada por los rayos del sol. La luz brillaba a través de la ventana y se reflejaba en las paredes, llenando el espacio de una cálida energía. Miró alrededor y notó cómo cada detalle de la habitación parecía haberse vuelto más claro y nítido bajo la luz de la mañana.

La sensación de la luz del sol sobre su piel lo llenó de una energía positiva, haciéndolo sentir más vivo y despierto que nunca. Levantó la vista y vio a Katsuki sentado en el sofá junto a la ventana, con una carpeta entre las manos. Parecía tan hermoso en la luz de la mañana, con su cabello rubio bañado por la luz del sol y su rostro lleno de una expresión de calma y concentración.

Izuku se sentó en la cama y rascó sus ojos con los puños, aun tratando de despertar completamente de su sueño. Miró hacia el reloj en la mesilla de noche y se dio cuenta de que eran las 7 de la mañana. El sol acababa de salir en el cielo y Katsuki ya estaba listo para partir.

Quizás ha congelado sus estudios, pero es un hombre ocupado.

La mañana era tan hermosa que parecía hecha a medida para ellos, como si el universo hubiera decidido otorgarles un momento de felicidad en medio de la oscuridad de su entorno. Izuku estaba agradecido por el regalo de esa hermosa mañana, y por el amor y la felicidad que compartía con Katsuki.

A Izuku le pone triste el adiós, pero sabe que le volverá a ver durante la semana. Katsuki siempre encontraría la forma de escaparse para verle, para cuidarle.

Alrededor de las 8 AM una de las enfermeras le dio los medicamentos a Izuku y no mucho tiempo después el rubio se marchó, sin antes despedirse con un tierno beso en su frente y un "Ya nos veremos de nuevo, si necesitas algo sólo dile a una de las enfermeras y estaré aquí."