Her Books His Billions [+18] 📚💎 1° Libro Biología Billions

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Savannah :

Me senté en la orilla de mi cama mirando a la ventana como el sol ya estaba por salir es una vista hermosa, miro el reloj y son las seis de la mañana, me levanto a darme un baño con el jabón de frambuesa con coco y mi shampoo de vainilla, tarde quince minutos en bañarme, al salir me puse un vestido bustier rosa con un hermoso estampado de flores y tacones rosas a juego.

Al bajar las escaleras me dirigía al comedor pero me encontré a Marianne, quien al verme me miraba con una sonrisa.

— Venía a decirte que el desayuno ya está listo— Sonriendo— vamos, Aleksander te está esperando.

Me llevo al comedor, el cual era estilo moderno con unas lámparas y focos dentro, mi marido estaba leyendo el periódico.

—Buenos días— Tomando asiento a lado de él.

—Espero que hayas descansado bien— dejando a un lado su periódico.

—Sí

Anders le pidió a una de las mujeres que estaban en la cocina que sirviera el desayuno, el cual consistía en huevos, tocino, fruta, jugo de naranja y café.

—¿Qué haces vestida así?— Aleksander tomando de su jugo.

—Tengo que arreglar un par de cosas en la librería— Tomando café.

—Mis hermanos y Aurelia van a venir a las cuatro de la tarde

—Si te preocupa que no esté aquí, voy a tratar de llegar antes.

—Me tengo que ir, nos vemos mas tarde— Se acercó a tratar de darme un beso en los labios, aparte mi rostro para que me lo diera en la mejilla— Recuerda el trato, me tienes que pedir permiso.

Terminé mi desayuno sola, al terminar recogieron la mesa, me acerque a Anders quien hablaba con uno de los hombres de seguridad, al verme me dedico una sonrisa.

—Señora Müller— Sonriendo— ¿En qué le puedo ayudar?.

—Anders solo dime Savannah— viéndolo con una sonrisa— ¿Quería saber si ya está mi auto aquí?

—Claro, una disculpa señora Savannah, el señor Müller me entregó esto— Sacando mis llaves y otras acompañadas de un control— son las llaves de la casa y el control del portón.

Al salir me subí a mi Mercedes para dirigirme a la librería, hora y media más tarde llegué a mi destino, afuera de la librería había una gran fila para entrar, baje de mi auto, al estar dentro de la librería, veía a Gisel y Artemis corriendo de un lado a otro, al verme Gisel me sonrió.

— Es todo un caos, hemos vendido más de $1,000— Emocionada.

Me dijo que me pusiera en la caja para cobrar, al verme todos los que estaban comenzaron a gritar mi nombre.