Dame tu mano

Capítulo 25: Dame tu mano (narra James)

Gianna estaba realmente preciosa dormida, incluso con sus pelos de bruja o el resto de sus lágrimas. No quería volver a oírla llorar nunca más. El problema era yo, porque no quería que Gianna me tratase como un hermano o alguien de su familia, eso era peor que la frienzone. Ella era la chica más dulce que nunca había conocido, y me volvía loco, pero no loco de tener sexo hasta hartarme, loco de querer abrazarla toda la noche mientras duerme. Oh dios estoy perdido.

Se me hace muy extraño que ella quiera ayudarme sin conseguir nada a cambio, no estoy acostumbrado a eso y por eso se me hace muy difícil el dejarme ayudar, pero se que la necesito, necesito su ayuda y la necesito a ella.

Ni siquiera puedo cambiarme de ropa solo o ducharme... y es muy jodido.

La abracé aunque ella ya estaba abrazada a mi, cerré los ojos y sentí una paz inmensa. No tardé en dormirme y soñar con lágrimas y dulzura.

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Y aquí estamos otra vez, en la sala 6 de rehabilitación. Gigi se había emperrado en ayudarme a vestirme por la mañana y esta vez intenté ser más amable, creo que algo lo conseguí.

Ya me había estirado y ejercitado los músculos de las piernas, hoy íbamos a probar algo nuevo.
Había dos barras largas una a cada lado, y un pequeño pasillo de colchoneta entre ellas, como si fuera una rampa con barandillas.

Gianna estaba a un lado, con su pijama azul de hospital, su moño despeinado y su gran sonrisa.

-Vamos James, seguro que lo harás genial-me animaba mi doctora.

Puso mi silla al final de la pasarela, me dió indicaciones de agarrarme a las barandillas e intentar ponerme de pie. Veía imposible que mis pies mantuvieran mi peso.

-Confía en mí, lo lograras.-insistía Gigi.

Y seguí sus instrucciones, puse mis manos en las barandillas e hice fuerza, levante el culo de la silla, pero casi al instante volví a caer en ella.

-No te desanimes, a la luna no se llegó a la primera.-me dijo Gigi mientras me acariciaba un hombro.

-Seguramente con un beso de ánimo me saldría mejor.-comente burlón.

Automáticamente sus caricias cesaron y me sentí vacío. Pero sus manos se movieron hasta las mías y las colocó en las barandillas. Me dió un beso en la mejilla y susurró un "Tú puedes" en mi oreja. ¿Es normal que sienta que esto es más satisfactorio que un beso en la boca?

Volví a hacer fuerza con los brazos, y esta vez aguanté un poco más y coloque mis pies en el suelo acolchado, pero al segundo caí de rodillas.

-Es normal tranquilo, sigue intentándolo.- insistía Gigi.

Y eso hice, volví a levantar mi pie izquierdo, seguido por el derecho y me puse en pie. Me sentí útil de nuevo, me sentí fuerte, con ganas de comerme el mundo, era el rey del mundo. Hasta que caí, y esta vez de culo, y era incapaz de moverme, vi el sentimiento de lástima en los ojos de Gigi y eso me mató, era un inútil.

-¿Puedo volver ya a mi silla?- pregunte molesto.-Está claro que esto no funciona.

-No, no puedes. Poco a poco, antes de aprender a volar, tienes que aprender a correr, y antes que a correr a andar, y para andar primero hay que levantarse.-expresó ella con una sonrisa y un tono cálido y cercano.

-Si la señorita positividad ha terminado su discurso me gustaría volver a mi silla y dejar de ser un inútil, gracias.

-¿Por qué estás tan obsesionado con que eres un inútil? No lo eres James, eres muy fuerte por los avances que consigues, estás yendo a una velocidad fantástica. Ten fé en tí, confía en mí.

Gianna tenía la capacidad de que mi mal humor desapareciese en menos de un minuto y también de que me sincerase.

-Quiero hacerlo, pero no me veo capaz.-dije bajito y con mucha vergüenza.

Gianna extendió su mano y por sus maravillosos y carnosos labios salieron las palabras que jamás en la vida iba a olvidar, porque nunca nadie me había alentado tanto.

"Dame tu mano"

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Este finde no he actualizado y me siento fatal por ello :(
¿Qué os parece la versión de James? ¿Os gusta James? ¿Cambiaríais algo?
Os leo 💛