-¿Dra. Halliwell? Creí que su turno era de noche-preguntó la chica de recepción al verme entrar con los chicos de la ambulancia.
-Así es, pero me ha pillado un accidente y no pude quedarme de brazos cruzados, además, parece que tiene la columna dañada, mi especialidad.- dije sonriendo.
Me apure a cambiarle me por mi uniforme y a entrar al box donde estaban atendiendo al chico. Parece que mis compañeros han hecho un buen trabajo, su vida no corre peligro.
-¿Que tenemos Dr. Brown?-le pregunté al hombre mayor que parecía ser el encargado del paciente.
-Parece ser que el chaval ha perdido mucha sangre, le están haciendo una transfusión, le han cosido las heridas, pero me preocupa el golpe de la espalda-puso su mayor cara de disgusto antes de continuar- es bastante joven, espero que no sea una lesión de la médula, hay que hacerle una radiografía y esperar a que despierte para seguir con las pruebas, es tu especialidad no?
-Así es, cuando despierte avísenme, haré una valoración general, puede que no sea nada, hay que asegurarse antes de adelantarnos. ¿Lo sube a planta doctor?-quería saber dónde buscar al paciente cuando despertase.
-Sí, le pasaré el caso a los doctores Taylor y Martin.
No, no, ¿enserio? No quería trabajar con el estupido doctor Martin. El magnífico Adam Martin, como lo llamaban algunas enfermeras, y yo, la cornuda Gianna Halliwell. Conocí a Adam cuando empecé como residente en este hospital, parecía que el típico mujeriego se había enamorado y asentado cabeza, un cliché. Pero no, un tiempo después Adam decidió que una enfermera estaba más buena que yo, y lo tiró todo por la borda. Suplicó y suplicó que se había equivocado, que me amaba y estaba enamorado de mi, bla bla bla, lo dejé después de eso. Y intentaba evitarle lo máximo posible, cambiaba turnos para no coincidir con él en el hospital, le tenia bloqueado en redes sociales, ignoraba sus llamadas... pero parece que hoy llegó el día de dar la cara ante Adam.Salí de la zona de urgencias, mi turno empezaba a las 8pm y tan solo eran las 4pm, suspiré, hoy haría horas extras, necesitaba un café. Subí a la sala de descanso de las enfermeras, últimamente siempre acaba allí, mis mejores amigos y amigas eran enfermeros, era agradable pasar tiempo allí, además el café está más bueno.
Al abrir la puerta vi a Becca colocando la identificación en su uniforme, era la única allí.
-Hola Becc,¿Acabas de entrar?-salude mientras cerraba la puerta tras de mí.
-¡Gigi! Sí, justo ahora, tengo turno hasta media noche.-puso un exagerado puchero-¿Tu turno no era más tarde?.
-Sí,pero pille un accidente de moto y vine a ayudar.
-Oh, ¿lo has visto? Dicen que es guapísimo-ví como se le iluminaba la mirada.
-No se Becc, no me fije, estaba ocupada intentando que no se desangrase- contesté mientras me preparaba un café.
-Ya te contaré, tengo que ir a ver como está-dijo Becca.
-Ni te molestes, tengo que ir en un rato, a comprobar que no necesite mi trabajo.
-¿Tiene la columna fracturada?- la cara de felicidad de Becca cambió a una de pena.
-Aún no lo se, estoy esperando que sus médicos me pasen los resultados de rayos. Aunque viendo que uno de ellos es Adam...
-¡¿Vas a trabajar con Adam?!- grito mi amiga- No, no puedes, te va a venir mal, no te quiero ver llorar otra vez.
-Esta bien Becc, ya está superado, además también está el doctor Taylor, con un poco de suerte ni le veré demasiado.Aunque sabía que era mentira no quería preocupar a mi amiga, ella siempre me había apoyado y se había preocupado por mí en los peores momentos. Cuando Adam me traicionó, me sentí culpable, me sentí fea y poca cosa. Pero bueno ahora no me interesa el amor, solo quiero trabajar, salir con mis amigos y ser feliz.
Me acabé el café, me despedí de Becca y decidí ir a buscar al doctor Taylor, por suerte Caleb Taylor era uno de mis mejores amigos, habíamos estudiado medicina juntos, aunque cada uno había elegido una especialidad diferente.
-¿Buscas a alguien? Porque yo te buscaba a ti- oigo en mi oreja.
-¡Caleb! Menudo susto, si, te buscaba, ¿Tienes los resultados del paciente del accidente de moto?
-Por eso te buscaba cielo, no hay fractura-dice mostrándome la radiografía- Puede que haya una pequeña fisura a la altura de las lumbares, o puede que de la hinchazón no pueda mover las piernas, deberías echarle un ojo.-me aconseja mi amigo.
-Genial, en un rato me paso, gracias Caleb.
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Dame tu mano
RomanceLa vida de James da todo un giro cuando debido a un accidente de moto acaba en una silla de ruedas ¿Conseguirá volver a andar o no? De eso se encarga Gianna una joven médica que se ha propuesto que James camine. Pero, después de tanto tiempo juntos...