James pasó 48 horas en el área de post-cirugía y recuperación. Las 24 horas siguientes le dejamos descansar en su habitación y por supuesto tener visitas.
Becca me contó que habían venido sus padres, sus hermanos y su novia. Por lo visto, ahora que tiene más posibilidades de volver a andar la loca de chanel vuelve a estar presente. Es lo mejor, así James no se querrá entretener conmigo y a mi, me evitará tentaciones innecesarias.El tema de James es complicado, le he dejado todo el trabajo a Caleb, ni siquiera he intentando verle después de aquel beso. Estoy pensando que lo mejor es que su rehabilitación la lleve otro doctor. Pero sé perfectamente que entonces lo hará Adam, y no se porque, pero no tiene mucho entusiasmo en que James camine. Sinceramente quiero hacerlo, quiero conseguirlo, soy muy cabezona y jure que conseguiría que mi paciente andase, y lo haré. Pero no habrá acercamientos, ya ha habido demasiados...
Hoy era el día, James empezaba su rehabilitación y me tocaba dar la cara.••••
Era un invierno frío, hoy llevaba puesta una gran sudadera que me llegaba casi por encima de mis rodillas y unos leggins. Mi media melena iba recogida en un moño despeinado, y junto a las ojeras que llevaba nadie podría pensar que soy médico.
Me puse la bata blanca encima de mi ropa, pinze mi identificación en un bolsillo de esta y colgué del cuello mi estetoscopio. Aún así era imposible que nadie me viese como una doctora decente. Me gustaba vestirme bien, los tacones, faldas y demás. Pero también me gustaba la comodidad y más aún si hace frío y estoy trabajando.Mire por el gran ventanal del pasillo del piso 4, estaba nevando, definitivamente la época de nieve ya estaba aquí, esperaba que no cubriera mucho, no quería quedarme atrapada en el hospital. Visualice a un enfermero de esta planta, y le di el aviso de llevar al paciente de la 428 a la sala 6 del piso 6, a su sesión de rehabilitación.
Sin embargo, me pidió disculpas pero se fue corriendo a la habitación 456, ya que su paciente estaba en problemas. Así que decidí hacerlo yo misma, tarde o temprano tendría que verle ¿no?Cogí la manilla de la puerta, y antes de entrar repetí en mi mente varias veces "Es un paciente, como cualquier otro".
Al abrir me encontré con una imagen muy poco apropiada, la zorra de chanel estaba encima de James, besándole frenéticamente. Ni siquiera se dieron cuenta de que había entrado en la habitación.-Ejem...siento interrumpir, en un rato vendrá una enfermera a buscarte para empezar la rehabilitación señor Hawkins-dije intentando ignorar el hecho de que se estaba comiendo mis babas.
Antes de esperar respuesta me di la vuelta para irme, y lo último que vi fue un bolso de Prada y unos tacones Manolos.•••
Subí a mi despacho, era pequeñito pero útil. Tenía un gran escritorio blanco con un ordenador encima, un lapicero lleno de bolis de publicidad y cosas cucas como unicornios, también tenía un letrero que traía "Dra. Halliwell" y una gran montaña de papeles e historiales que debería organizar.
Detrás del escritorio tenía una estantería con cajones, llenos de más papeles, y encima de esta había varios funkos de series y películas, y lo más importante un marco con la foto de toda mi familia.Estábamos delante de nuestra antigua casa, sentadas en el suelo estábamos mi hermana Mackenzie pequeña y yo, detrás estaban mis padres Jackson y Lauren, acompañados de mis otros hermanos Jacob y Leah.
Añoraba esos tiempos, mi padre había muerto 10 años atrás cuando yo solo tenía 16, era un gran hombre que sufrió un gran cáncer.Mi hermano Jacob tiene un año más que yo, 27, luego estoy yo con 26, nos sigue Leah con 20 y la más pequeña de la casa es Mackenzie con 18.
Unos años después de la muerte de mi padre, mi madre vendió la casa y compró un apartamento, donde actualmente vive con mis hermanas pequeñas. Jacob y yo nos fuimos de casa muy pronto, mi madre no es una persona fácil, no es sencillo convivir con ella. Mackenzie muchas veces pasa temporadas en mi apartamento porque se enfada con ella.Amo a mis hermanos con todo mi corazón y son lo más importante para mi, me gustaría poder verlos más pero el trabajo no me lo permite, a veces tomamos café o hacemos videollamadas.
••••
Cuando mentalmente me sentí preparada decidí que sería hora de atender a James y subí a la planta 6.
Que gran sorpresa cuando allí estaba James con su silla, y detrás de él, Zenani, alias la chica prada.
-Ay, hola doctora, llegas tarde-dijo la muy imbécil, con una sonrisa de oreja a oreja.
-Oh, lo siento, el trabajo.-conteste cínica.
Vi a un James bastante decaído y triste, normalmente parecía enfadado con el mundo pero esta vez era como si el mundo se le hubiese caído encima.
-¿Te importa que me quede? No, verdad-realmente odiaba su tono de voz, era tan agudo y repelente.
"Claro que me importa" pensé, pero no tenía ganas de discutir ni de problemas. James ni siquiera me miró. Suspire, me quite la bata y me puse manos a la obra.
Empezamos con unos ejercicios sencillos, pero James no estaba colaborando nada y me lo estaba poniendo muy difícil, sabía que estaba recién operado y no era fácil para él, pero ni siquiera mostraba un mínimo de interés.
-Es muy fea la ropa que os hacen poneros, ¿Quién quiere llevar una sudadera cinco tallas más grande por si mismo?- se burló Zenani.
Y mi cerebro explotó, James me estaba estresando con su dejadez y su pasotismo. Y la zorra repeinada me viene a decir cómo vestir.
-Ah no, esto lo llevó por gusto bonita, es lo que tiene trabajar, necesitas estar cómoda, a algunas no nos pagan los caprichitos de marca papi y mami-escupí indignada y con odio en mi voz.
Oí a James reir de fondo, después de estar todo el día con cara de tomate rancio, y eso me cabreo y alegró por partes iguales.-Por hoy hemos terminado, y espero que mañana no haya visitas. -me despedí con un tono lo más profesional posible.
•••
Llegué a casa, me puse mi pijama gordito de pingüinos y cogí mi móvil. Marque el número de Chloe, y antes de dormirme critique con ella a la estúpida zorra de Chanel. Aunque según ella, soy una celosa en potencia. Pero no tiene razón, no son celos, es idiota, no es que James me importe en ese sentido, solo fue un beso.
Y, abrazada a mi gatita, los brazos de Morfeo me abrazaron y caí en un sueño, donde una mano muy reconfortante me acariciaba el pelo.
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Este capítulo es más largo que el resto, espero que os guste. Podéis comentármelo, me hace mucha ilusión.
Os leo💛
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Dame tu mano
Roman d'amourLa vida de James da todo un giro cuando debido a un accidente de moto acaba en una silla de ruedas ¿Conseguirá volver a andar o no? De eso se encarga Gianna una joven médica que se ha propuesto que James camine. Pero, después de tanto tiempo juntos...