Encontrados

Capitulo 30

Nicholas

¡ÚLTIMA NOTICIA!

El empresario Nicholas Pics, primogénito del gran magnate Gregorio Pics antiguo dueño de P&P Enterprises, fue captado por una cámara "dándole amor" a una chica misteriosa.

Según testimonios de trabajadores que estuvieron presentes al momento del beso se puede decir que fue un acto inesperado para los presentes y totalmente espontáneo para la pareja.

No es difícil deducir que Nicholas y la chica misteriosa ya habían actuado de esta manera antes por la normalidad de su acto al momento de ejecutarlo.

¿Esto es extraño? Sí, es muy extraño porque al mismo Nicholas se le relacionaba con la primogénita de los Reinaldi, Silvy Reinaldi una modelo en pleno apogeo por su belleza y la fama de su familia.

Muchas cámaras los habían captado juntos en distintos momentos, además de que una fuente anónima aseguró que ambos iban a formalizar su unión para sí llevar a cabo la alianza Pics/Reinaldi, logrando la unión de poderosas familias.

Sin embargo ahora falta ponerle nombre a esta mujer misteriosa y dejar de especular sobre el matrimonio entre Nicholas y Silvy porque está más que claro que el mayor Pics está enamorado de alguien más.   

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Levanto mi vista del teléfono al escuchar la voz de Luca

–¿Lo leiste?– el también venía con su celular en mano

–Voy a llamar a Zenda– me levanto y voy en dirección a la cocina

–¿No es mejor si no se ven?– viene tras de mí y me paro a observarlo– Ya sabes, porque si ven a alguien entrar van a suponer quien es, la hostigaran– sigo con lo mío antes de explicarle mi decisión

–Zenda me robo el auto– escucho como se ríe y yo sólo niego– si lo rastrean o alguien identifica mi vehiculo van a actuar– abro el refrigerador– en cambio si entra al edificio nadie va a verla porque va a estar dentro del carro– término de picar la fruta y empiezo a comerla

–¿Ya la llamaste?– cuestiona

–Lo haré ahora– busco entre mis contactos y le marco

–¿La tienes como «Despistada Fav»?– Luca frunce el ceño

–¿Nunca te cansas de preguntar?– el celular sigue timbrando encima del repostero

–Nunca– volteo los ojos

Pongo la llamada en altavoz cuando escucho que contesta porque sigo comiendo

–Hola– digo ni bien aceptó la llamada

–Hola, terroncito de azúcar– responde y una sonrisa tira de mis labios por ese apodo, no obstante veo como una sonrisa burlona también abarca la cara de Luca y lo único que logra es que mi expresión cambie

–¿Recuerdas que te enojaste porque mi madre no sabía lo nuestro?– no se ni porque se lo recuerdo sí solo paso hace unos días

–Sí, ¿Por?– cuestiona dudosa

–¿Y que te besé en medio de la oficina?– Luca me hace un gesto para que llegue al punto 

–Llega al punto, corazón– mi ritmo cardiaco se acelera cuando ese mote sale de sus labios

¿Corazón? ¿En serio?

¿Te acuerdas que tú mismo te pusiste "Arnulfo"?

–Es que...– resoplo– las revistas ya saben de ti– murmuro