Capitulo 43

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Zenda

Estamos de camino al aeropuerto, Nicholas me levantó a las 5 de la mañana para abordar un vuelo a no sé donde. La discusión sobre este tema fue muy corta en realidad, ya había pasado una semana desde que había acabado mi regla, está vez no fue cómo la última que saque a patadas a Liam de mi casa por no comprar el chocolate que me gustaba.

El acosador me cuidó y mimó esos 5 eternos días, fuimos al trabajo como normalmente haríamos, sin embargo él me esperaba todos los días en el sótano de la empresa, me llevaba a su casa o a la mía y se quedaba conmigo hasta el otro día donde él me llevaba a nuestro trabajo y así se repitió por esos cinco días.

Fue una experiencia divertida, abrumante y rara a la vez.

Nic me obligó a comer saludable pero también me daba la chatarra que quería. Lo que sí, no me dío más que un cigarrillo y una calada por cada uno, sé que fumar no es bueno para mí pero me ayuda a lidiar con la ansiedad y la molestia que se instala en mi sistema esos días del mes. Fue complicado aceptar no fumar y no molestarme en el proceso, el acosador me explicó miles de veces que no debería recurrir a los cigarrillos, que sí necesitaba descargar lo que sea que me pasaba lo haga con él, que para eso lo tenía.

Me agradó mucho la convivencia con él esta semana. Fue abrumante, debo admitir, porque nunca había compartido mi espació con otra persona más que algunas horas o 3 días como máximo, no obstante esta vez compartí mi vida por casi una semana con mi novio, todo, absolutamente todo y eso no me hizo temer, ni acobardarme en ningún momento, lo que, sinceramente, me hace sentir orgullosa de mí por primera vez en mi vida. Por primera vez no siento que es mi culpa algo más allá de mi poder, solo siento que esta es la mejor etapa que he vivido en mucho tiempo y espero nunca termine.

Volviendo al presente, estoy sentada en un banquillo de espera para entrar al avión, supuestamente íbamos a ir por el espacio de jets privados, pero creo que hubo un accidente o algo así, por lo que debemos esperar aquí hasta que el avión privado de Nic esté listo para abordar.

–Voy a por un dulce– me levanto de la silla, para buscar un lugar de comida

–No te compres tanta chatarra– advierte Nicholas, le saco la lengua y me voy

Escucho su risa antes de alejarme por completo

Me encamino en busca de una tienda, al parecer el aeropuerto no está tan desolado como pensaba porque por esta parte hay muchas, demasiadas, personas, no me concentro en eso. Logro encontrar un Starbucks donde hay varias personas pero aún así ingreso, voy directamente a la barra, pido un muffin y un café negro– este último para Nic–, una vez que pago todo me pongo a un costado para esperar mi pedido.

–Hola bonita ¿Estás sola?– saco la vista de mi celular para fijarme en la persona que me habla

–No– digo seca y regreso a lo mío

–Yo no veo a nadie acompañandote, princesa– insiste

–Tengo un nombre– escupo

–¿No me vas a decir cuál es? – continua

–Hasta luego– lo dejo con la palabra en la boca y me volteo para recibir mi pedido, solo veo que el café está dentro de la bolsa por lo que me alejo un poco de ella y le pido directamente al chico de la caja que me entregue el muffin, cuando me lo dá regreso por mi bolsa y me doy cuenta que el hombre sigue ahí parado– ¿Eres sordo? Vete de aquí– con eso último dicho me retiro

–Llámame– lo escucho decir, solo ruedo los ojos y me encamino a donde estaba antes

¿Quién liga en un café? Y más importante...¿Cómo ese chico creyó que le seguiré el juego teniendo a un novio tan perfecto como el mío?

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