Capítulo 32: Adam

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Ya estaba en el hospital de nuevo, las urgencias eran frenéticas, era una contra de mi nuevo puesto. Había dejado a James hablando plácidamente con mi hermano, incluso querían ir a tomarse una cerveza...

Todos mis pacientes ingresados ayer ya tenían un médico asignado, excepto Samantha, que su madre aún no había aparecido. Solamente tenía un psicólogo tratándola hasta que se tomara la decisión. O se aceptase la de la niña, y le permitiera abortar.

Llegó el primer paciente de mi guardia, Ben, un niño de tres años que se había caído de un columpio.
Sus padres estaban aterrados porque presentaba una fractura abierta de cubito y radio.

Le mandé a la sala de rayos para comprobar el estado de la fractura y el daño que había ocasionado. También pedí que bajase un médico para operar, pero no esperaba que bajase Adam.

Llevaba una camisa blanca de rayas azul marino a juego con su corbata, por encima de esta llevaba la bata. No me puedo creer que hace un tiempo me gustase ese estilo, no me pega nada. Me gusta la ropa cómoda y suelta, los chándales de James me pegan más sin duda.

Le pasé las radiografías y el informe del niño para que valorará el caso.

-En este caso a quién te follas, ¿al padre?-se burló este.

Y antes de pensarlo mi mano cruzó su cara. Ya era la segunda vez, pero esta vez no me sentía tan bien, solo tenía ganas de llorar e irme a casa. ¿Por qué siempre insinúa que soy una zorra?

-Disfruta de tu nuevo puesto, creo que te va a durar poco.-siseó Adam.

-Deja de amenazarme.

-Si volvieras a salir conmigo tendrías el puesto de trabajo asegurado.-afirmó él.

-Este puesto de trabajo me lo he ganado con mis propios méritos, no por acostarme contigo.

-Entraste a trabajar a este hospital por acostarte conmigo y saldrás por acostarte con otro. ¿No es irónico?-se burlo mi ex pareja.

-¿Qué ganas con esto? ¿Humillarme?-intente contener las lágrimas.

-Acaso eso no lo has hecho tú. Vamos Gi, todo el hospital piensa que el malo soy yo. Que tú eres la pobrecita a la que le han puesto los cuernos.

-Pues déjame vivir. Déjame hacer mi vida, porque es mía. Y creeme Adam ya me has hecho suficiente daño y no voy a permitir que sigas haciendo ese efecto en mi, cuando estas cerca me siento una niña pequeña a la que controlan a su gusto, me siento tonta e inútil.

-Porque lo eres.-afirmó él.-¿A quien se le ocurre abrirse de piernas a un paciente?

-!Solo viste un puto beso!-grite exaltada.-Te estás montando tu propia historia.

-Y si solo fue un beso, ¿Por qué le ofendió tanto cuando hable mal de ti? No nací ayer Gianna.

-Aunque sea más que un beso, es MI vida. Y tú ya ni pinchas y cortas en ella.

-Eso ya lo veremos.-aseguró el doctor.

-Mira Adam, te juro por lo que más quieras, que como pongas en duda mi trabajo porque no quiero volver contigo, la que te hunde la vida soy yo.-amenacé al que era mi expareja.-Ah! Y espero los resultados del paciente en menos de una hora.

Y me fuí de la zona de urgencias con la cabeza bien alta.

•••••

-¡¿TE AMENAZÓ?!-chillo Chloe en la sala de descanso de urgencias.

Le había contado mi discusión con Adam entre lágrimas, toda la entereza que tenía la perdí al ver a mi mejor amiga.

-Y yo a él...creo que con Adam solo sale mi peor parte.-sollocé rascándome los ojos.

-Me alegro que le hayas parado los pies, no quiero volver a verte deprimida o apagadilla como cuando estabas con él.-me abrazó mi amiga.-Ahora te veo feliz, y no conozco a ese chico, pero ya me cae bien, te ves mejor que cuando estabas con Adam.

La relación con Adam fue bonita los primeros meses, el resto fue una relación mala y tóxica. Él quería que yo estuviera pegada a él todo el tiempo, no quería que mis hermanos se quedaran en mi casa, aunque no viviésemos juntos. Eso es otra cosa, Adam no quería vivir conmigo, decía que necesitaba su espacio, pero a mi no me dejaba el mio. Adam siempre iba de punta en blanco, muy arreglado, y empezó a criticar mi forma de vestir más cómoda y menos formal. Sin darme cuenta, llegaron los insultos y pequeñas amenazas, me empecé a deprimir y a odiarme a mí misma poco a poco.
Pero cuando me enteré que me había sido infiel, vi la luz. Me costó mucho conseguir que me dejara en paz, no dejaba de repetir que era mi culpa y que teníamos que volver.

En parte, por eso tengo miedo a que James me haga algo similar, y volver a acabar en una espiral de odio y autodestrucción. Pero se que James no es así, aunque no sea dulce y agradable por fuera, cuando estamos solos me demuestra lo dulce que es, solo necesita el amor que parece que nunca recibió.

-Oh...James.-reí entre las lágrimas. Estoy enamorada hasta los huesos, Chloe.

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Hola lectorxs ¿Qué tal estáis? ¿Alguna vez habéis pasado por una relación tóxica? Siempre hay que anteponer el amor propio, os leo 🧡

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