El ascensor estaba en silencio subiendo al segundo piso en el que se encontraba mi apartamento.
El bloque de apartamentos era de ladrillo blanco por fuera, con unas bonitas ventanas de madera blanca y en la mayoría de los pisos decoradas con plantas y flores. Desde fuera se veía muy bohemio, dentro el ambiente no cambiaba mucho, la pared del vestíbulo principal era de papel blanco y baldosas grises imitando madera. A la izquierda se situaban los buzones y a la derecha las escaleras, en medio de ambos, destacaba un ascensor dorado, bastante lujoso, que destacaba del resto.
El edificio tenía cinco pisos, con tres apartamentos en cada uno de ellos. Cada piso estaba pintado en un color crema y un suelo idéntico al del vestíbulo. Cada puerta era blanca con bordes alrededor.Estar con James en el ascensor era tenso, después de lo que había pasado en su apartamento habíamos recogido sus cosas en silencio, que no eran muchas, y nos habíamos ido. Para que su familia tenga tanto dinero me sorprendió que no cogiese maletas y cajas de un millón de cosas, pero tampoco me voy a quejar de su ligero equipaje. Era incapaz de descifrar su expresión, no había hablado desde lo que pasó en su bañera, y sinceramente dudaba que fuese tan maduro como para asumir su derrota sexual contra mí, no mas sexo con pacientes, nuevo lema, bueno, viejo pero renovado.
Las puertas del ascensor se abrieron dejando ver un número 2 dorado y a mi vecina justo debajo de él. Genial, mañana medio edificio sabrá que James está en mi casa. Es Gertrudis mi vecina del 2ºA. Es una ancianita bastante entrañable, pero le gusta hablar mucho. Va vestida con un pantalón negro de lino, una camisa de flores y una chaqueta de lana. Parece que va a comprar.
-Hola Gianna, no sabía que tenías novio. ¡Buen día pareja!-dijo jovial la ancianita metiéndose en el ascensor y pulsando el cero.
Y antes de poder aclarar que James no era mi novio las puertas del ascensor se cierran. Gruño y me dirijo, seguida por la silla de James, a la puerta con una gran C encima.
Hogar dulce hogar. Meto la llave en la cerradura, que raro, pensaba que había dado vuelta a la llave, tengo que ser más precavida. Al abrir la puerta dejó las cosas de James a un lado, y le ayudó a superar con la silla el felpudo entre sus refunfuños.-¿No te gusta el felpudo?- preguntó irónicamente, sé perfectamente que se queja por mi ayuda.
-No me gusta que objetos me den ordenes.- responde de mejor humor y poniendo sus manos en las ruedas de la silla para evitar mi ayuda.
Me giro para cerrar la puerta y leo el "Prohibido entrar de mal humor" de mi felpudo, y se me escapa una risita, qué automática se borra al volverme a girar y ver a Mackenzie desde el umbral del salón con cara de no entender nada.
¡Mierda! Lo olvidé, mi hermana pequeña se queda unos días.-Mackenzie, este es James, un paciente. James, esta es Mackenzie mi hermana pequeña-presentó a los dos.- Perdona, olvidé por completo que vendrías.-me disculpo con mi hermana.
-Oh, no importa Gigi, encantada James.-sonríe mi hermana.-Por cierto le he echado comida a Lyra, tenía poca.
Mi hermana Mackenzie es preciosa, es bajita y delgada, tiene unos enormes ojos verdes que siempre brillan de felicidad, igual que su sonrisa, siempre permanente, en eso se parece a mi. En lo que no nos parecemos es en el pelo, ella lo tiene castaño, largo y ondulado. Me encanta su pelo, sus ondas siempre brillan en conjunto a sus ojos. Ella entera brilla y transmite felicidad.
Me encanta que de quede de vez en cuando, aunque sea porque discute con mamá. Entonces asumo una cosa, Mackie está en cuarto de invitados. ¿Dónde meto a James?Mi apartamento no es muy grande, solo tiene dos habitaciones. ¿Le servirá el sofá? Claro que no. Mi hermana necesita su intimidad, así que no me queda otra, dormirá conmigo, después de todo no es la primera vez.
Cojo sus cosas y le indico que tenga cuidado con la alfombra de pelo rosa palo que decora el salón, y pongo rumbo a mi dormitorio.
No es excesivamente grande, pero tampoco es pequeño. Tiene baño propio y un pequeño vestidor. En el centro hay una cama de matrimonio con un cabecero blanco, a cada lado hay dos mesitas del mismo color. Enfrente hay un gran tocador, y un pequeño puff en una esquina, el resto está en las paredes: estantes, libros, fotos... Muy personal todo, tiene mi huella. Dejó las cosas de James encima de mi cama.-Mi hermana se quedará unos días, mientras espero que no te importe dormir conmigo.
-¿Con el rollo médico-paciente? Sí me importa, preferiría otro rollo más divertido.-bufa molesto.
Esto no se lo esperaba, lo sé, pero yo tampoco. Salgo de la habitación dejando a un James enfurruñado y me dirijo a la cocina, haré algo de cenar para los tres a ver si se le pasa...
•••
Finalmente, me acabé esforzando de más e hice una lasaña de verduras, Mackenzie es vegana.
Justo cuando pienso en ella, se sienta en la barra de la cocina con una enorme sonrisa al ver la comida.-Que bien huele Gigi.
-Mejor sabrá-rió.
-¿Tu no paciente no va a salir a cenar?-pregunta Mackie.
-¿No paciente?- no logró comprender.
-Hombre está claro, solo traerías a un paciente a casa si vivirse debajo de un puente y no tuviese para comer. Y este no lo parece, lleva ropa cara. Lo que me hace pensar que hay más, y quiero saberlo.-dice pícara.
Rió nerviosa, no se que contestar, la verdad es que tiene toda la razón pero no lo quiero asumir. James está aquí porque me da pena y nadie lo cuida, pero esa no es la respuesta, porque haría más preguntas de las que se respuesta. James sale de la habitación interrumpiendo mis pensamientos, salvada de momento.
Procedo a poner la mesa, y James me ayuda torpemente, Mackenzie sigue en la barra exagerando lo bien que cocino.
Cuando nos sentamos a cenar es raro, está tendo, no hay confianza. Pero mi hermana y su vitalidad solucionan eso rápido, le empieza a hablar a James de un millón de cosas, yo asiento de vez en cuando pero no escucho. Mis pensamientos están en otra parte, ¿es pecado tener ganas de dormir con él?
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He tardado un poco más que normalmente, espero que la espera haya merecido la pena.
Comentadme, me anima mucho a seguir escribiendo y así subiré más capítulos al día🥰
Pd: Somos #1 en la etiqueta #hospital ☺️
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Dame tu mano
RomanceLa vida de James da todo un giro cuando debido a un accidente de moto acaba en una silla de ruedas ¿Conseguirá volver a andar o no? De eso se encarga Gianna una joven médica que se ha propuesto que James camine. Pero, después de tanto tiempo juntos...