Encontrados

Capitulo 54

¡Último capítulo chic@s! Es largo, casi 6,200 palabras, así que disfruten y denle amor a nuestra última aventura entre el acosador y la despistada más queridos.

Me he puesto más emotiva al escribir este libro ¿No creen?, bueno aquí no hay espacio para sentimentalismos tontos así que déjense de cursilerías y ¡A leer!

Nicholas

Sigo al costado de Zenda lo más que pueda, unos 20 o 30 minutos, hasta que una enfermera llega y me dice que debo salir del cuarto para que la alisten, insistí e insistí para que no me sacaran pero no sirvió de nada, los chicos y yo tuvimos que ir a la sala de espera, para esperar, valga la redundancia.

—¡Tú! ¡Imbécil!– un hombre no tan desconocido para mi se atraviesa en mi camino y me empuja

–Cuidado Wats– siseo, arreglandome la camisa

No me he cambiado desde que llegamos al hospital, hace más o menos 5 días que ya pasaron y ni siquiera me había dado cuenta de mi aspecto o del tiempo.

–¡Convenciste a mi esposa de que debía morir!– espeta furioso

–Yo solo la busqué, ella se aceptó a ayudarme– le doy una sonrisa socarrona– al parecer quiere más a su hija que a su esposo, porque no lo pensó dos veces

–¡Ella se sintió presionada!– continúa

–O tal vez ella se dió cuenta que no vales lo suficiente como para pedirte tu opinión– me burlo en su cara

–¡Te metiste en la cabeza de mi hija y ahora en la de mi esposa!– reprocha gritándome

–Vanessa fue la que se metió de mi cabeza, para que quede claro– avanzo con pasos lentos en su dirección– tú alejaste a Celia de su hija, mi novia, así que ahora afronta que ella decidió sacrificarse por Zenda

–¡Celia es el amor de mi vida!– sigue vociferando, mientras yo sigo avanzando– ¡Y va a morir por tí!

–Deja de gritarme– me detengo cuando ya estamos solo a un metro– yo no hice nada, le pedí a tu esposa que ayude a mi novia y dejame decirte algo– me acerco a su oído– en realidad no me importa quien deba morir mientras que mi chica este salvo

Él se separa y me golpea con su puño

–¡Hijo de puta!– grita

Mi cara está a de lado por el impacto, tenso mi mandíbula y regreso mi cabeza a su lugar, empujo a Elliot Wats y siento como alguien me detiene para que no pueda devolverle el golpe.

–Vete Elliot– interviene Rodrigo, él no es quien me sujeta, el que lo hace es Liam– si vas a quedarte es para despedirte y nada más– suspira– afrontalo, Celia ya escogió su destino

–¡Esto no hubiera pasado de no ser por...!

–¡Si no quieres que te golpee, salte de mi vista!– lo corto de tajo, él idiota ya llegó al limite de mi paciencia

–Señores no pueden pelear aquí– interviene una enfermera ya llegando a la tercera edad

En ese momento recién me fijo en que todos nos están mirando como si fuéramos un circo. Espero no haber llamado mucho la atención porque por estos días no ha salido ninguna noticia sobre la condición de Zenda y espero eso siga así.