Capítulo 16

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El castaño y la pelirroja llegaron al departamento.

— Me puedes decir que es lo que te tiene demasiado tenso, Adam.

— Esto es lo que pasa — le extendió la nota que tenía bien envuelto en su mano.

La pelirroja confundida agarró la nota y lo abrió, al instante que leyó su contenido, abrió su boca de la sorpresa.

— ¿Qué carajos? — miró al castaño — ¿Bunny?

— Ellos quieres a Bunny.

— Él está muerto. Desde hace cuatro años que su existencia se fue, sus cenizas está en esa tumba.

— Lo sé, pero no entiendo para qué quieres a un idiota que está muerto y enterrado debajo tierra.

— Esto debe ser una maldita broma.

— Lamentablemente no, pero es que no entiendo nada. Pensé que ese caso se acabaría, que nadie volvería a pronuncia ese maldito nombre que hasta me da náuseas cada vez que lo pronuncio o lo escucho.

— Dolly no puede ser.

— Ella también está muerta, Coral, es estúpido toda esta situación.

— Pueda que Dolly y Bunny tuvieron una secuaz anteriormente.

— Tampoco explica que después de cuatro años venga a querer sus cuerpos. Además, ¿Para qué?

— Hay algo que no hemos investigado años atrás, Adam. Hay algo que aún queda en incógnita.

— ¿Cómo que podría ser? Uhm.

La pelirroja se quedó pensativa, tratando de encontrar alguna lógica a todo ese caos que se estaba formando. Tenía muchas hipótesis en su cabeza, pero todas eran inciertas e incoherentes. Sin embargo, una persona en específico llegó a su cabeza, provocando que abriera su boca de la sorpresa ante lo loco que vino a su cabeza.

— Lilly — susurró.

— ¿Lilly? ¿Ella que tiene que ver?

— ¿Y si Lilly regresó? Y si es ella quien está ocasionando todo este desastre.

— ¿Te volviste loca?

— No me volví loca, Adam, tan solo piensa. Hace cuatro años que no sabemos nada de Lilly y sabes perfectamente que desde que llegó al hospital nunca hablaba y se encontraba desorientada en su propio mundo. El daño psicológico era demasiado obvio y el responsable fue Bunny, porque tan solo mira, se enamoró de su propio secuestrador.

— Eso no puede ser verdad.

— Ella lo escribió en esa carta antes de desaparecer. Talves se volvió loca por todo lo que le ocurrió, las muertes que tuvo que presenciar hasta de la persona que amaba, aunque eso era enfermizo.

— Pueda que todo esto tenga sentido, pero ¿por qué hace todo esto? — preguntó — Es estúpido que quiera ensuciarse las manos solo para conseguir a alguien que ya está muerto.

— La locura puede llevar a muchos extremos, Adam, esto no es la excepción.

El castaño se sentó en el sillón y suspiró frustrado, poniendo su brazo en su frente.

— Y si los que dices es cierto, Lilly ya no es la chica que era antes, la que su madre nos describía cada vez que íbamos a su casa a cenar.

— No Adam, ya no es la misma. Pero sabemos que es la única persona que quería a Bunny y la que hubiera querido la muerte junto a él que separarse.

— Lilly, que locura estás cometiendo — musitó para sí mismo — Tú no puedes ser la causante de todo este desastre.

La pelirroja veía al castaño, sintiendo en su interioridad mucha incomodidad. El castaño quería a toda costa encontrar a la pelirrubia, pero no entendía el por qué, ella quería irse y fue por su propia voluntad, entonces ¿por qué el castaño quería encontrarla? ¿Le gustaba?

La debilidad de un psicópata²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora