Capítulo 25

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— ¿Dónde te metiste? La jefa estuvo llamando toda la mañana y la tarde para que le dijera sobre lo que nos encargó.

— Lo siento Cole, pero tenía que ir a visitar a mi tía porque se encontraba enferma.

— Pudiste haberme avisado, le tuve que dar que mentir a la jefa — bufó.

Yo también mentí.

— Iremos mañana Cole, no te preocupes.

— ¿Qué no me preocupe? — preguntó irónico — Sabes cómo se pone la jefa cuando no hacemos bien el trabajo.

— Lo sé, lo sé, lo siento, pero ya me diré la verdad mañana.

Bufó y se sentó en el sofá mientras que Cole dejó un vaso de jugo para Terry en la mesa de al frente.

— Gree dijo que vendrá.

— ¿Ahora?

— Ya ha de estar por llegar, me llamó hace algunos minutos.

— En-

El timbre del departamento fue tocado. Terry se encogió de hombros y Cole solo se dirigió hasta la puerta y la abrió, y en verdad, era Gree.

— Hola chicos...

— Hola Gree, ¿qué te trae por aquí? Pensé que aún seguías fingiendo ser el coronel — dijo Terry mientras tomó un sorbo del jugo.

— Me cansé ser el coronel perfecto Park.

— Si encontramos rápido a Bunny, esto se acabará en un abrir y cerrar de ojos — dijo Cole.

— Aunque jugar al coronel perfecto me fascina ¿saben? Es como ver todos la información de los  criminales desde mi asiento.

— Aunquesea te diviertes, pero nosotros debemos seguir a esos idiotas, vigilar a nuestra presa y dar con el objetivo.

— No se de qué te quejas Cole, si la jefa solo nos asignó solo un trabajo.

— ¿No cuenta las veces que hemos estado arriesgado nuestro pellejo por borrar evidencias? — preguntó irónico y ofendido.

— Eso no es nada Cole, recién llevas cinco meses en la secta, a comparación de Gree y yo que hemos estado como más de cuatro años allí dentro.

— Ah bueno, no digo nada más.

Terry bufó.

— Hasta donde escuché la chica que fue secuestrada por Bunny hace cuatro años está de nuevo en New York ¿eso es verdad?

Terry se tensó al nombramiento de la pelirrubia en la conversación y sabía perfectamente que debía hacer algo para que ellos no lastimaran a Lilly.

— Pues si y eso es justo lo que estamos investigando.

— Ahora entiendo, porque se me hizo raro no ver a Cole en el suburbio donde es la estación de policía.

— Se suponía que hoy debíamos decirle algo sobre lo que nos ordenó, pero Terry se fue sin avisarme — bufó.

— Ya le dije la razón por la cual me fui.

— Como sea, la jefa me pidió que les dijera que debían ir hoy sin excusas para hablar.

— De seguro nos va a regañar por tu culpa Terry.

Terry rodó los ojos por lo dramático que era Cole mientras tomaba el último sorbo del jugo.

— Debemos irnos antes de que se enoje la jefa.

Ellos asintieron.

***

— ¿Tú crees que nos haya dicho la verdad?

La debilidad de un psicópata²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora