Capítulo 8: Hablando del amor.

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Otro día más, salgo de mi apartamento y conduzco hasta el hospital. Hoy tenía rehabilitación con James a primera hora, después una cirugía y antes de comer otra rehabilitación con otro paciente. Después de eso comería con mi hermana Leah. Bien, a por el día.
Puse mi pijama y cogí mi bata para después, me hice una trenza y me puse las gafas. Le había pedido a Becca que llevase a James a la sala 6 de la planta 6, así que me dirigí allí.
-Buenos días James- dije al entrar con una sonrisa de oreja a oreja.
Pero al ver su cara de amargado, mi maravilloso día se volvió un poco más grisáceo.
Que pasaba, osea, James solía tener cara de pocos amigos normalmente, pero la de hoy era ocho veces peor. Igual debería llamar al departamento de estética, tener el ceño tan fruncido seguro que no es normal.
-Hoy hace un buen día,¿ eh? El sol brilla, hace calor, los pajaritos cantan, esas cosas-sonreí
-¿Por qué eres tan molesta?- dijo sin ánimo.
-Ah, ¿hoy no soy nena?
-Creía que lo odiabas-dijo confuso
-Y lo hago, ¿a qué viene esa cara larga?
- No te importa-contestó seco
-¿No me lo vas a contar? Vale, pues lo adivino- sabía que enfadarme no funcionaba con James.-¿Una enfermera te dió calabazas?¿No te gustó la cena de ayer?¿Te han puesto un compañero de habitación?
Y seguí repitiendo preguntas un buen rato, se me hizo largo incluso a mi.
-¡NO!-grito- me ha venido a ver mi ex.
-Oh,¿la chica morena?-pregunte
-Sí, Zenani. Vino ayer a dejarme claro que no quiere saber nada más de mi.
-¿Estás bien?¿Llamó a la dra. Sanders?Es una gran psicóloga -propuse
-No, claro que estoy bien, solo le interesaba por mi dinero y por poco más-susurró las últimas palabras.
- Entonces, ¿y esa cara?-no estaba entendiendo nada.
-Que me ha dicho una gran verdad, ninguna chica va a querer estar conmigo, porque no la voy a poder complacer.
-Espera, todo este drama, es porque no vas a poder tirarte a ninguna mujer-reí como loca.-El sexo no lo es todo.
-¡¿Qué el sexo no lo es todo?!-se desespero James.- ¿Eres virgen?
-Claro que no, pero una relación se basa en la confianza y el respeto, no en el follar.
-No hablo de relaciones, no me gustan. Hablo de parejas, si estas con alguien con el que no tienes sexo ¿Para que estás?-James parecía no entender mi punto de vista.
-Pues para apoyarse en el otro, para tener algo de dos, para quererse, no se, tener un vínculo.-intente explicar.
-Ah entonces es eso, el medicucho te dejo porque no te abres de piernas.
La puñalada que me dió James me dolió hasta el alma, pero no me deje pisar.
-Ah entonces, la pijilla te dejo porque se las abrías mucho.- dije con todo el odio que pude.
-Veo que el tema del doctor es un tema delicado. ¿necesitas tú a la psicóloga?- rió James- Desahógate conmigo, no me conoces, puedes criticar todo lo que quieras, no va a salir de aquí.
Y me resultó tentador, igual era lo que necesitaba, soltar toda la mierda que llevaba dentro.
-Adam era el mayor mujeriego del hospital, pero se fijó en mí, una residente de primer año, y supuestamente se enamoró. Era atento, delicado, caballeroso, el novio que cualquier madre hubiera deseado para su hija. Pero todo lo bueno se acaba, yo vivía en mi burbuja de felicidad y explotó. Él se estaba follando a otra, una enfermera del hospital, cuando lo descubrí, me dijo que qué esperaba, que ella era un pivón y yo era una feúcha, que ni valía para nada y que solo él me podía querer. Fue horrible, me costó muchísimo alejarme de él y romper la relación. Él sigue intentando volver, dice que está enamorado de mi y que fue un error, y me agobia pensar volver a caer en él, porque soy débil, y porque tiene razón, nadie me va a querer como me quiere él-dije entre lágrimas.
James pasó el brazo por encima de mí desde su posición en la colchoneta.
-Tiene razón en una cosa, nadie te va a querer como te quiere él, porque eso es tóxico, es malo nena.-dijo mientras me abrazaba.
Me sentía fatal, estaba llorando en los brazos de un paciente y lo peor de todo, es que ahí me sentía segura, me sentía querida.
-¿Sabes? Zenani y yo no teníamos mucho sentimentalmente hablando, ni yo estaba enamorado de ella, ni ella de mi. Y a veces también es duro pensar que nadie daría su vida por ti, ni te adora, ni te apoya. Hasta hace poco pensaba que no podía sentir nada por nadie.-susurró James contra mi cabeza.
-¿Entonces ahora sientes algo por alguien?- pregunte mientras desenterraba mi cabeza de su cuello.
-Bueno, vamos a trabajar, que yo quiero mi maratón de Star Wars.- Cambió de tema James.
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Cada vez me salen capítulos más largos 🙈
¿Qué os parece?

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