-5-

5.4K 515 318
                                    


"Kacchan" Izuku hablo rompiendo el tenso silencio que de pronto ambientaba los vestidores.

Izuku ni siquiera era capaz de percibir esa incomodidad; para el las cosas iban bien. Claramente desde las espaldas del rubio que intentaba vestirse unos pasos mas allá se le hacía difícil descifrar qué expresión tendría en el rostro.

Katsuki estaba jodidamente espantado de lo que acababa de hacer.

Estaba aterrorizado. 

Pero maldición, se sintió tan bien en el momento.

Ahora solo sentía rechazo.

De Izuku siempre lo sintió, ¿Pero de el mismo? Tenía que estar muy jodido.

"Cállate, no hables" pidió al terminar de colocarse sus ropas limpias, a pesar de que el sudor pegado a su piel comenzara a secarse.

Se bañaría de vuelta en casa, ahora lo único que quería era escapar de ese lugar. No quería ver a Izuku, no quería escuchar esa voz; menos ese tonto apodo.

Que vergüenza.

Izuku solo asintió, sin entender bien por que Katsuki le pedía algo así. Pero no importaba, el obedecería si eso hacia a Katsuki feliz.

...

Ya era de noche e Izuku recién entraba a su casa. Limpio su calzado en la alfombrilla de bienvenida y se adentro en la oscura morada.

Todas las luces seguían apagadas; a menudo Inko se perdía en sus pensamientos y olvidaba ciertas cosas básicas que deben hacerse en casa.

Su madre aún permanecía sentada en el comedor, tal como había quedado después de almorzar por la tarde, antes de que se fuese a la universidad. Probablemente ni siquiera se había movido de ahí.

Pero Izuku ya estaba acostumbrado.

Las cosas ya llevaban años así; su madre a menudo tenia malos días.

Pero no importa, para eso esta el.

La torre de loza sucia que permanecía en el lavaplatos seria algo de lo que se ocuparía mas tarde. Ahora solo quería darse una buena ducha y tirarse sobre su vieja cama a pensar en Katsuki y sus fuertes manos reclamándole como suyo.

Era una fantasía hecha realidad; Katsuki le amaba.

Tanto como el lo amaba a él.

Después de besar la frente de Inko en forma de saludo el de pecas corrió al segundo piso y se desplomo inmediatamente en su cama, hundiendo su cabeza en la pomposa almohada.

Quiso gritar de alegría, nadie le podría arrebatar las mariposas en su vientre.

Juraba aun poder oler la varonil esencia del rubio a su espalda; de solo imaginarlo de nuevo junto a el le daban escalofríos.

Tomó su celular y se dirigió a las redes sociales; solo las utilizaba para checar las redes sociales de Katsuki, ni siquiera posteaba. Bajo en el inicio de su perfil de Instagram, viendo una a una las fotografías que ya habia visto mil veces antes; fotos con sus amigos, fotografías de él jugando baloncesto, una fotografía con Camie...

El peliverde suspiro ante la imagen de la alegre chica; claramente Katsuki y Camie no tenían ningún tipo de relación romántica formal, o sino el rubio no lo hubiese reclamado como suyo en los vestidores por la tarde.

Pero no descartaba que existiesen o hayan existido sentimientos románticos entre ellos que aun no se alcanzaban a desarrollar. Eso lo ponía ansioso; no le quitarían a Katsuki.

Chico Bonito // BKDKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora