Capítulo 3

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— Gracias por la estadía, la visitaré muy pronto señora White — le abrazó.

— Saben bien que ustedes son bienvenidos en mi casa. Me he sentido sola estos últimos cuatros años y ustedes hacen que esa soledad se vaya por algunas horas.

El castaño sabía lo que estaba tratando de decir, sintiéndose impotente al no poder encontrar a la pelirrubia.

— Se que podré encontrarla señora White, traeré a su hija de regreso.

— No lo creo — sonrió melancólica — Ella se fue porque no pudo soportar más ese dolor que le estaba consumiendo por dentro. No la juzgo ¿sabes? Ella no sabía que era el amor más allá de lo que Lucy y yo le dábamos, si ese criminal no  mató a mi pequeña en su debido tiempo es porque en verdad habían construido un gran vínculo — suspiró cansada.

— Era un trastorno, señora White, ella no debió enamorarse de su captor...

— A estas alturas no me importa Agente. Por el momento solo quiero que ella regrese, aunquesea por algunos minutos y saber si se encuentra bien con mi nieta.

— Se que ella volviera señora White — dijo la pelirroja — Lilly vendrá en cualquier momento.

— Coral — susurró el castaño.

— Bueno, nos vemos pronto — se despidió con un abrazo.

— Cuídense mucho.

Ellos asintieron y subieron al carro, desapareciendo del campo de visión de la señora White.

— ¿Por qué siempre le das esperanza a la señora White de que Lilly aparezca? — le preguntó.

— Sabes que no descansaré hasta encontrarla. Pueda que haya escrito esa carta ¿de acuerdo? Pero se que lo hizo por algo o por alguien, porque en el estado que estaba no tenía fuerzas para irse por su propia voluntad.

— Pero ese alguien hubiera sido Elians Roberts y él está muerto.

— Podríamos dejar el tema así, Coral, necesito-

Una llamada en el teléfono del castaño sonó, interrumpiendo sus palabras.

— Es Cherry — contestó — ¿Qué pasó Cherry?

Comandante Adam, debe venir a las oficinas, es urgente.

¿Pasó algo? — le preguntó, porque el tono que había escuchado no era solo una llamada normal.

El terror en la ciudad volvió.

Esas palabras hicieron que cortará rápidamente el teléfono celular y arrancó a toda velocidad el automóvil hasta llevar al FBI.

***

— Comandante.

La entrada desesperante del castaño llamó la atención de todos los presentes, siendo seguido por Coral que no sabía que estaba pasando.

— Oficial Cherry, ¿qué ocurre?

— Parece que el terror aún no se acabado, comandante — tomó en sus manos el expediente — En estas dos semanas hemos tenido casos de desapariciones, pero ayer y hoy encontraron algunos cuerpos en algunos sitios de la ciudad: dos en los puentes alejados de la ciudad, cuatro en territorios peligrosos, y ocho en los callejones.

— ¿Callejones?

— Si, en los mismos lugares donde Bunny sabía asesinar a sus víctimas.

La debilidad de un psicópata²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora