La debilidad de un psicópata²

Capítulo 49

— ¿Tienes el plano de esta mansión?

— Sabía que ibas a pedirme eso, por eso tuve que robarle de su oficina — suspiró, recordando lo que tuvo que pasar para obtener el plano y lo que escuchó.

Flashback

Lo ocurrido con Lilly y Annie dentro del calabozo no le tomó mucha importancia a la Jefa, pues al ver a la pelirrubia desorientada y mirando hacia algún lugar de la habitación, solo pudo concluir que se estaba volviendo loca. Sin embargo, Terry fue a buscar a la chica que había intentado llevarse a la niña, pero se encontró con una escena desgarradora al ver a la chica siendo asesinada por Paulet.

Paulet había llevado a la chica hasta la zona de atrás de la mansión y allí matarla. Estaba enojada, ya que con cada apuñalada que le daba le decía lo inútil e inservible que era, por lo que se dio cuenta cuál era la persona que estaba detrás de todo eso. Tan solo la dejó allí, porque no podía armar un escándalo en la mansión, pues tenían que terminar el plan de salvar a Lilly y a Annie.

Al entrar a la mansión, Terry vio como todos los miembros de la secta se encontraban alabando hacia la figura del recuadro. Algo pasó por su cabeza, pues si querían destruir la secta junto con la mansión como también escapar por algunos túneles que había escuchado que la mansión tenía, debían tener el plano de ésta. Algo riesgoso, pero que serviría mucho.

Se dirigió silenciosamente hacia la oficina, siendo abierta y cerrada rápidamente. Terry buscó por todos los cajones el plano de la mansión, pues en ese lugar era el único que podía encontrarlo. Pasaron algunos minutos rebuscando por cada cajón y por todas la carpetas que habían en el stand. Se estaba frustrando al no encontrarlo y temía que en cualquier momento alguien entrará y lo descubriera.

Solo faltaba aquella gaveta que había encima del stand más pequeño. Lo bajó para empezar a buscar rápidamente el plano, tanto que lo encontró al fondo de tantos papeles y libros. Suspiró de alivio y sonrió al ver lo que tanto necesitaba en esos momentos, por lo que dejó la gaveta donde lo había bajado y guardó el plano dentro de su chaqueta.

Al momento que iba hacia la puerta, la perilla fue girada, y al momento Terry se quedó pálido y estático en su lugar. La puerta fue abierta y las voces de su Jefa y de una persona más hicieron eco en la habitación.

— Enserio le digo Jefa, faltan cuatro compañeros...

— No digas estupideces ¿si? De seguro han de estar recorriendo la ciudad en busca de Bunny. Además, acabo de encontrar una nueva droga para debilitar a Bunny cuando esté en nuestras manos. La manipulación que le estoy haciendo creo que no sirve de nada, ya que Dolly fue logró hacerlo años atrás.

Terry se encontraba escuchando todo desde la parte de atrás de uno de los stand de libros grandes. Odiaba mucho que pronunciarán a Dolly cuando él estaba presente, ya que no se podía contener del todo de ir y estrangular a Dolly. Sin embargo, no se podía entrar a su habitación y matarla en ese estado no servía de nada porque en realidad estaba en un estado de coma profundo.

— ¡Jefa!

— Ya acabamos con la alabanza, ¿ahora qué quieres?

— Dolly — fue lo primero que pronunció y la mujer se levantó rápidamente de su asiento, desconcertada.

— ¿Qué ocurre con Dolly?

— Ella acaba de despertar...

Todos los presentes, incluido Terry, se quedaron petrificados y sorprendidos al escuchar que Dolly había despertado. La Jefa no dudó ni un segundo y salió rápidamente de su oficina, siendo seguida por ellos. Al ser cerrada la puerta, Terry pudo respirar aliviado al no ser descubierto, pero aún seguía en un estado de shock al escuchar aquello.