Chico Bonito // BKDK

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Aquel día Shoto en vez de tener a Sero entre sus rodillas sólo consiguió tener un poco más de disgusto por Katsuki.

"Cógeme." Murmuró Shoto apegado a su rostro, susurrando sobre la piel de su mejilla mientras le observaba de cerca, suplicando con aquella vaga mirada por algo de contacto. Por un beso, una caricia, algo más.

Y Sero realmente consideró darle en el gusto esta vez. Pero extrañamente su nueva moral no se lo permitía del todo, el fantasma de la falta de amor de su novio le aterra. No tiene excusas para serle infiel, sabe que nada mantiene a Suki a su lado esta vez.

Así que Sero solo se limitó a aguantar la respiración con ambas palmas sosteniendo los muslos de Shoto, quien aún no se le quitaba de encima, mas bien pareciera querer estar más cerca de él. Sero tiene la impresión de que si se lo permitiese Shoto encontraría la manera de meterse bajo su piel.

El chico es aterrador, pero interesante. Hay algo de divertido en jugar con el peligro, Sero siempre ha disfrutado de estos juegos, sólo que exactamente ahora no es un buen momento.

Shoto se impacienta ante el silencio de Sero, ¿Por qué no hace nada? ¿Por qué no le besa, no arranca sus ropas y le pide con esa egocéntrica voz que se arodille frente a si? La realización le molesta, le enfurece en realidad.

Sero le enfurece, ¿cómo puede ser tan difícil conseguir lo que desea? Hanta es solo un hombre más después de todo.

Sorpresa.

Sero se queja de dolor cuándo unas cortas uñas bien cortadas se clavan en la superficie de sus mejillas con fuerza, lastimando la piel a su paso. Arañando y desgarrando la primera capa de la dermis. Arde y quema.

Tiende a empujar a Shoto con fuerza, pero el heterocromático ignora la fuerza bruta con la que se lo ha intentado quitar de encima. Es más, con sus piernas intenta mantener a Sero inmóvil en aquel punto de la habitación. Se aferra a la piel de su rostro como si fuese un gato sosteniendo un trozo de carne que está a punto de devorar. Sus pupilas lucen dilatadas, Sero siente una indescriptible sensación de intriga y peligro recorriéndole la espina.

"Carajo, suéltame maldito retrasado." Sero maldice con disgusto dándole un manotazo, con el que logra quitárselo de encima. Shoto no es un hombre grande después de todo, sólo es alto, pero Sero lo es más.

Todoroki cae a un costado, levantándose con rapidez y estirando sus ropas. Aún tiene esa mirada inquietante, luce algo loco, fuera de si. Totalmente distinto al Shoto al que está acostumbrado Sero. Antes mirarle era como observar un cuadro en blanco, ahora las emociones se manifiestan con fuerza en su aura, el problema es que son difíciles de interpretar. Son tantas emociones que se entremezclan entre si, se enredan y se estiran, se rompen y se juntan, tal como si fuesen hilos de una marioneta descompuesta.

Shoto se le acerca una vez más, evitando que Sero escape de la habitación al tomarle del brazo. Sero le mira con una clara expresión de molestia, está irritado.

"Dame lo que quiero." Shoto reclama con su mano temblando y su mandíbula tensa, apretando sus dientes con fuerza al hablar.

Lucía como una bomba de tiempo.

"No."

"¡Dame lo que quiero!" Levanta la voz sosteniendo con más fuerza su brazo al estamparlo contra una de las blancas paredes. Shoto utiliza todo el peso de su cuerpo para mantener a Sero contra la pared, pero es inútil, Sero tiene mas fuerza, es más grande.

Shoto se queja de frustración al notar cómo es que el pelinegro se comienza a zafar de su agarre sin mucho esfuerzo. Casi como si hiciera un pequeño berrinche.