Dame tu mano

Capítulo 39: Dame tu mano (James)

Llevaba dos días sin saber nada de ella, después de aquella llamada intenté volver a hablar con ella pero ya no me contestó , busque por los locales de la zona pero no la encontré. Me sentía impotente e inútil, quería que fuera feliz y yo quería ser feliz con ella. Sabía que tenía muchos demonios y problemas, y joder había sido un idiota al irme y no apoyarla.

El lunes me acerque a su apartamento, necesitaba verla y hablar con ella, pero el portero me dijo que estaba trabajando. Espere allí hasta casi caer la noche, finalmente me rendí, y volví a casa.

El martes repetí el proceso, y el portero me dijo que ayer había vuelto poco después de que fuese yo, pero que le constaba que hoy estaba de guardia y no volvería tan pronto. Me desesperé, no quería invadir su espacio e ir al hospital a buscarla.

Quería verla pero no quería ser un acosador en serie, intenté llamarla aunque asumí que si estaba trabajando no iba a cogerme el móvil y así fue, nadie contesto.

No tenía nada mejor que hacer así que subí a su puerta y me senté en el felpudo a esperar, no se cuanto tiempo paso, solo que me dormí en algún momento y me despertó una voz que conocía muy bien.

—¡Pero te has vuelto loco!

•••

Gianna me dejo entrar en el apartamento después de regañarme porque todos sus vecinos me habían visto dormir en el felpudo y habían puesto una queja por vagabundos dentro del edificio.

—Te intente llamar—me excuse—muchas veces.

—Perdí el móvil en una discoteca—me explico ella—mira James, siento mi comportamiento de estos días ¿vale? He sido una idiota, pero mis problemas familiares me afectan más de lo que me gustaría y tengo aspectos que mejorar por mi misma...

La calle con un beso, necesitaba sentir esos labios otra vez, me daban vida. Su roce era como un elixir de eterna juventud sobre mi, me daba un efecto de felicidad y energía automáticamente, es una sensación indescriptible, cuando besas a la persona de la que estas enamorado, ver como vuestros labios encajan a la perfección y el tiempo se para.

Si tienes la suerte de que es correspondido es una sensación maravillosa pero, en cambio si te rechazan el dolor es enorme, eso fue lo que experimenté cuando Gigi cortó el beso y me aparto, dolor, tristeza y abandono.

—No me estas escuchando James.—susurró ella abrazandose a si misma.

—Si lo hago, pero a mi lo que me importas eres tú, me da igual como me trate tu familia o quien sea, solo tú.

—Me oyes pero no me escuchas, da igual que a ti no te afecte, a mi si lo hace, más de lo que me gustaría y tengo que aprender a valorarme aunque no lo hagan otros, a ver lo bueno que hay en mi, a quererme y apreciarme.

—Podemos hacerlo juntos.—dije tan bajito que dude que lo hubiera oído, pero necesitaba decirle que quería estar aquí con ella pese a todo.

Gianna se sentó en el sofá y se tapo la cara con las manos, estaba llorando.

—Estoy rota James, soy incapaz de actuar como debería, como sería feliz.—sollozó.

Me agache a su altura, aunque esa postura me estaba matando de dolores, le aparte las manos de la cara y pase mis pulgares por sus lagrimas.

—Dame tú mano y arreglémonos juntos.—le bese las lagrimas suavemente —tú estuviste allí cuando no estaba nadie más, confiaste en mi y me ayudaste. Me diste tú mano y no me la soltaste hasta que estuviste segura de que todo estaba bien. Déjame hacer lo mismo por ti, dame tu mano, déjame ayudarte, por favor nena.

Ella lloró aún más, pero se abrazó a mí y ambos caímos al suelo entre risas y besos.

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Hola otra vez! Hoy decidí subir otro capítulo, a ver que os parece, agradezco que me dejéis vuestros comentarios, me motivan a escribir.

He decidido también seguir actualizando esta historia hasta que la termine y luego seguir con la otra. Así que de momento, tendremos mucho James y Gianna. ¿Cual creen que sería su shipp? ¿Janna? ¿Giames? ¿Cuál os gusta más? ¿Alguna sugerencia? ❤️