La debilidad de un psicópata²

Capítulo 15

— Comandante, dos cuerpos fueron encontrados muy cerca de aquí — dijo uno de las oficiales.

El castaño estaba revisando el expediente de Dolly, pero el sabor amargo que estaba presenciando hace algunos segundos, se aumentó más al escuchar esas palabras por parte de la oficial.

— Es que acaso no van a dejar de matar a personas inocentes estos idiotas — siseó enojado el castaño.

— Lo necesitamos en la zona comandante.

— Preparen las camionetas y dígale a la oficial Rachel que ponga llave mi oficina.

— Si comandante.

Un correo en su computadora ocasionó que frunciera su ceño. Lo abrió y pudo observar que era un mensaje del hospital. Hace dos días habían pedido al hospital donde fue internado el guardia Fred, el vídeo de las cámaras para saber quién había entrado a la habitación antes de su muerte.

"Lamentablemente las cámaras dejaron de funcionar solo en cortes, no se puede ver el momento que los oficiales desaparecieron como tampoco cuando el paciente murió."

El castaño golpeó el escritorio del coraje y luego botó un vaso de vidrio a la pared. No estaba tan paranoico como entender que todo se relacionaba ante los últimos sucesos de esos días. Querían asesinar al guardia desde el primer momento que llegó al hospital, porque sabían que él iba a descubrirlos.

La pelirroja entró a la oficina al escuchar en el pasillo un sonido de golpe y vidrios romperse, por lo que preocupada llegó hasta la oficina del castaño.

— ¿Qué ocurre Adam?

La pelirroja pudo ver el rostro rojo del castaño.

— Esos malditos... — aún mantenía su mirada hacia la computadora.

Coral llegó hasta donde estaba el castaño y vio la computadora, leyó el mensaje y al instante supo lo que estaba pasando.

— Ellos-

— Si Coral, esos malditos hicieron un buen trabajo en no dejar evidencia.

— ¿Crees que son ellos?

— No tengo dudas de eso.

— Comandante — entró la oficial — Buenos días Agente Coral.

— Buenos días.

— Las camionetas ya nos están esperando abajo.

— Entendido.

— ¿Otro asesinato?

— Si Coral, vamos.

Los tres salieron de la oficina y se dirigieron hasta el ascensor. Al bajar a la planta baja, caminaron hasta la puerta principal donde varios oficinales estaban esperando. Coral y Adam se subieron a una de las camionetas y la otra oficial junto a sus compañeros se subieron a la otra camioneta.

Tardaron media hora en llegar al lugar de los asesinatos, debido al tráfico de la mañana. Adam fue el primero en bajarse, seguido de la pelirroja y los oficiales. Los primero que vieron fueron algunos forenses en el lugar y otros oficiales manteniendo el área despegada.

— Ya estoy acostumbrado a estas cosas — dijo uno de los forenses.

— Esto me da asco — se quejó uno de los forenses.

— Novato — se burló.

— ¿Puedo ver el cuerpo?

— Oh, buenos días comandante — el forense se hizo un lado para que el castaño pudiera acercarse al cuerpo.