37. ENSUEÑO

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Fuimos a comer al restaurante dentro del jardín que llevaba el mismo nombre: Restaurant Rosengarten. Svahn se comunicó haciendo uso del alemán y que sexy se escuchaba hablando alemán.

El restaurante era magnífico. Nuestra mesa se encontraba en el exterior, dejando a la vista la puesta del sol y el escenario de una ciudad activa y con tanta historia. Comimos delicioso, y no pudo faltar la fondue y una buena copa de vino.

—¿Cuál era el nombre de tu madre?

Quería saber más sobre su vida.

—Alicia.

—¿Y el de tu padre?

—Razvan.

—Una sueca y un rumano. ¿Cómo se conocieron?

—Fue en una cafetería cerca de la universidad de Malmö. Mamá estudiaba el último año de historia y Razvan había llegado a Suecia para ocupar un puesto en el departamento de física, donde impartiría clases. Razvan no conocía nada de la ciudad y a mi madre le gustaba ayudar a otros. Así inició todo. Al cabo de un tiempo, Razvan pidió su transferencia definitiva a Malmö. Se casaron tras ocho meses de relación.

Svahn no se refería a su papá como padre. La forma en la que pronunciaba su nombre connotaba resentimiento.

—Vaya, que rápido.

—Lo sé. La noticia le encantó a mi tío—dijo con sarcasmo.

—Imagino que, a tus abuelos paternos también, ¿no?

—Mi abuela estaba muy enferma para cuando Razvan se fue a Suecia. Murió cuando él estaba fuera y enojada por haberse ido tan lejos. Mi abuela quedó viuda desde muy joven y se alejó de su familia. Nunca dijo porque, solo se alejó y se dedicó a sus dos hijos. Mi tío al ser mucho mayor que Razvan tomó las riendas de la familia y cuando mi abuela murió se puso peor, especialmente al saber que murió enojada con su hijo menor. En unas vacaciones Razvan llevó a mamá a conocer Bucarest y a mi tío, pero las cosas no salieron tan bien. Mi tío no la aceptó. Mi madre era extremadamente buena y siempre trataba de tener una buena relación con él. Lo invitó a la boda, pero no asistió a esta.

—Entonces tu tío agarró el enojo de tu abuela y lo hizo suyo.

—Si. Razvan lo dejó con la responsabilidad de cuidar a su madre y luego una mujer lo "ató" a otro país. Mi tío no es de entender razones, para él solo existe el negro o el blanco, no más.

—Vaya...

—Toda familia tiene su lado malo—vaya si eso era cierto.

—¿Cómo era tu madre?

—Un desastre—recordó con diversión—. Despistada, olvidadiza, nada organizada... Era excelente haciendo postres. Y era muy buena en manualidades también. Inteligente.

—Dicen que los bebés heredan la inteligencia de la madre—lo leí en algún lado.

—Esas son buenas noticias.

—La recuerdas mucho.

—Cada día. Solo pasó ocho años conmigo, pero esos ocho años fueron estupendos. No hay cosa que no recuerde de ella—expresó con nostalgia.

—¿Puedo preguntar sobre su muerte?

—Cáncer de ovario—el nombre me puso la piel de gallina—. Le detectaron el tumor cuando asistió a una consulta al ginecólogo. Creyó estar embarazada, pero no. Para cuando la diagnosticaron ya estaba muy avanzada la enfermedad. Aun así, luchó hasta el final y nunca le vi triste, al menos conmigo. Siempre sonreía y reía y seguía queriendo hacer todo lo que hacía normalmente, pero se cansaba muy rápido. A veces Razvan me regañaba porque agitaba mucho a mamá. No quería que la molestara, y ahora lo entiendo... Esos últimos meses no asistí mucho a la escuela. Solía escaparme y regresar a casa para estar con ella. Mamá me decía que hacía mal, pero nunca me regañó.

Siempre Incorrecta© (#1) +21 ✓ ✓ ✓ COMPLETA [SAGA INCORRECTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora