El beso se volvió más intenso, y James tiró de mí hasta dejarme encima de él, notaba su erección, yo también estaba excitada, y como el primer día, me frote contra él. James gimió y eso me excito mucho más, lo que me incentivo a mover más las caderas.
James se encargó de quitarme el jersey y la camiseta que tenía debajo, dejándome en mi sujetador azul cielo de encaje, ajuego con la parte de abajo. Me sentía orgullosa de llevar ropa interior que combinaba y decente. Pero todas las inseguridades aparecieron de golpe, mi pecho no era muy grande y era algo que Adam odiaba de mi cuerpo. Intenté taparme de nuevo, pero James me paró.-Eres perfecta nena, no te avergüences.-dijo con voz grave y ronca.
"A la mierda." Pensó mi cabeza, cogí la parte de abajo de la camiseta de James, se la quite y le observe sin disimulo. No era un chico muy musculado, pero tampoco estaba mal, se le notaban levemente el indicio de abdominales, pase mi mano por ahí. Tenía un ligero vello rubio por su pecho. Definitivamente nadie lo describiría como adonis, pero para mi si que lo era.
Bajé la goma del pantalón y paré allí, no sabía lo que él iba a sentir y lo que no debido a la lesión. Le miré directamente a los ojos y vi que él estaba pensando lo mismo.-Tranquilo llegamos a dónde puedas llegar.-le susurré cerca de sus labios y en cuanto acabe la frase le bese apasionadamente, nuestras lenguas chocaron.
Me deshice de su pantalón y él en algún momento del mio. Acercó sus manos al broche de mi sujetador, y me miró en busca de permiso, asentí levemente, y cuando la prenda cayó, él se acercó a mis pechos, cogiendolos y chupandolos, también dando algún mordisco suave en mi pezón que me hacía temblar. Bajo hasta mis bragas y también las quitó, estaba totalmente expuesta ante él. Con su hábiles manos acarició mi zona más sensible e introdujo un dedo en mi, lo que me hizo gemir, después de un dedo vino otro más.
-Siento mucho no poder agacharme a usar la lengua, porque me encantaría probarte-susurro contra mi oreja.
Le baje el boxer dejando al descubierto su miembro, no era él más grande del planeta, pero para mi era más que suficiente. Cogí su polla y empecé a chupar por la punta, vi su cara y supe que lo estaba sintiendo, y fue mi señal para empezar a chupar con más ansia y más profundo, hasta casi producirme arcadas.
James me apartó cuando parecía estar cerca de correrse en mi boca.
-En la mesita hay condones-me informo mientras jugaba con mi pecho izquierdo.
Abrí el cajón y saqué del un envoltorio rojo, que rompí con los dientes y me dispuse a ponerselo enseguida.Sabía que él no se podía mover de cintura para abajo pese a tener cierta sensibilidad en algunas zonas. Así que me puse encima de él y empecé a bajar, introduciendo su miembro lentamente, al llegar al fondo James y yo jadeamos al unísono.
Empecé un vaivén lento pero continuo que fue cogiendo ritmo, mientras tanto su lengua exploraba mi boca y sus manos mis tetas. Yo tenía mis manos en la parte de atrás de su cabeza, acariciando y tirando levemente de su pelo. Aceleré el movimiento y sentí a James tensarse, se iba a correr. Así que seguí con un ritmo rápido y profundo, sintiendo en mi propio vientre el orgasmo acercarse. James llegó unos segundos antes que yo, y caí agotada en su pecho.Sentí los ojos pesados, un beso en la frente y una mano acariciándome el pelo.
•••
-Nena
Sentí algo moverme lentamente.
-Nena
Ahora con más fuerza, despertandome.
-Me estoy meando-aseguró James.
¡Mierda! No, no, no tenía que haberlo hecho. Es mi paciente y me he acostado con él.
-Acercame la silla pofi-continuó hablando James
La había cagado, me gusta, pero es mi paciente. Y no debería sobrepasar el límite como lo hice anoche. Ni siquiera estaba escuchando lo que James decía o moviendome... ¡Qué había hecho!
-Nena, se lo que está pasando por tu cabeza, no te arrepientas por favor, dame solo hoy, déjame disfrutarte hoy y mañana seguiré tus normas de médico-paciente, te lo prometo, incluso en tu casa.-suplicó James.
Quería disfrutar hoy, su plan no sonaba mal, pero no debía. Sin embargo mis pensamientos negativos se fueron mientras besaba mi cuello.
-Acercame la silla, ¿Nos damos un baño? Tengo hidromasaje-dijo un James muy animado.
Y no pude evitar sonreír y aceptar.
•••
Dios, había demasiada espuma, James se había empeñado en disfrutar también el baño.
-Me muero de ganas de poder follarte yo, aunque también me gusta que tengas el control tú.-admitió como un niño jugando con la espuma.
-Primera y última vez que pasa esto entre nosotros.- advertí.
-Vale, pero la primera no me avisaste, así que no cuenta.-dijo tirando de mí hacia él.-¿Por qué te tapas? Si eres preciosa y perfecta, me encantas.-admitió James.
-No todos piensan igual.-susurre mas para mi que para él y pareció no oírlo y si lo hizo lo ignoro.
Pase su mano por un lobo que tenía tatuado en el brazo, era realmente realista y muy bonito. Tenía también alguna fecha tatuada y más detalles que algún día le preguntaría que significaban.
-Nena, follame, primera y última vez. -suplico James.
-Eso ya fue aunque no lo quieras admitir.-reí y tiré jabón hacia él.
James pareció asumirlo, pero no tardó en empezar a rozarme "sin querer" y su notable erección estaba a la vista. No soy de hielo, me estaba calentando, pero no lo iba a admitir. Entonces James empezó a enjabonarme con una esponja con la excusa de que quería ser util. Pero al llegar a la zona de mi bajo vientre y empezó a jugar con sus dedos sin tocar ninguna zona sensible, lo mande todo a la mierda y le bese. James había ganado y estaba orgulloso de ello.
Con mi ayuda entró en mí, y empecé a mover mis caderas para él. Mientras James se aprovechaba de mis pechos y los chupaba. Cuando sentí que James iba a correrse pare en seco. James no entendía nada.-¿Nena?¿Qué pasa? ¿Te arrepientes? ¿Quieres parar?- preguntó agitado y angustioso.
-Primera y última vez.-susurre mientras volvía a moverme a un ritmo más frenético que nos hizo a ambos llegar al climax.
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Es la primera vez que escribo escenas así, porfavor decirme que tal 🥺
Os leo💛😊
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Dame tu mano
RomanceLa vida de James da todo un giro cuando debido a un accidente de moto acaba en una silla de ruedas ¿Conseguirá volver a andar o no? De eso se encarga Gianna una joven médica que se ha propuesto que James camine. Pero, después de tanto tiempo juntos...