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Por otro lado en la cabaña Jimin se dejaba sostener de la cintura mientras el peli negro lo ayudaba a caminar rumbo a la enorme bañera - ¿Te ayudo? – Preguntó totalmente preocupado el Alfa sin ser consciente de sus palabras.

-¿Quieres desnudarme? – Se burló el Omega alzando ambas cejas mientras reía divertido.

-Ya quisieras gatito pervertido – Soltó una gran carcajada saliendo de la habitación.

El rubio con mucho cuidado de no hacer un mal movimiento sacó suavemente sus prendas, llevaba con la herida más de 3 días y aún no habia sanado lo suficiente, en esos momentos echaba de menos la conexión con Mochi, sobre todo por la habilidad regenerativa de los lobos.

Suspirando se acomodó en la tina dejando reposar su cabeza mientras llevaba sus manos suavemente por su piel, delineó los puntos con la yema de sus dedos enviando un dolor punzante por todo su cuerpo.

“Jk” llamó su lobo.

-¿Para qué lo llamas? – Preguntó.

“El nos ayuda con el dolor estúpido”
-Lo sé – Habló un poco nervioso, si se ponía a pensar no podía evitar sonrojarse al recordar la lengua del lobo sobre su cuerpo.

“Qué sucio” Se burló Mochi.

-No es eso.

“Claro que si” Repuso tomando control de una de las manos de Jimin llevándola a su creciente erección.

-Joder - Jadeó empezando a masturbar su pene suavemente, Mochi se había retirado con una gran sonrisa de victoria plasmada en sus fauces – Ahhh – Gimió un poco inconsciente del volumen de su voz y de cierto par de oídos que lo escuchaban con atención.

“Vamos a echar un vistazo” Jk se removía ansioso en el pecho del peli negro “Quiero verlo humano”

Y aunque tratara de negarlo con todas sus fuerzas el también quería hacerlo, los pequeños gemidos que se escuchaban desde el baño habían provocado un gran problema dentro de su pantalón.

Mordió levemente su labio inferior aguantando las enormes ganas de abrir esa puerta y perderse en el hermoso cuerpo del gato sexy.

Obviamente no iba a negar que le atraía el cuerpo del Omega y a quién no, Jimin era hermoso y sensual, pero, negó con su cabeza, era Jimin, el gato caprichoso, el gato mimado, el gato arisco y con ese pensamiento se dirigió a la salida de la habitación.

-Ahhh – Gimió más fuerte el rubio provocando que el cuerpo del Alfa se tensara y su erección doliera – Ko – Y todo se quedó en silencio.

“Jodida mierda humano”

-No se te ocurra decir nada – Amenazó.

“Tampoco iba a hacerlo” Dijo en tono de burla “Deberías encargarte de eso”

Y tenía toda la razón, bajó a la sala dejándose caer en el mueble, llevó su mano derecha a su pene dejando que se deslizara por toda su extensión recordando los suaves y excitantes gemidos del rubio.

-Maldición – Jadeó en un tono bajo.
El Omega secó tranquilamente su piel, vistió su cuerpo con una ropa holgada que Jungkook había dejado para él, escuchó un pequeño sonido y preso de su curiosidad bajó las escaleras sigilosamente.

-Joder – Un nuevo gemido salió de los labios de Jungkook acompañado de un gruñido, Jimin llevó sus manos a su boca tratando de contener un grito que amenazaba con salir.

Sus ojos se fijaron en la mandíbula tensa del peli negro, sus ojos cerrados y su fuerte pecho, mordió su labio inferior dejando que sus ojos se deslizaran por el sexy abdomen marcado del Alfa, pero sobre todo en ese gran falo que sostenía fuertemente con su mano.

GRAVEDAD (KOOKMIN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora