Capitulo 33

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Nicholas

Emma Sloan es– o fue, no estoy seguro– una amiga excepcional, al menos conmigo. Siempre estuvo cuando la necesite, cuando quería una mano, cuando me frustraba, cuando mi familia se convertía en un asco, cuando quería a una chica, ella me respaldaba.

Mi época de universidad no fue la mejor, ni la más normal, ni las más sana, ni la más habitual, pero debo reconocer que fue un tiempo muy divertido de mi vida. Obviamente no igual que la de mi novia porque nunca me metí al mundo del BDSM ni por encima.

Aún no proceso esa información del todo

El punto es, que esa chica constantemente se encontró para mi en todos los momentos que necesite y por lo que yo creo nunca se interesó en mi dinero para escalar en el mundo empresarial, ni tampoco la fama de mi familia aprovechándose de ella.

Nunca en mi tiempo universitario había considerado una relación seria y formal porque me encantaba mi vida de soltero, la cual no estaba ligado con nadie, ni le rendía cuentas a nadie, ni siquiera a mis padres. No obstante, debo admitir que con la chica Sloan sí me imaginé algo a largo plazo.

Emma podría ser modelo si no hubiera escogido el mundo de las empresas– que ella misma se empeñó a crear porque a diferencia de mí, se tuvo que esforzar para ser reconocida en este medio– es alta, tiene un cuerpo fino, su tez es pálida, su cabello negro y liso, pomulos marcados, ojos azules, labios rellenos e infinidades de cosas más que la hacen ver hermosa en una sola vista, aunque difinitivamente no se compara con mi espectacular novia.

Casi te doy un cocacho por tu exagerada descripción

Nunca conocí a los padres de Emma, solo a su hermano en secundaria aunque él tampoco me contó mucho de su familia, siempre evitaba el tema, al igual que Emma. Lo único que puedo decir es que su apellido es Sloan y que es el apellido de su madre según sé, esa fue la única información que Emma me dijo en algún momento de ebriedad, claro que al día siguiente no se acordó de ello.

Hubieron infinidad de momentos que la pase con ella y no me arrepiento de ninguno, ni el de haberme acostado con la azabache cuando estuve tomado, porque en realidad yo si la llegue a querer pero nunca me arriesgue a mencionarlo por el hecho de que ella podría no haber sentido lo mismo y toda la confianza que habíamos creado se quebraría.

Parte de mi inconsciencia también me hizo pensar que tal vez no era el momento adecuado para nosotros porque nuestros intereses no estaban alineados y nuestras metas eran diferentes.

Siempre me cuestioné qué tal había salido todo si es que me hubiera arriesgado, quizá no habría terminado bien o podría haber sido el amor de mi vida, no tengo idea, anteriormente me cuestionaba sobre las decisiones del pasado, ahora solamente me cuestiono el por qué me demoré tanto tiempo para pedirle a Zenda que saliera conmigo, antes me arrepentía de mis actos pero ahora solo pienso que fue el destino quien hizo que tomara todas las decisiones logrando que llegara con mi castaña.

La historia que le conté a Zenda no fue falsa porque le dije a Emma que olvidemos todo, hicimos como si no pasara nada, le conté a un amigo falso que quería una relación con ella, se lo contaron a la ojiazul, intentó acostarse conmigo otra vez, me separé de ella después del suceso y dejamos de hablar desde esa noche.

Lo que omití del relato que le dije, fue que llegue a almacenar ciertos sentimientos hacia Emma los cuales solo se disminuyeron con el tiempo, mas no desaparecieron del todo hasta que conocí a Vanessa o eso creí porque al momento de encontrarmela en ese almuerzo que tuve con Zenda mi corazón dio un brinco por su presencia, por la presencia de la primera chica que llegue a querer.

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