Capítulo 24

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La pelirrubia trató de que sus expresiones no se notarán, porque al parecer ellos querían verle vulnerable.

— ¿Para que quieren saberlo? Ya fue suficiente con lo querían decirme hace rato, así que ya pueden irse.

— ¿Por qué no nos quieres decir, Lilly? ¿Qué escondes?

Ella los miró incrédula de sus palabras, dándose cuenta de las intenciones de los dos desde un principio.

— ¿Qué quieren de mi? — les preguntó — ¿Desde cuándo tienen interés en mi vida?

— Queremos protegerte.

— No necesito de su protección. Si esas personas quieren a Bunny, solo denle sus cenizas y ya, a mi déjenme en paz.

Ella se levantó con la intención de ir a ver a su hija en la cocina, pero la voz de la pelirroja la detuvo.

— ¿Qué pasaría si Bunny no está muerto?

Aquella pregunta le hizo tensarse y apretó sus labios, tanto que sintió ese sabor metálico. Lilly estaba a punto de colapsar al frente de ellos, muchas emociones ocasionaban que se sintiera mareada y con un mal sabor de boca.

Ellos no debían saber que Bunny está vivo porque todos esos años que tuvieron que estar escondidos en ese pueblo se podría ir abajo en cuestión de segundos. No entendía el porqué esas personas querían traer de vuelta a Bunny si para todo el mundo ya no existía.

— ¿Qué quieren de él? Ya fue suficiente con matarlo hace cuatro años como para que ustedes u otras personas quieran traerlo con vida a este mundo.

Se giró.

— ¿Por qué ahora?

— Es lo que queremos saber y no hemos tenido respuesta por más que estemos analizando la situación — dijo el castaño y se paró para caminar hacia la pelirrubia — Solo quiero saber quién era el chico que estabas ayer.

— ¿Tanto quiere saberlo Adam? Está bien se lo voy a decir — lo miró fijamente — Ese hombre era-

— ¡Mami! ¡La desayuno ya está puesto en la mesa!

Lilly agradecía mentalmente a su pequeña por interrumpir y solo sonrió cuando Annie apareció a lado suyo.

— Ven pequeña...

La pelirrubia subió a la niña a sus brazos.

— Lamentablemente es una persona que no es de su incumbencia Adam, no permita que digas cosas de más cuando mi hija está presente. Terry vamos a desayunar.

Terry se levantó y siguió a la pelirrubia hasta el comedor, dejando atrás a Coral y Adam.

— Esto será difícil.

***

— Mami, ¿Por qué pronunciaban a mi tío?

Lilly que se encontraban viendo desde la ventana, suspiró, y volvió su mirada hacia donde se encontraba su hija.

— Hay cosas que aún no vas a entender cariño. El tío Bunny tiene muchos enemigos en esta ciudad y es un poco difícil de decírtelo.

— La abuelita Hilda tampoco me quiso decir lo que vi en la televisión.

La pelirrubia puso una mirada de confusión.

— ¿De qué estás hablando Annie? ¿Qué es lo que viste en la televisión?

— No entendí mucho sobre lo que dijo esa señora en la televisión, pero salió una imagen tuya mami y la de un hombre con máscara de conejo, hasta pronunciaron tu nombre y el de mi tío Bunny. La abuelita Hilda me dijo que sólo era una confusión y que no era en realidad ustedes, pero siempre me quedé con esa intriga mami.

La debilidad de un psicópata²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora