Fue un trabajo arduo que Miss Ute dejara libre a Svahn. Se sentía muy a gusto conversando en su lengua materna con el chico. Gracias a la intervención de la maestra Estela, otra docente que daba inglés, Miss Ute se despidió.
—Te has ganado a Miss Ute. Impresionante.
—Uy, es un buen momento para hacerles una lectura—expresó Meche, lista para sacar sus barajas de su mochila. Esta chica iba a todas partes con su tarot.
—No, Meche, es hora de dejarlos solos. Vayamos por un cafecito.
Mierda, aun no estaba lista para enfrentarme a solas con Svahn...
—Cierto, cierto. Ya será para la otra. Un gusto conocerte.
—Igualmente.
—Cuida bien a nuestra Virza. ¡Adiós!
Estefi jaló del brazo a Meche, marchándose y dejándonos solos. Tragué saliva.
—Así que sabes alemán—dije, sin saber que más mencionar para iniciar la conversación. Creo que ese era un buen punto a iluminar.
—Si. Pasé parte de mi juventud viviendo en Alemania—comentó. Sabía cuatro idiomas. Cuatro. Yo apenas y podía cantar "pollito chiken, gallina hen" y me sentía orgullosa por eso—. ¿Te molesta que haya venido?
—No—respondí veloz—. Fue sorpresivo, pero no...
—Que bien. Pensé que estabas molesta. Entiendo que venir aquí fue...
—Me sorprende que después de mostrarte mi verdadero yo hayas venido a verme—lancé, a la defensiva.
Frunció el entrecejo, extrañado por mis repentinas palabras. Svahn me pudo haber dicho algo hermoso, no obstante, a mí me costaba trabajo creer en las cosas buenas que me pasaban, después de todo, eran escazas, además, se puede mentir y crear falsas esperanzas en alguien tan fácil. Uno nunca llega a conocer del todo a las personas. Es mejor irse con cuidado siempre.
Finalmente soltó una risa.
—¿Después de lo que te dije, eso crees? —encogí los hombros, sin querer darle mucha atención al asunto.
—Engañar a alguien es fácil...
—Virza—miré sus ojos—. No voy a engañarte. Engañarte sería para sacar algo de provecho, pero yo no quiero más que una cosa de ti.
—No creo que yo sea...
—Creerlo a serlo son dos cosas distintas—bajé la mirada—. Solo te pido una oportunidad.
Negué, mordiendo mis labios.
—Me gustas, Virza, y sé que no te soy indiferente.
—Es que...
—Hagamos esto, si te parece—volví mi vista a él, curiosa—. Dame una oportunidad. Te demostraré que puedes confiar en mí, te daré mi corazón, tú lo puedes tener contigo y hasta que estés segura y lista, me darás tu corazón. Prometo que lo cuidaré, Virza.
El pecho se me estrujó.
—¿Cómo sabes que no haré mierda tu corazón?
—Será tuyo, puedes hacer lo que quieras con él—señaló serio.
—No sé si eso me guste...
—Lucharé hasta que me des una oportunidad. Si me dices ahora mismo que te estoy molestando entonces me iré y te dejaré en paz. Quiero que seas honesta con...
—No...me molestas...—dije, estando muy segura de eso.
Svahn sonrió, feliz.
—¿Tienes algo importante que hacer hoy?
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Siempre Incorrecta© (#1) +21 ✓ ✓ ✓ COMPLETA [SAGA INCORRECTA]
Romance[Libro 1 de la Saga Incorrecta] Virza es una universitaria de 21 años a la que su familia desprecia por "mentirosa" y para sobrellevar el dolor que carga y sus episodios de ansiedad, gusta por beber y drogarse. Siempre ha creído que nadie la querrá...