Christopher Bang está de regreso a casa y está dispuesto a tener un año tranquilo en la escuela, sin problemas y sin distracciones.
Y Seungmin, su compañero de clase, resulta ser su mayor problema y su mayor distracción.
┆chanmin
; capítulos cort...
Todo comienza cuando Bang Hari decide volver a su país natal, cuando decide que mudarse a Corea del Sur es lo mejor para ella y para sus hijos.
-Vámonos ya chicos, el vuelo sale a las 9:40 p.m.
-Mamá apenas son las ocho, nos da tiempo para cenar.
-Que no, nos vamos ya.-demandó comenzando a sacar el equipaje de la casa, hacia el auto.-Despídanse ya de esta casa.-fingía que no le importaba irse, pero no era así, muy bien sabía que extrañaría tanto esta casa, esta ciudad, este país pero ya era momento de dejar ir todo aquello.
Ambos chicos se miraron y asintieron, antes de irse dieron una lenta observación a la que fue su hogar durante más de seis años.
-Hasta pronto.-susurraron ambos, para entonces apagar las luces y cerrar la puerta de madera.
Minutos de camino al aeropuerto y no faltaron las risas al ir recordando cada evento y momento que vivieron en las calles de la bella ciudad, todo fue risas hasta que el llanto del menor de la familia les hizo quedarse en silencio.
-Se que es difícil irnos así de repente, perdónenme por obligarlos a volver...
-Mama, no te disculpes, nosotros también necesitamos cambiar de aires y de ambiente, sólo estoy llorando por la impresión... no recuerdo nada de mi país natal y eso me pone sentimental.-el menor se limpió las lágrimas y sonrió en grande.-Estoy bien, mami.-y dejó un beso en la mejilla de la mayor quien siguió conduciendo hasta el aeropuerto.
Par de minutos después, ya se encontraban en el avión, a punto de despegar, entre los tres se vieron y se sonrieron, la familia Bang era tan unida que con aquellas brillantes sonrisas, se aseguraron de que sería un buen viaje.
Y 10 largas horas, fueron suficientes para que la familia Bang se cansaran de estar sentados en aquel avión, finalmente llegaron a Corea del Sur.
Su antiguo hogar.
-Mami, ¿iremos a nuestra casa de cuando era pequeño?
-Iremos a casa, Innie. ¿Quieren cenar en algún restaurant antes de llegar a casa?
-¡Si! ¡Vamos a comer bibimbap!-volvió a hablar, saltando de emoción y olvidando el cansancio que sufría.
Chris no dijo nada, no opinó nada y no quiso discutir sobre que comer porque estaba cansado. Tan sólo quería llegar a casa y dormir para siempre, pero Jeongin era una personita con demasiada energía, Jeongin era el sol de la familia Bang.
-¡Woah! ¡Esto es tan delicioso! ¿No es así, Channie?-pregunta golpeando suavemente el hombro de su hermano quien le gruñó en respuesta.-¿Qué te pasa?
-Sólo estoy cansado, ¿puedo irme ya a casa?
-¿Qué?-Hari dejó de comer y miró a su hijo mayor, entonces notó sus ojeras y lo pésimo que se veía.-Ay mi niño lo siento, vámonos ya a casa...
-No mamá, ustedes quédense a disfrutar de la comida. Yo puedo volver sólo, jamás olvidaré la dirección.-se levantó de la mesa y divisó los ojitos cristalizados de su hermano menor.-Lo siento Innie, les aviso cuando esté en casa, me despiertan cuando lleguen para ayudarles a desempacar.-fue lo último que dijo y salió de aquel lugar.
-Mami...-llamó a la mujer, pero esta hizo una seña.
-Déjalo Innie, debe estar agotado. ¿Quieres más?-y con esa última pregunta logró distraer a su hijo menor, y el castañito continuó comiendo. Hari estaba preocupada por su hijo mayor, no le preocupaba que volviera solo, le preocupaba su salud mental.
[...]
Chris recordaba perfectamente estas calles, y como olvidarlas si fue donde creció, donde jugó por tantos años con sus amigos de la residencial, donde pasó por tantos momentos buenos como malos durante los primeros años de su vida.
Sonreía mientras caminaba por las calles recordando quienes vivían en aquellas casas pero que hace muchos años se mudaron también.
Hasta que se detuvo en esa casa color melón, su hogar.
-Wow, olvidaba lo grande que es.-susurró para si mismo mirando la estructura de la casa de dos pisos, la casa de Australia era de sólo un piso y también era espaciosa pero no se comparaba con esta casa, buscó la llave en su bolsillo y la introdujo en la cerradura de la puerta.
Justo antes de darle la vuelta, sintió un pequeño malestar en su pecho y se dió la vuelta para mirar aquella estructura frente a su casa, esa casa color beige.
-La casa de la señora Kim.-murmuró al notar las luces del interior de la casa encendidas.
¿Seguirá viviendo ahí? ¿Qué habrá pasado con ella?
Sacó la llave antes de abrir y la guardó en su bolsillo, la curiosidad era más grande que el sueño y cansancio que traía encima.
Cruzó la calle y caminó un poco hasta estar frente a la casa, lucía exactamente igual lucía cómo la recordaba del mismo color y con gardenias plantadas al rededor de esta. Recuerda muy bien que las plantas eran la única compañía de la señora Kim, lo recordaba perfectamente porque ella siempre las cuidaba y regaba todos los días.
Se percató que estaba oscureciendo y que más luces de la casa se encendieron. Se escucharon voces y risas, e inmediatamente (y lleno de pánico), se alejó de aquella casa al escuchar llaves abriendo esa puerta.
Una vez estando frente a su casa abrió la puerta cómo al principio debió haber echo y entró.
Ahora era el momento de recorrer la casa y desbloquear cada recuerdo de todos los momentos que vivió en cada rincón de su hogar.
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➤ Libro que ha estado en borradores mucho tiempo y que fue escrito en pandemia.
➤ Chanmin/ Seungchan.
➤ Aparición de otros ships, idols, hay nombres inventados.
➤ Cambio de edades y apellidos.
➤ Las actitudes de los personajes no están relacionados a los chicos, favor de separar la ficción de la realidad.
➤La mayoría de los capítulos son de 2000 palabras o más.
