Mi alarma sonó eran las 7.00, entraba a trabajar a las 8.00.
Intenté estirarme en mi cama pero algo me lo impidió, unos brazos fuertes y tatuados me abrazaban. Sonreí como una niña con su primer amor.Mi cabeza estaba hecha un lío, no me quería volver a enamorar, no era lo que buscaba, pero simplemente pasó, y no voy a seguir siendo la niña temerosa que tiene miedo de salir, hoy voy a luchar por lo que quiero, salga bien o salga mal.
Me desperecé, le dí a James un beso en la cabeza y salí de la cama.
En el vestidor me puse una falda formal negra, una blusa rosa palo y mis tacones. Hoy iba a ser una chica formal, no hay sudaderas para hoy. Pero al vestirme me dí cuenta que la imagen que me devolvía el espejo no era la mía, no era yo. Me volví a desvestir y me puse un pantalón negro con un cinturón y una blusa blanca debajo, mucho mejor, seguía siendo formal, pero la versión de Gianna.Cogí las llaves de mi Mazda Suv color cereza y salí de casa hoy iba a ser un gran día.
••••
Entre por la puerta principal del hospital con una sonrisa en la cara y un café en la mano derecha.
La primera persona que fui a ver fue a Caleb, le traspase el caso de James y le explique la situación. Caleb muy comprensivo y a pesar de estar hasta arriba de pacientes, aceptó el caso.
La segunda persona que fui a ver fue a Chloe, le pregunté cómo estaban de personal en urgencias y si necesitaban a una médica que había trabajado con prácticamente cualquier cosa y tenía experiencia ahí estaba yo, y solicité el puesto de urgencias pediátricas. Había hecho multitud de cursos y talleres de pediatría así que no me faltaban estudios ni experiencia. Le prometí un café y una charla en agradecimiento.
Y la última persona que fui a ver, fue al señor Williams, un hombre cano, entrañable y muy amable, que era el director del hospital.
Cuando entre aquí siempre me había tratado muy bien y siempre que necesité ayuda me había tendido la mano.
Antes de entrar en el despacho mi móvil sonó, la palabra "Casa" aparecía en la pantalla. James estaba llamando, decidí descolgar porque si no se iba a poner nervioso y seguir insistiendo.
-Buenos días, bello durmiente.-salude al descolgar.
-¿Estás ya trabajando?-preguntó con voz ronca, seguro que se acababa de despertar.
-Sí, tengo una reunión ahora, tienes rehabilitación con Caleb a las 11.00 ¿vale?
-¿Quién es Caleb y por qué no tú?
-El doctor Taylor ya lo conoces, es un gran amigo, te tratará bien. Luego te veo, que tengo que entrar.
-Vale nena, ten cuidado.
-Siempre.-y colgué.
•••••
La oficina del señor Williams era un lugar acogedor, todo en tonos madera y caoba, apenas había cosas personales u estaba muy organizada, era el triple de grande que la mía.
La secretaría me hizo sentarme en una butaca delante del escritorio, dijo que el director llegaría pronto, y así fue.
-Doctora Halliwell, justo iba a llamarla.-dijo el hombre mayor serio.
-Oh, que casualidad.-comenté cínica.-Yo venía a informarle que dejo mi puesto señor, hay un hueco en urgencias pediátricas que me interesa, y tengo contactos, así que empezaré allí.
-Me da mucha pena que una doctora de rehabilitación tan buena como tú decida cambiar de puesto. Aunque justamente la llamaba para eso, el doctor Martin me comentó unos hechos sucedidos en su consultorio hace unos días ¿Me equivoco doctora?
-No, no lo hace director.
-El doctor Martin me recomendó el despido, por el bien del hospital.
-Con su permiso señor Williams, no veo el problema.-sonreí.
-¿No ve un problema tener una relación sentimental con su paciente?-preguntó mi jefe irritado.
-Sí, lo hago. Por eso mismo le he cedido su caso al doctor Taylor, y me he reubicado en otro puesto para no interferir en su tratamiento. Creo que no he hecho nada en contra del código médico.
-No, has actuado bien, esa parte de la historia no la sabía, gracias por aclararlo doctora Halliwell, y espero que las urgencias pediátricas sean de su agrado. Ah! Y por supuesto, que su relación vaya bien.
-¡Muchas gracias director! Jamás haría algo que dañara al hospital o mi ética médica.
-Tomate hoy el día libre, empieza mañana en tu nuevo puesto. ¡Ten un buen día!
•••••
Subí hasta la planta 6 después de mi reunión, eran casi las doce, James estaba a punto de salir de terapia.
Abrí la puerta con sigilo, no les quería molestar, y ví a un James y un Caleb muy animados. Hablaban tranquilamente mientras James daba cortos pasos, estaba muy orgullosa de su progreso.
-Anda! Que ven mis ojos, si es la mismísima Gigi- proclamó Caleb sacándome de mis pensamientos.
-¡Hola chicos! Me iba a casa ya, tengo el día libre, solo quería ver si James había acabado para que no tenga que pedir un taxi.
-Sí, se puede ir ya, se lo merece, ha trabajado mucho.-expuso Caleb mientras recogía sus cosas.-Os dejo solos chicos.
Caleb salió por la puerta y de repente el ambiente se puso tenso, estaba nerviosa y no sabía porque.
-¿Te han despedido?-murmuró James.
Negué con la cabeza.
-Empiezo mañana en urgencias pediátricas, también me gustan los niños y tengo experiencia, así que estoy contenta.-sonreí.
-Me encanta eso de ti nena, siempre lo ves todo en positivo.
-Vamos a casa James, me apetece peli y palomitas. ¿A tí?
James me sonrió y esa tensión desapareció, no mentía estaba muy contenta. El puesto tenía sus ventajas, iba a ganar más dinero, ver más a mi mejor amiga y menos a Adam. Los niños me encantaban, aunque a veces los padres eran difíciles.
••••••
James escogió la película y yo hice palomitas, cuando entre en el salón James estaba en una esquina del sofá con cara de terror.
-¿Qué...es...esa...cosa?-preguntó lentamente.
No entendía nada.¿Había una cucaracha?¿Lyra había vuelto a cazar un pájaro? ¿Había entrado una avispa? Entonces vi a mi gata acercarse ronroneando y empecé a reír.
-Se llama Lyra y es mi gata.-explique entre carcajadas.
-Yo solo veo una bola de pelo negra.-dijo aterrado.
Reí más fuerte.
-Llevas viviendo aquí ya un tiempo. ¿No has visto los cuencos de la cocina? ¿El rascador enorme? ¿Ni siquiera al gato?
James negó con la cabeza y empezó a acariciar a Lyra.
-Bueno por lo menos tendré compañía mientras tú no estás. ¿No muerde verdad?
Mi risa era ya incontrolable, quería pasar el resto de mi vida así, con palomitas, risas y James.
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Hola ¿Qué tal todo? ¿Desde dónde me leéis? Tengo curiosidad 🙈
Os leo🧡
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Dame tu mano
RomanceLa vida de James da todo un giro cuando debido a un accidente de moto acaba en una silla de ruedas ¿Conseguirá volver a andar o no? De eso se encarga Gianna una joven médica que se ha propuesto que James camine. Pero, después de tanto tiempo juntos...