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El vapor se podía ver en el ambiente generado entre las cuatro paredes del peculiar baño, Izuku aún olía a ese jabón de algodón que se impregnaba sobre su camisa con cada caricia sobre su ropa. Izuku despeja su rostro con la palma de su mano, quitando de su frente los verdosos rizos mojados que gotean sobre sus mejillas, que están sonrojadas por el calor de la ducha y sus labios entreabiertos se acercan a Katsuki, besando el cuello de su camisa con cuidado. Sus manos acarician sus pectorales a través de la fina tela que se ha transparentado por el agua y Katsuki logra percibir el pequeño tirón en uno de sus botones cuándo el pecoso ha comenzando a desabotonarlos. Katsuki suspiró hondo cuando la realización le golpeó.

Realmente es afortunado de tener a un chico así de atractivo como novio.

El pecoso se mueve con seguridad a su alrededor a pesar de estar completamente desnudo. Eso le parece atractivo al rubio, es difícil contrastar a este Izuku con el típico niñato que se sonrojaba cada vez que le arrebataba a tirones sus prendas. Ahora es distinto, ahora Izuku luce poderoso al deslizar sus suaves manos por los hombros de Katsuki, haciendo caer la pesada tela empapada de la camisa a sus espaldas. El pecoso se detiene un segundo a observar a su novio y su atractivo torso desnudo, sus pectorales definidos y su estómago plano, con la musculatura firme comenzando a tomar forma en los abdominales. Katsuki le mira fijo al rostro, hasta que Izuku levanta la mirada desde su torso y le mira a los ojos con una pequeña sonrisita juguetona que le robó un sonrojo a Katsuki. Es la primera vez que consigue sacarle una reacción así de adorable al rubio y es que está en trance, hace diez minutos estaba aterrado pero ahora se siente embobado por este nuevo Izuku que juega con él con tan calculadamente.

Izuku se acerca peligrosamente a su cuello y suspira hondo contra la humedecida piel expuesta. Katsuki se queda congelado, como si realmente fuese un ciervo atrapado por un cazador. Por un segundo hasta su respiración se corta y para disimularlo suspira. No sabe si es que Izuku se dio cuenta de eso, pero aún así es evidente que poco le importa.

El pecoso ha deslizado una de sus palmas por detrás del cuello de Katsuki acariciando su nuca con suavidad mientras estrellaba sus humedecidos labios contra su piel. El rubio no puede evitar, pero estirar su cuello dándole libre acceso a que reclame su cuello como propio, le dejará hacer lo que quiera con él.

Se ha rendido contra su novio.

Izuku sabe lo que hace, o al menos eso parece cuándo ha mordido con suavidad la sensible piel entre sus dientes. Katsuki deja escapar un simulado quejido e Izuku continúa con su tarea, esta vez deslizando sus manos por su torso hasta la hebilla de su cinturón.

El sonido de la hebilla desatándose llega a los oídos de Katsuki pero nada hace al respecto, solo cierra los ojos dejándose hacer por Izuku, quien no espera mucho antes de desabotonar el pantalón y dejarlo caer por su propio peso al suelo, dejándole sólo en boxers.

Katsuki se sentía más libre ahora sin la pesada tela mojada colgando de sus caderas. Izuku quiso alejarse un segundo del cuello del rubio para observarle semidesnudo, pero apenas sus labios abandonaron la sensible piel del cuello del rubio éste se lo impidió, tomándole del cabello para mantenerlo en ese lugar, pegado a si mismo. Ante el tirón Izuku mordió a Katsuki con algo más de fuerza, robándole un audible quejido de los labios y ganándose un tirón de pelo algo más fuerte en reprimenda. Poco le importaba a Izuku el dolor, siempre lo ha disfrutado un poco.

El pecoso sintió como es que Katsuki con su mano libre le sostuvo de la cintura, apegando sus cuerpos en un intento por conseguir fricción. Y es que no podía verle bien al estar ocupado besando su cuello, pero sabía por su actitud que Katsuki estaba ardiendo y sus boxers eran lo único que le impedían chocar sus pelvis. Aún así le dio en el gusto y el rubio reaccionó rápido, deslizando su rodilla entre las piernas de Izuku.

Chico Bonito // BKDKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora