Capítulo 23

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Carajos.

El azabache se inclinó hacia adelante por el repentino cambio de Bunny en su cuerpo, casi ocasionando que el azabache cayera al suelo pero por suerte pudo sostenerse con una mano en una baranda y la otra en su rodilla.

Ladeó un poco su cabeza y subió su mirada hasta ver cómo la señora White les abría la puerta y su mirada era igual al que le había puesto al chico que entró hace algunos minutos atrás.

Tenemos que salir de aquí.

El azabache logró girar por la cuadra para no sospechar en el sitio, nisiquiera había traído la mascarilla como para pasar de desapercibido.

Por el otro lado, Adam y Coral se encontraban en la puerta de la residencia con la señora White un poco nerviosa sin saber que decir o que hacer para que ellos no entrarán. No le gustaba actuar de esa forma con ellos, pero por la seguridad de su hija era mejor que ellos no estuvieran presentes en su casa en los días que Lilly estuviera allí.

— ¿Por qué no podemos pasar Bianca? — preguntó la pelirroja

— Aún no entiendo porqué Lilly no quiere vernos, ayer fue demasiado raro e incómoda la situación y no pude preguntarle más por lo ocurrido en el centro comercial del sur, por favor necesitó saber que hacia ella en ese lugar.

— ¿De qué está hablando Adam?

— Ella estuvo en el lugar del derrumbe del centro comercial, al parecer estaba buscando a alguien. Hay muchas preguntas que quiero hacerle a Lilly, por favor.

— Yo los quiero mucho y respeto mucho su trabajo, pero mi hija no está en condiciones para verlos. Tan solo de se cuenta Adam como Lilly reaccionó ayer cuando lo vio. No me quiero imaginar cómo se pondrá ahora con ver a Coral y que ustedes le hagan preguntas así de la nada después de que haya regresado.

— Bianca, por favor  — le pidió la pelirroja.

— Lo siento mucho chicos, pero esta vez no podré ayudarlos.

— Abuelita, mi mami está llorando mucho — dijo Annie apareciendo a lado de la señora White — Uhm, es el mismo señor de ayer — dijo e inmediatamente se puso atrás de Bianca.

— Pequeña — musitó el castaño y la pelirroja se quedó sorprendido al ver a la pequeña con el gran parecido con Lilly.

— ¿Es la hija de Lilly? — preguntó con la mirada puesta en la niña.

Bianca por inercia puso atrás suyo a la niña y volvió su mirada hacia ellos.

— No es el momento.

— Necesitamos hablar con ella, por favor.

— Mi madre ya les dijo que no quería hablar con ustedes, ¿por qué no quieren entender eso? — dijo la pelirrubia con una voz enojada, apareciendo a lado de su madre.

Annie alzó sus brazos para que Lilly pudiera subirla, y así fue, Lilly subió a sus brazos a la pequeña y ella se refugió en el calor maternal de su madre.

— Lilly — susurró la pelirroja al verla después de tanto años.

— Solo queremos hablar contigo un momento, por favor.

El castaño no quería sospechar de la pelirrubia, pero el que esté allí de la nada después de cuatro años y que se rehusará hablar con ellos, estaba logrando que sus sospechas que había creado la pelirroja, sean ciertas.

Para él era demasiado raro toda esa situación, donde de la nada comenzaron a verse casos de muertes de personas con el mismo modus operandi, solo por un razón, y era tener a Bunny, cuando todos sabían que él había muerto.

La debilidad de un psicópata²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora