Capitulo 50

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AHORA SI ¡CATAPUM!

Zenda

Me encamino a la oficina de mi novio.

Ya es el día siguiente, me levanté en la casa de mi amigo y tomé un taxi de frente al trabajo, sin pasar por mi casa porque ya estaba tarde.

Llegue a tiempo, gracias a Dios, por lo que no me gané una reprimenda de parte de mi jefe, sin embargo después de unas horas en las que Nicholas no me buscó ni me llamó me dí cuenta que era yo la que tenía que ir con él, como dijeron mis amigos ayer.

Paso por el escritorio de la secretaría de Nic, normalmente solo pasaría de frente porque siempre tengo acceso a la oficina de mi novio, no obstante esta vez ella me detiene.

–Disculpe señorita Rigther, no puede pasar– informa Gretchen

Es una señora ya mayor, es buena conmigo y con todos en general, considero que Nic no pudo conseguir mejor secretaría.

–¿Por qué?– indago, deteniéndome a mitad de camino

–Me dijo que cuando la vea no la deje pasar hasta que le avise y me dé el visto bueno– asiento con la cabeza y me siento a un lado para aguardar a que me llamen

Nicholas una vez me dijo que no necesito pedir permiso para entrar a su despacho porque no tiene nada que ocultarme. Sin embargo ahora que no me deja entrar, así que lo único que puedo pensar es que está molesto por no venir a disculparme antes y no impedir que mi orgullo gane esa batalla.

Estoy sentada unos minutos más en la sillas incómodas al costado de la puerta cerrada de la oficina del acosador hasta que la secretaria me llama nuevamente y me dice que puedo entrar. Cuando me dirijo a la puerta, esta es abierta antes de que yo pueda siquiera tocar la manija.

–Hola Zenda– saluda Silvy

–Hola– carraspeo y me hago a un lado para que ella se marche

Me observa por unos segundos, se acomoda la cartera en su hombro y se aleja hacia el ascensor. Tomo una respiración profunda y termino de ingresar a la oficina de mi novio, tratando de no alterarme por ver lo que acabo de ver.

Literalmente no has visto nada, deja de hacer suposiciones

Asiento con mi cabeza, mentalizándome que en realidad no he visto nada y que vengo a disculparme por mi arrebato de ayer, no ha recriminarle cosas que puede no hayan sucedido.

Me introduzco completamente en la oficina, cierro la puerta despacio para no hacer mucho ruido. Encuentro a Nic atento a unos papeles, sin prestarme la más mínima atención, me incomoda muchísimo que me ignore como lo hace.

–Hola– menciono para que me preste aunque sea un poco de interés

Alza los ojos un segundo, deja las hojas en la mesa y se inclina hacia atrás, colocando sus antebrazos en los reposabrazos de la silla.

–¿Qué necesita señorita Rigther?– mantiene su tono de jefe, su cara es neutra y no muerta un signo de sentimiento

Bien, me lo merezco

–Nicholas– suspiro– quiero hablar con mi novio– no hace ningún movimiento– no con el jefe amargado– bromeo para aligerar el ambiente

–¿Qué quieres Zenda?– su pregunta es diferente pero su postura y forma al hablar es la misma

Tuerzo mis dedos, nerviosa

–Yo...– no digo nada en unos minutos, sé que debo disculparme pero mi jodido orgullo no lo acepta, al parecer

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