La debilidad de un psicópata²

Capítulo 26

— Buenos días.

Un chico peligris saludó a todos en la organización, los cuales se encontraba en dos columnas con la mirada fija hacia al frente con una de sus manos en el pecho y saludaron todos a la vez. El castaño se encontraba en el centro mientras que la pelirroja estaba a su lado y el Coronel Park al otro lado.

— Un gusto conocerlo Comandante García — le extendió la mano.

— El gusto es nuestro Agente West.

El castaño extendió igualmente. El peligris desvío su mirada hacia la chica que estaba a lado del castaño y sonrió a tan solo verla. Se puso adelante de la pelirroja.

— ¿No me vas a saludar?

La pelirroja se había dado cuenta desde que el peligris pasó por esa puerta, reconociéndole a la persona que era muy especial en su vida y que lamentablemente tuvo que dejarlo atrás para cumplir con su sueño de ser una Agente.

Ella sonrió y se acercó al peligris, rodeando sus brazos alrededor de su cuello.

— Te extrañé Peter.

Toda las acciones había dejado a un castaño desconcertado, confundido y a la vez ¿enojado? La manera que ellos dos se trataban causaban alguna inquietud en su interior, causando que su voz se escuchará al ver que no se iban a separar.

— Agente Coral, estamos en el lugar de trabajo. Cualquier escena de este tipo debe hacer afuera de las instalaciones.

Los dos se separaron al escuchar la voz de mando y formal del castaño, algo que dejó confundida a Coral por su comportamiento. Aunque trató de no darle importancia porque se había dicho a sí misma el día anterior que iba a dejar de hacerse daño por un amor no correspondido, por lo que solo se encogió de hombros.

— Lo siento — dijo el peligris, separándose de la pelirroja y sonriéndole por última vez antes de seguir saludando al coronel Park.

— Un gusto conocerlo Coronel Park.

— El gusto es nuestro Agente West.

— Sabemos que el Presidente fue quién lo contrato para que nos ayudase con esta nueva investigación, esperamos tener buenos resultados como equipo.

— En eso no se preocupe comandante García, juntos podremos poner detrás de las rejas a los idiotas que están causando estos desastres.

El castaño asintió.

— Vamos a la oficina, tiene que ponerse al tanto de lo que ha estado ocurriendo hasta ahora.

El peligris asintió y siguió al castaño hasta llegar a la oficina. Con ellos, había ido también la pelirroja, sintiéndose un feliz por tener cerca al peligris y olvidando por unos minutos todo lo que ha venido sintiendo esos últimos días.

El coronel Park tuvo que irse de emergencia después de haber recibido una llamada.

— Este es el archivo...

Adam dejó la carpeta en el escritorio para que el peligris lo observara. Peter abrió la carpeta, empezando a leer cada detalle del caso hasta lo que había ocurrido en el derrumbe del centro comercial. Habían fotos que fueron sacadas de las cámaras de vigilancia donde se podía ver al sujeto vestido de negro tanto en el centro comercial, el día que intentaron saquear la información confidencial y de la vez que la pelirroja lo vio en el parque.

— ¿Están seguros que son las mismas personas?

— ¿Por qué lo dice Agente? — preguntó el castaño.

— Presiento que son diferentes personas. Para que cada puedan matar a personas, vigilar en cualquier parte de la ciudad principalmente si se trata de ustedes, de la organización o de sus víctimas, quiere decir que no solo se trata de una persona, sino que varias.