Capitulo 12

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Nicholas

Estoy sintiendo algo por Zenda.

Joder, ¿Cómo es posible?

Desde el momento uno sabíamos que esto iba a pasar

Nunca he sentido amor de verdad. Es algo de lo que no me había dado cuenta hasta la llegada de mi hermano, cuando vi ese brillo en sus ojos me di cuenta de que él me amaba como no lo hacían mis padres o como no lo habían demostrado. Al crecer caí en cuenta que mis progenitores no me amaban como deberían hacer. Como un padre a su hijo.

Madure, lo hice. Recurrí a mis mejores amigos y a mi hermano a las personas que me querían de verdad y no solo estaban conmigo por mi dinero o por algo material.

Le mentí a Zenda, si tenía una amiga, una mejor amiga. Fue interesante convivir con ella, me acosté con ella en una borrachera y luego acabé todos los lazos porque se enamoró de mi. Yo creo que no estaba interesada en mi dinero y que de verdad me valoro como amigo, sin embargo no puedo decir a ciencia cierta si sus sentimientos fueron de verdad o no.

Con Zenda todo es diferente, la expresión "mariposas en el estómago" no es más que una maldita verdad cada que veo, hablo o incluso respiro cerca de Zenda. Es tan aterrador que la despistada chica con quien coincidí en la calle un día cualquiera ahora haga que mi mundo haya dado mil vueltas en solo 2 semanas y un poco más.

Siempre fui el hombre frío, amargado e idiota que no le importaban los sentimientos de las demas personas ya que no traia ningun beneficio a mi persona. Con todos siempre tuve esa máscara de hielo, me ganaba su respeto o me temían por mi estatus.

Fui perseguido por las chicas, acostándome con varias de estas. Me denominaron mujeriego cuando estaba en la Universidad y empezaba una nueva etapa de mi vida lejos de mis padres.

Normalmente mi carácter es una mierda porque no dejo que nadie se crea superior a mi luego de vivir toda mi infancia por debajo de mi padre. No dejo que nadie se pase de listo conmigo y si eso sucede lo destruyo, ya sea con el dinero o poder que poseo.

Sin embargo, nunca le mostré esa faceta a la chica castaña.

Desde que la conocí me he comportado como un completo idiota a su alrededor. Le he gritado, me he quedado embobado viendo su figura, nunca la dejo que pare de hablar.

Cuando la vi la primera vez, fue una explosión de emociones lo que ocasionó en mi. Ella, una mujer que no me conocía no dándome su nombre por ser un "desconocido". Encontrándomela por casualidad o a veces a propósito para que me hable o me preste atención.

Deje que me cacheteara cuando le grite y no actúe en su contra en ningún momento. Le permití gritarme porque sabía que lo merecía y aun así mi interés por esa chica testaruda nunca se fue. Aunque haya hecho de todo para que yo la echara por su irreverencia y descaro nunca lo hice porque se me hizo muy atrayente que me retara como ninguna otra.

Le he pedido disculpas, por favor  y gracias, unas palabras que no estaban en mi vocabulario hasta que la conocí. Esas palabras que nunca uso para nadie que no sea Zenda, no porque piense que es correcto sino porque se salen de mi boca antes de que pueda procesar lo que he dicho.

No he investigado su pasado, por mucho que me arriesgue a que ella termine siendo una zorra o cazafortunas, he confiado en Zenda a quien no conozco de nada solo porque mi cuerpo y mente se han puesto de acuerdo en que no puedo hacer algo estúpido que haga que la castaña se aleje de mi.

Me hice su amigo porque creí que solo era mera curiosidad lo que sentía por esa chica y que en algún punto me iba a aburrir y la iba a despachar. Luego de unas salidas esporádicas me di cuenta que no me iba a cansar de escucharla hablar de su día o sus amigos o el trabajo o cualquier cosa que quiera decirme, por ello pensé que tal vez un polvo me iba a quitar el interés.

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