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Savannah :

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Savannah :

Tenía un brazo adolorido, mil picadas de mosquito en mi cuerpo, resultado de un campamento del que tuvimos que volver antes de tiempo por la "accidental intoxicación" de Aleksander, gracias a unas moras silvestres obsequiadas por mi como venganza de lo que pasó en Maldivas, casi lo mato, por poco mato a mi propio esposo, en fin, no pasó a más de dos días en el hospital.

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Me fui a dar un baño con el mismo jabón y shampoo de vainilla, me puse una blusa de manga larga, una falda color crema, un abrigo rosa pálido y unos tacones.

Aleksander no me a dirigido la palabra desde lo ocurrido de las moras, nos evitamos a toda costa, no hablamos sin pelear, incluso los empleados de su casa temen ponernos en un mismo espacio, la última vez que estuvimos en el mismo espacio comenzamos a discutir porque entró a mi habitación sin pedir permiso, incluso le lancé mi pantufla. 

Baje con cuidado de no hacer ruido, tomé una taza de café que me dio Marianne antes de ir a reunirme con mi amigo Stefan para comenzar a construir una nueva sede de Armani Industries, en donde mi familia estuvo de acuerdo y me apoyaron sin dudarlo.

Una vez que termine mi reunión, fui a la librería, cada día que pasa llega más gente gracias a que mi matrimonio con Aleksander Müller salió en la portada de la revista Vogue, después de cerrar la librería me quedé un poco más de tiempo.

Llegué a casa pasada la una de la madrugada, todo estaba oscuro dejé las llaves en la mesita del living, me quite mis tacones para subir a mi habitación y ponerme mi pijama para caer en los brazos de Morfeo.

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Restregué mis ojos, enfoqué mi vista y ya era de día, me levanté y me fui a darme una refrescante ducha.

Al salir del baño como de costumbre, salí desnuda a la habitación, como si de mi casa se tratara, me sentía de buen ánimo.

—Un mamut chiquito— Empecé a cantar con euforia y a mover mi cuerpo— Quería volar....

Alguien a mis espaldas aclaró su garganta, cerré con fuerza mis ojos ¡Mierda! Si era quien pensaba estaba muerta ¡Demonios! Estaba paralizada no quería girarme llevé mi vista a una mesita que estaba cerca de la ventana, estaba totalmente desnuda, como vine a este mundo.

—Sigue cantando Savannah— Confirme lo peor— también me se esa canción.

Fue en ese momento, el titanic chocó con el iceberg.

Era Aleksander, maldición estaba congelada, me giré y estaba de brazos cruzados, una sonrisa arrogante adornaba su cara, yo estaba muerta de la vergüenza tomé una sábana de la cama para cubrir mi cuerpo.

—¿Que haces aquí?— Pregunté tratando de esconder mi vergüenza.

—Aquí vivo, aquí como, esta es mi casa, ¿Lo recuerdas?— Responde mientras escanea mi cuerpo con su vista, siento que con esos ojos puede ver hasta lo más profundo de mi oscura alma.

Her Books His Billions [+18] 📚💎  1° Libro Biología BillionsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora